Por qué el drama habitacional se colará en la campaña del 23J: la preocupación por la vivienda se dispara entre los problemas que más inquietan a los españoles

La vivienda se convierte en una de las principales preocupaciones de los españoles.

REUTERS/Jon Nazca 

  • La preocupación por la vivienda se ha disparado en los últimos meses, colándose entre los principales problemas de España, según los encuestados del último barómetro del CIS.
  • La vivienda ya es un drama para los españoles, por eso, la campaña electoral del 23J estará profundamente marcada por la cuestión habitacional, un problema que no solo afecta a las grandes ciudades.
  • Este es el gráfico que muestra la evolución de la preocupación de los ciudadanos por la vivienda y cuáles son las razones de este aumento.

La preocupación por la vivienda se ha disparado entre los principales problemas de los españoles.

Y no solo porque el Gobierno central  marcase el rumbo de la campaña electoral del 28 de mayo con la vivienda por bandera, sino que se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para los ciudadanos y está camino de convertirse en un auténtico drama habitacional.

No es para menos. El precio de los pisos lleva 9 años subiendo sin parar y en algunas ciudades ya supera los máximos de la burbuja inmobiliaria. Emanciparse se ha convertido en una utopía para algunos colectivos, como los jóvenes, que se encuentran con que, en las ciudades con oportunidades de empleo, los alquileres baten máximos históricos. 

El cóctel de subida de precios y falta de oferta, sumado a la pérdida de poder adquisitivo de los hogares, deja un panorama insostenible que pretendía revertirse con la prometida y esperada ley de vivienda del Gobierno de Coalición. Una norma a la merced de los gobiernos autonómicos que quieran aplicarla, muchos de ellos ahora presididos por el PP tras los resultados del 28M.

Y unque la vivienda tuviese más peso en las elecciones autonómicas porque es el nivel de administración donde el Gobierno estableció su aplicación, el debate continuará de cara a las elecciones generales del 23J. 

Arrancada la pre-precampaña para el 23J desde que el presidente disolvió las Cortes, el bloque de la izquierda, con Pedro Sánchez y Yolanda Díaz a la cabeza de Sumar, seguirán reivindicando la ley de vivienda como uno de sus mayores logros, frente a la negativa del PP de aplicar la ley en los territorios que ahora pasará a gobernar. 

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Con la aprobación de la ley de vivienda, el Ejecutivo pretendía enfrentar la difícil tarea de encontrar soluciones efectivas para el problema del acceso a la vivienda, haciendo funambulismo entre dar seguridad a los propietarios y proteger a colectivos vulnerables, garantizando el derecho a una vivienda digna.

Pero muchas de las medidas anunciadas, como los controles de precios, amenazan con llevarse por delante un derecho igual de constitucional; el de la propiedad privada. 

Esta es la gran crítica del sector privado. La inseguridad jurídica que puede provocar la nueva regulación podría provocar un 'efecto bumerán' contrario a lo que se pretende conseguir: la retirada de viviendas del mercado, lo que aumentaría la presión sobre la ya escasa oferta, tirando de precios.

La preocupación, tanto de inquilinos como de propietarios, se refleja en ese aumento de la intranquilidad que rodea a la vivienda en España y que la coloca entre los principales problemas del país.

La vivienda se dispara entre los principales problemas de España, solo por detrás de la crisis económica, los problemas políticos en general, el paro y la sanidad

Entre los principales problemas de España que afectan a los ciudadanos día a día, como el paro, los problemas económicos, la sanidad o la educación, se ha colado la vivienda. 

Según los estudios que hace el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre los problemas que más preocupan a los españoles, la vivienda ha ido cogiendo peso desde el pasado diciembre y en el último barómetro, los españoles la colocaban en el quinto puesto del ranking de los principales problemas de España.

Más allá de que no sea coincidencia el aumento de la preocupación por la situación habitacional con los recientes anuncios en materia de vivienda por parte del Gobierno y candidatos de todos los colores políticos durante la campaña del 28M, la situación ha llegado a un punto que los españoles no pueden obviar. 

