¿Duermes poco? Estos son algunos problemas de salud que lo podrían estar causando

Padecer insomnio puede ser una causa de otra condición médica
  • Por la noche, las afecciones musculares o psicológicas se intensifican, perturbando la calidad del sueño.
  • Entre las recomendaciones generales, se incluyen el no tomar chocolate negro y el dormir de lado o boca arriba.

Dormir mal es uno de los problemas más acuciantes del mundo moderno. Se calcula que 3 de cada 10 españoles sufre trastornos del sueño y 10% insomnio, según la Sociedad Española de Neurología. Si bien casi siempre se toma como una causa de problemas de salud, en muchas ocasiones es un síntoma más de enfermedades que podrías estar padeciendo, según explican a Business Insider expertos de la salud.

Existe una extensa literatura médica que vincula la mala higiene de sueño con el aumento de enfermedades cardiovasculares, del riesgo de padecer un ictus, del empeoramiento del sistema inmunitario o de la depresión.

La ciencia, no obstante, también evidencia que dormir mal también puede ser un síntoma de otras condiciones de salud. Conversamos con dos expertos para saber cuáles son algunas de las condiciones médicas que se manifiestan de noche, impidiéndonos descansar bien.

Tener ansiedad y estrés elevado 

Sonia Montilla, neurofisióloga de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, explica a Business Insider que "sufrir ansiedad o estrés provoca la liberación de hormonas como el cortisol, las cuales entorpecen los patrones del sueño habituales".

Un estado de estrés es un fenómeno biológico que sucede cuando el cuerpo se prepara para resolver un problema o afrontar el peligro. 

El hipotálamo activa el sistema nervioso simpático enviando señales a las  glándulas suprarrenales para que bombeen adrenalina y ayuden a liberar azúcar y grasas que nos provean de mayor energía. Al mismo tiempo, el corazón bombea más rápido, provocando un aumento de oxígeno en la sangre que agudiza los sentidos. 

Si el cerebro continúa percibiendo el peligro, libera corticotropina, que desencadena la producción de cortisol, la hormona del estrés, y dificulta la relajación y el sueño.

La doctora afirma que "entre los problemas más frecuentes que causan la ansiedad y el estrés se encuentran dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos frecuentes, sensación de poco descanso y pesadillas constantes".

Para reducir los niveles de estrés al finalizar la jornada, Montilla recomienda explorar "diferentes técnicas que puedan ayudar al cuerpo a relajarse.

Entre ellas, sugiere realizar estiramientos suaves, escuchar música relajante, practicar meditación, darse un baño de agua caliente, respirar de manera profunda o tomar un vaso de leche caliente (sin café ni cacao), que se ha demostrado que tiene sustancia que favorece el sueño".

Cada persona es un mundo y lo que funciona para algunos a otros les impide conciliar el sueño así que lo recomendable es “ir probándolas poco a poco para descubrir cuál es la más conveniente”.

Si los problemas persisten, la doctora recomienda acudir a un especialista, sobre todo si se tienen otros síntomas que indiquen un estado elevado de estrés, a saber, "tener poco apetito, padecer dolores de cabeza frecuentes, estar muy fatigado o tener problemas digestivos". 

Sufrir afecciones musculares

Los problemas musculares derivados del envejecimiento, de una lesión, del deporte de élite o de una enfermedad subyacente, como la fibromialgia provocan insomnio. El problema es que se trata de una pescadilla que se muerde la cola, ya que el cansancio reduce el umbral del dolor e intensifica las posibilidades de sufrir insomnio crónico, según manifiesta un estudio de 2019 publicado en Jneurosci.

A este respecto, la doctora explica que "los problemas musculares originan dolor, incomodidad y dificultan la tarea de encontrar una posición cómoda para dormir, lo que afecta irremediablemente a los patrones de sueño normales".

Puede ser que, si la afección no es grave, durante el día no prestemos atención al dolor de espalda o de cervicales que sentimos, pero al caer la noche el cuerpo se centra en el malestar y perturba el sueño.

"El dolor habitualmente despierta a las personas durante la noche, lo que interrumpe el sueño y hace que despertemos con la sensación de no haber descansado lo suficiente", afirma Montilla.

Si padeces dolores musculares, es fundamental que prestes atención a la postura en la que duermes. La mejor postura, tal y como manifiesta Montilla, es "dormir de lado o dormir boca arriba" y la peor, boca abajo, "ya que puede poner una tensión adicional en el cuello y la espalda".

Llevar una dieta inadecuada

"El concepto de 'mala dieta' es muy amplio pero, en general,  el consumo excesivo de sustancias estimulantes durante el día y las cenas tardías y muy copiosas pueden dificultar el sueño", explica a Business Insider Carlos Fernández Moriano, responsable del área de Divulgación Científica del Consejo General de Colegios Farmacéuticos.

Según explica Fernández, "entre los alimentos que la dificultan podríamos incluir los que contienen sustancias con efectos estimulantes sobre el sistema nervioso, como bebidas y refrescos con cafeína/té/guaraná/mate, el ginseng (Panax ginseng) o el chocolate puro".

"Las cenas copiosas a horas tardías y el alcohol en cantidades elevadas puede aumentar la sensación de somnolencia, pero también altera la calidad del sueño", asevera Fernández, y recomienda tener en cuenta que lo que comamos durante el día nos va a afectar por la noche. 

El problema no solo afecta al descanso, sino que padecer insomnio "produce un aumento en los niveles de grelina, una hormona que incrementa la sensación de hambre, mientras que disminuye la producción de leptina, que también es una hormona, pero que favorece la sensación de saciedad". 

En otras palabras, dormir mal nos dará hambre y nos dificultará mantener una buena higiene alimentaria.

Para evitarlo, Fernández apunta que no se trata de restringir alimentos estimulantes exclusivamente, sino elegir aquellos que favorecen el sueño, como "la leche o algunas infusiones de plantas medicinales (manzanilla, tila, melisa, pasiflora), que pueden incluir sustancias con efectos tranquilizantes”.

Asimismo, el experto recomienda mantener "un consumo suficiente de nutrientes y vitaminas para reducir el riesgo de padecer problemas del sueño".

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