El gigante americano del patinete compartido Bird compra su rival europeo Circ

Patinetes eléctricos compartidos Bird en Zúrich.
Patinetes eléctricos compartidos Bird en Zúrich.
  • El gigante del patinete eléctrico de Los Ángeles Bird compra su rival europeo Circ, según ha confirmado la primera este lunes.
  • No se ha desvelado la cuantía del acuerdo.
  • Es probablemente el principio de una gran oleada de adquisiciones entre empresas de patinetes.
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El gigante del patinete eléctrico de Los Ángeles Bird se hace con su rival europeo Circ, según ha confirmado la primera empresa este lunes.

No se ha desvelado la cuantía del acuerdo, que ya publicó el Financial Times el pasado viernes.

Circ, antes conocida como Flash, habría estado buscando comprador ha pasado dificultades a la hora de levantar más dinero. El Confidencialya publicó en diciembre las dificultades por las que estaba pasando la empresa alemana, quedándose sin fondos ni directivos. 

Ambas compañías operan en diferentes ciudades españolas, distribuyendo sus patinetes eléctricos compartidos por las calles, de manera que los usuarios puedan utilizarlos según los encuentran y volverlos a dejar cuando terminen con ellos.

Leer más: Cientos de robos, un mercado de piezas en Wallapop y desbandada de compañías: todo lo que les ha fallado a las empresas de patinetes en su primer año en España

Bird se acerca así a Lime, el también gigante de Silicon Valley que en apariencia lidera la carrera por el mercado del patinete eléctrico compartido en Europa ("en apariencia" debido a que las empresas de patinetes no revelan sus cuentas).

Bird asimismo ha anunciado este lunes una ampliación de 75 millones de dólares a su última ronda de financiación, con lo que finalmente ha levantado 350 millones de dólares en total. 

Por su parte, Circ levantó a principios del año pasado 60 millones de dólares en una ronda.

La adquisición marcara el principio de una consolidación en el mercado de los patinetes que viene previéndose. En el mercado europeo hay muchas startups de patinetes y la supervivencia de todas ellas, siquiera de la mayoría, es poco probable.

En España, de hecho, una parte de las compañías que comenzaron a operar en 2019 han dejado de hacerlo, han abandonado el país o están en pausa, esperando a abrir en ciudades distintas o a unas condiciones más favorables, ante una oleada de robos, la fuerte competencia y los bajos precios de muchas de ellas.

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