Encontrar un piso en las grandes urbes que no absorba más del 70% (o más) del salario es cada vez más difícil, pero no se trata de un problema exclusivo de las capitales. La preocupación por la vivienda se existe también en las zonas rurales. "Los problemas de vivienda, por muy paradójico que le parezca a algunos, también se extienden a la España vaciada", comentaba Tomás Guitarte en una entrevista para Business Insider España.

"Por un lado, hay mucha vivienda desocupada, que los propietarios la mantienen en condiciones de habitabilidad, pero no la alquilan porque la usan en periodos vacacionales; y por otro, hay muchas que están abandonadas y en ruinas", explica el diputado de Teruel Existe en el Congreso y portavoz de la España Vaciada. 

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La promoción de vivienda pública para el mundo rural ha sido una de las aportaciones que el partido de Guitarte ha conseguido introducir en la ley de vivienda y que afecta, por tanto, no solo a las grandes ciudades congestionadas, sino que se expande por todo el territorio nacional.

La preocupación por la crisis económica sigue siendo la principal inquietud de los españoles, seguida del paro, los problemas políticos en general, la sanidad, la educación y las desigualdades. Sin embargo, todos ellos se mantienen constantes desde el último trimestre del año pasado, mientras que la vivienda es la única problemática que aumenta de forma considerable.

Por qué la preocupación aumenta entre los españoles

El origen del problema es claro: falta oferta. Hace falta un parque público de vivienda que responda a las necesidades habitacionales de colectivos vulnerables. 

"Hay una clara insuficiencia en cuanto a creación de nueva vivienda. No es algo que solo ocurriera en 2022. Llevamos varios años consecutivos, desde 2020, con una clara falta de vivienda", avisa Judit Montoriol, economista jefe en el departamento de Economía Española de CaixaBank Research.

El INE calcula que en España se formarán unos 217.000 nuevos hogares cada año hasta 2027. Eso significa un millón más de hogares en los próximos 5 años. Pero cada año se construyen la mitad de viviendas. En 2022, el número de visados de obra nueva (unas 110.000 viviendas) fue inferior a la creación neta de hogares (210.000, según la EPA). 

Prueba de la tensión entre oferta y demanda, en 2022 se vendieron 649.494 pisos en España, el dato más alto visto desde 2007, cuando el mercado estaba en plena burbuja inmobiliaria y llegaron a venderse más de 775.000 pisos. De hecho, si no se baten récords históricos es, en parte, porque no se construye tanta vivienda como entonces.

La consecuencia directa de que haya más demanda que oferta es que los precios suben. En 2022, la vivienda sufrió su mayor encarecimiento en 15 años: comprar un piso era un 7,2% más caro que un año antes, según datos del INE. 

Mientras tanto, los salarios no evolucionan ni de lejos al mismo ritmo. "No se trata solo de que falte vivienda, sino que con el poder adquisitivo de los españoles, el grueso de la población tiene serias dificultades para acceder", señala Beatriz Toribio, experta en el sector y directora general de Masteos.

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A ello se suma la crisis de precios y las subidas de tipos de interés, que complican todavía más el acceso a la vivienda, y cuyos efectos ya empiezan a observarse en la venta y concesión de hipotecas, que encadenan varios meses de caídas desde diciembre.

La situación es crítica. Ni siquiera el Estado puede aliviar la situación para los colectivos más vulnerables. Básicamente porque en los últimos años se ha producido un desmantelamiento del parque de vivienda pública, dejándolo en proporciones ridículas. En el caso del alquiler, el número de viviendas sociales no llega al 3% del total del parque.

En las últimas semanas, el Gobierno se había propuesto revertir la situación, al anunciar una movilización histórica de suelo y activos de la Administración, para al menos asegurarse un parque de vivienda pública decente. Ahora, tras los resultados del 28M y la convocatoria de elecciones generales, está por ver qué medidas se llegarán a materializar.

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