La precampaña ha ido de 'sanchismo', de platós y de acuerdos de Gobierno: la campaña de verdad empieza esta noche y esto puedes esperar de ella

Aunque pudiera parecer lo contrario, la campaña electoral para las generales del próximo 23 de julio no empieza hasta esta medianoche. Será entonces cuando la ley electoral amparará a los candidatos, que desde ese momento podrán pedir el voto.

Hasta ahora no lo habían hecho abiertamente, si bien la Junta Electoral ya ha tenido que pronunciarse en repetidas ocasiones para, por ejemplo, retirar una polémica lona desplegada por Vox que animaba a los viandantes del centro de Madrid a decidir "lo que importa". El grafismo que acompañaba el eslogan: iconos del movimiento feminista o LGTBI sobre una papelera.

Ese cartel puede servir como termómetro de la campaña que comienza esta noche y que se prolongará hasta el próximo viernes 21 de julio. El sábado 22 será la clásica jornada de reflexión y el domingo 23 podrán acudir a sus colegios más cercanos 37.466.432 personas que están llamadas al voto.

Será una campaña atípica, sobre todo por las temperaturas atmosféricas —será la tercera vez en la historia de la democracia que unas generales se celebran en verano, como sucediera el 22 de junio de 1986 y el 26 de junio de 2016— y por las temperaturas políticas: tras las municipales de mayo el PSOE ha pasado a la ofensiva y las encuestas vaticinan para el 23J un escrutinio de infarto.

Cuando el lunes 29 de mayo por la mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en una inesperada comparecencia en La Moncloa este anticipo electoral —las generales estaban previstas para diciembre—, los analistas políticos titubearon. Sánchez no solo había pillado a pie cambiado a sus principales rivales políticos: también incluso a miembros de su partido.

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5 semanas y media después del anuncio, algunos de los debates que se abrieron aquella mañana ya se han dado por superados. De hecho, este 2023 los españoles podrán votar con más certezas que hace 4 años. En la noche electoral de abril de 2019, cientos de simpatizantes socialistas gritaban al balcón de la madrileña calle Ferraz, donde está la sede del PSOE, aquello de "con Rivera no".

Esta vez, quien deposite este 23 de julio su voto en una urna lo hará con la seguridad de que ni Sánchez ni Feijóo buscarán pactos con Albert Rivera: dejó la política hace casi 4 años y su partido, Ciudadanos, ya ni siquiera se presenta a estos comicios. La decisión la tomaron tras un proceso de refundación que no ha terminado de dar sus frutos.

Quien vote este 23J también lo podrá hacer con la seguridad de que si vota a PSOE o a Sumar y estas 2 fuerzas, que constituyen el bloque progresista, logran una mayoría parlamentaria, se entenderán y conformarán un nuevo Gobierno de coalición, el segundo en la historia de la democracia tras el del PSOE y Unidas Podemos que comenzó su legislatura en 2020.

Quien apueste por el PP de Alberto Núñez Feijóo o por Vox, de Santiago Abascal, tendrán, por primera vez, una certeza similar. No hacía falta atender a lo que está sucediendo en los nuevos bastiones de las fuerzas conservadoras, como Valencia o Extremadura, lo ha reconocido el propio Feijóo.

"Mi límite para gobernar en solitario es tener más escaños que la izquierda. Donde necesitemos el sí de Vox, lo lógico es que Vox esté en el Gobierno; si no le tengo que pedir el sí, lo lógico es que no forme parte", reconocía en una entrevista en El Programa de Ana Rosa esta misma semana. Así, esta campaña electoral va a ser atípica por algo más que esas temperaturas.

También será atípica por la prudencia con la que muchos candidatos hablarán de lo que en un principio podrían ser rivales. Antes de 2020 no era extraño ver a líderes del PSOE o de Podemos poniéndose en un brete en pleno debate electoral. Esta vez los acuerdos para el futuro Gobierno están bastante avanzados. Solo queda el trámite de conocer los resultados electorales.

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En la precampaña para las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo se hizo especial énfasis en cómo los primeros compases de la misma la trató de dirigir el PSOE centrándola en propuestas relacionadas con la vivienda —avales para jóvenes para hipotecarse, construcción y desbloqueo de vivienda pública, aprobación de la esperada ley de vivienda—.

