Edulcorantes en vez de azúcar: puede ser peor el remedio que la enfermedad

edulcorantes

Getty Images

  • Lo fácil que te viene a la mente si quieres disminuir el consumo o dejar el azúcar, es optar por los edulcorantes. Piensas que siempre será mejor o al menos más sano, pero puede ser lo contrario.
  • Hay estudios que revelan que al final puede ser peor el remedio que la enfermedad, y que lo mejor es optar por sustitutivos naturales, como la miel. 
  • La necesidad de incluir dulzor en nuestras comidas no es malo, pero sí lo es la adicción que provoca. No es hambre, sino necesidad, por lo que si dejas totalmente el azúcar notarás y sufrirás una especie de síndrome de abstinencia. 

Una de las obsesiones de nuestro tiempo es el azúcar, aunque seguro que no puedes evitar ser adicto a él. Es un continuo tira y afloja, echando mano de edulcorantes para no sentirte tan mal. Pero es una obsesión que, a la luz de la ciencia, es cada vez más justificable

Y es que parece uno de los grandes enemigos de la salud, fuente de muchos males. Eso lo sabe también el marketing, que inunda todo con productos bajos en azúcar y con múltiples opciones de edulcorantes sustitutivos, pero tampoco es una solución.

Los edulcorantes, ¿un buen sustitutivo saludable?

Los edulcorantes desencadenan una alteración de la respuesta glucémica, lo que hace aumentar el riesgo a la diabetes, como pasa con el azúcar. Por ello, se recomienda también un consumo moderado.

Es más, el riesgo en este caso puede ser mayor, ya que como consumidor, creyendo que los edulcorantes sustituyen al azúcar y sin los peligros del mismo, puedes tomar mucho más o peor aún, sin límites, con consecuencias aún peores. 

¿Peor el remedio que la enfermedad?

La revista Cell publicó un estudio que refuerza todas las evidencias previas. Aunque los edulcorantes superan todos los controles para su consumo, hay que procurar limitarlos lo más posible. Generan no solo alteraciones en los niveles de azúcar en sangre, sino también cambios en la microbiota intestinal.

El estudio se ha producido sobre personas sanas, y los resultados no invitan a un consumo despreocupado de los edulcorantes. Tanto el aspartamo, como la sacarina, la estevia y la sucralosa, provocan una alteración en la respuesta glucémica, paso inicial a una posible diabetes del tipo 2.

Estimulación negativa

A pesar del aumento de los edulcorantes y la disminución del consumo de azúcar, no solo no han disminuido las tasas de obesidad y sobrepeso, sino que han aumentado. Y es que el organismo reacciona con solo detectar dulzor.

Incluso aunque no sean calóricos, su consumo desencadena en el organismo un efecto similar, de tal modo que las papilas gustativas cuando detectan el dulzor estimulan la secreción de insulina y eso parece favorecer la ganancia de peso. 

No es el producto, sino el procesado

Los productos no son dañinos por sí mismos, sino por el procesado o ultraprocesado que conllevan. Es el caso de los edulcorantes, de un origen mucho más artificial que el azúcar. Puede ser más nocivo ese proceso que los componentes y propiedades iniciales en sí. Lo mismo ocurre con derivados como los postres lácteos, los yogures edulcorados, dulces y refrescos.

Lo natural es la respuesta y hay opciones de llevar una vida dulce sin tener que recurrir al azúcar y edulcorantes. Como muchos especialistas señalan, al final es una adicción que podemos irnos quitando poco a poco. La respuesta sobre nuestro organismo no es de hambre, sino de necesidad de más, de ahí esa sensación a veces de descontrol.

El sustitutivo más natural

La más obvia y que seguro te viene a la mente es la miel. En vez de echarte un terrón en el té o infusión, o una sacarina, por qué no un poquito de miel. Lo mismo en un yogur o incluso una ensalada. Eso sí, contiene fructosa, glucosa y sacarosa en porcentajes altos, de ahí que al final optemos por poner poca cantidad para que no empalague.

También tenemos el azúcar de coco, ideal para endulzar sin tanto riesgo, porque su contenido en fructosa es bajo (2-9%) y el contenido en minerales, relativamente alto.

Las otras opciones

El sirope de arce: este sirope, y otros como el de agave, sirve para endulzar infusiones y cafés, macedonias de frutas o diferentes postres lácteos como yogures y cuajadas. También es perfecto para aliñar las ensaladas, mezclando bien con vinagre, sal y pimienta.

Melaza de arroz: se extrae de los granos de arroz redondo y sirve como endulzante natural con pocas calorías y un alto contenido en calcio (273 mg/100 g). De usos similares al sirope de arce; y la panela, un azúcar, pero no es sometido a ningún refinado, centrifugado, depuración o cualquier otro tipo de procesado, por lo que conserva todas las vitaminas y minerales presentes en la caña de azúcar.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.