Sin embargo, en su recta final la aparición de candidatos de EH Bildu que habían sido condenados por delitos de sangre relacionados con su actividad en la extinta banda terrorista ETA provocó que el discurso lo comenzaran a dirigir —desde Madrid— contendientes políticos del calibre de la popular Isabel Díaz Ayuso, que revalidó su gobierno autonómico con una aplastante mayoría absoluta.

"Mentiras, manipulación y maldad". Sánchez y su equipo ahora son conscientes de que durante su mandato no han calibrado de manera adecuada el papel que tienen los medios de comunicación en democracia y el presidente lleva un par de semanas arguyendo esas tres palabras para explicar qué es eso del sanchismo.

Lo ha hecho en ese lapso de tiempo en matinales radiofónicos como Más de uno, de Onda Cero, o programas de televisión como Lo de Évole, en La Sexta, El Hormiguero, de Antena 3 —el talk show más seguido de la parrilla nacional—, o El Programa de Ana Rosa, en Telecinco. Las intervenciones de Sánchez han acabado siendo virales y celebradas en redes. 

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El presidente asegura querer pinchar esa "burbuja" del sanchismo que, a su juicio, ha inflado "la derecha y la extrema derecha". La duda es qué ha podido reservar el PSOE para la campaña electoral —la de verdad—, que comienza esta noche. 

Como si fuera premonitorio, los socialistas han reutilizado el eslogan de precampaña para las municipales y autonómicas —Defiende lo que piensas— mientras ya están colocando el que podría ser su nuevo eje comunicativo, La mejor España. Aunque, eso sí, hasta ahora Sánchez se ha limitado a exponer la que considera la peor.

Son 3 palabras, La mejor España, algo más largas, eso sí, que las elecciones de Sumar —Es por ti— o las del propio Partido Popular, cuyo eslogan será Es el momento. El PP espera movilizar el voto conservador aludiendo a ese ahora o nunca, aunque en ocasiones su equipo considere que no es el momento de aceptar ciertos debates —aquí puedes ver todos los que se celebrarán—.

Feijóo y Sánchez sí participarán en un cara a cara en Atresmedia —Antena 3, La Sexta— el próximo lunes a las 22:00. El jueves los portavoces parlamentarios de los 7 principales partidos del Congreso —PSOE, PP, Vox, Sumar, ERC, PNV y Bildu— se las verán en otro formato en RTVE, a las 22:00 también. 

El miércoles 19 de julio participarán también en RTVE en otro debate a 4 Pedro Sánchez, Yolanda Díaz (Sumar) y Santiago Abascal (Vox), con la ausencia de Núñez Feijóo. Feijóo ya había rechazado previamente otro debate organizado por El País y la Cadena Ser para el viernes 14 de julio que finalmente ha sido desconvocado después de que Abascal anunciara que tampoco iría.

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El motivo por el que Sánchez ha visitado tantos platós en precampaña no es otro que movilizar al electorado progresista que se pudo quedar en casa el 28 de mayo. Feijóo también está participando de su particular gira de medios, pero esas negativas a ciertos debates lanza también un mensaje elocuente que las encuestas empiezan a recoger.

La foto fija del lunes pasado es la siguiente. 40dB para El País y la Cadena Ser vaticinó que el PSOE habría recuperado 5 escaños en precampaña y el PP sigue favorito, pero sufre una sangría de votos a Vox y las 2 fuerzas conservadoras no lograrían su anhelada mayoría absoluta.

NC Report para La Razón, por su parte, sí daba el mismo lunes una absoluta para PP y Vox, aunque en su último reporte sí reflejaba que los pactos de Gobierno en las comunidades autónomas entre ambos partidos estaba suponiendo un coste para ambas fuerzas.

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Por su parte, GAD3, la firma del sociólogo Narciso Michavila, una de las más respetadas en el ámbito del análisis demoscópico, está haciendo un tracking diario para el periódico Abc y este lunes indicaba que el PP no baja de 150 escaños, pero una caída de Vox pone en riesgo la mayoría absoluta de las fuerzas conservadoras.

Por último, este miércoles 5 de julio se conoció el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que desde hace unos años lleva el apellido "de Tezanos", por su polémico presidente, el sociólogo José Félix Tezanos.

El CIS de Tezanos daba esta semana por primera vez la victoria al PP de Alberto Núñez Feijóo en las generales del 23 de julio. Sin embargo, abría la puerta a un Gobierno de coalición de PSOE y Sumar con mayoría absoluta. Esas son sus conclusiones: expertos como el analista de datos Kiko Llaneras remarcan que las estimaciones del CIS siguen siendo imprecisas.