Salas con músicos, acróbatas y ríos de mercurio: el enigma del mausoleo del emperador chino

Los guerreros de Xi'an, totalmente únicos, cada uno de los 8.000 con su rostro.
Los guerreros de Xi'an, totalmente únicos, cada uno de los 8.000 con su rostro.

Aaron Greenwood | Unsplash

  • Uno de los grandes misterios de la arqueología es la ubicación de la tumba del emperador Qin, el de las figuras de terracota de Xi'an, rodeada de pasadizos, trampas, salas y ríos de mercurio. 
  • Hasta ahora se han ido descubriendo poco a poco, al ser una auténtica ciudad bajo tierra, emulando el reino del emperador. 
  • Sus cifras dejan casi en mera anécdota tumbas como las del Valle de los Reyes o la mismísima Gran Pirámide. 
Primero en Upday Cintillo

Las historias sobre las tumbas egipcias en el Valle de los Reyes y las pirámides son tan legendarias como bien conocidas por el gran público, pero comparado con la tumba del rey chino Qin, el de las figuras de terracota, parecen cosa muy menor. Es más, como pasó con la Gran Pirámide, no se tardó mucho en profanar algo que parecía inexpugnable, cosa que no ha ocurrido con el emperador chino.

Son uno de los grandes retos arqueológicos modernos, junto al descubrimiento de las tumbas de Alejandro Magno, Genghis Khan o Cleopatra. Pero, en el caso de Qin Shi Guang, más que el descubriendo, la fascinación está en cómo se construyó y de su hipotética condición de inexpugnable, rodeada de trampas y de un gran lago de mercurio.  

Quién fue Qin Shi Guang

Si hay un personaje histórico vital en la historia china, es Qin, a un nivel superior al que puede ser Julio César, Alejandro Magno o Napoleón en Occidente. Definidido como soberano de todos los mortales y de los espíritus, unificó los siete reinos, conformando la China actual, construyó la Gran Muralla y planificó y mandó construir obras faraónicas, hidráulicas o de transporte

Sus logros podrían dejar en pequeños a los mismísimos Keops, Ramsés III o Augusto, que pasaron a la posteridad por su poder, pero también por eternizar ese mismo poder a través de obras y monumentos que aún hoy muchos siguen en pie y nos fascinan. La muerte de Qin hace 2.000 años y su paso a la posteridad tenía que estar al nivel de su periplo en vida. 

Los guerreros de Xi'an

Pero quizá pienses que la tumba de Qin ya fue descubierta, si lo relaciones con los famosos guerreros de Xi'an, en otro de los hallazgos arqueológicos más importantes de la historia. Era la antigua capital de los Qin y allí yacen mies de guerreros de terracota. El ejército trasladado en piedra hombre a hombre, con facciones diferentes, para custodiar al emperador en la otra vida.

Ante estos parámetros, tumbas como las egipcias quedan en muy poco, que ya es decir. Pero si ahí está su ejército es que forma parte del mausoleo. ¿Por qué no se ha encontrado aún la tumba? ¿O se sabe dónde está, pero no se puede acceder a ella?

La tumba inexpugnable y más grande que vieron los siglos

Guerrero de Terracota Qin.
Guerrero de Terracota Qin.

Si todo esto te parece increíble, es solo el principio, porque más que una tumba es una auténtica réplica de todo su reino bajo tierra, concretamente de la ciudad de Xianyang, antigua capital: 2,13 kilómetros cuadrados de pasadizos subterráneos, 8.000 soldados de terracota, jinetes, arqueros lanceros y carros custodian un recinto amurallado subterráneo que aún hoy mantienen intacto. 

Se supone que tras esas murallas, llega lo más increíble, tras pasar trampas, flechas, explosivos y ríos de mercurio: la tumba del emperador de emperadores chino. Cuesta imaginar cómo será y lo que habrá en esa sala. 38 años de construcción para dar descanso eterno a Qin, unificador de todas las chinas, 700.000 personas en trabajos forzados en pos de su obsesión de inmortalidad.

El mercurio, protagonista

No solo por los ríos y lago de esta sustancia, sino por la influencia en la vida y sobre todo en la muerte del emperador Qin. No en vano fue la causa. En la China de la época se creía que la toma de mercurio era un elixir de inmortalidad, así que no dudó en tomarlo a través de brebajes para vivir más y más. Pero lógicamente pasó lo contrario. 

La muerte fue presumiblemente por envenenamiento de mercurio. Esa fue la causa, pero la consecuencia sería una gran revuelta en China e intentaron borrar cualquier indicio histórico de su figura. Sin embargo, la tumba no se tocó, fuera por miedo o porque no se podía asaltar.  

Avanzando hacia el destino final

La tumba de Qin es así un caso único en la arqueología, porque la tumba es tan inmensa, que se van descubriendo áreas y salas, con estatuas, escribas con tiras de bambú, bailarines en plena danza, gimnastas, acróbatas, músicos con instrumentos ya desaparecidos o animales como patos y cisnes, pero no se llega al túmulo funerario.

Se han incluso escrutado el área desde el aire, con infrarrojos y todo tipo de tecnología para "ver" bajo el terreno y ubicar la tumba. Todo esto suponiendo que el conjunto es la tumba en sí y no una enorme obra de distracción, y que el lugar de descanso de Qin esté en otro lugar. Sea como fuere, historiadores, arqueólogos y científicos han ratificado todos estos datos.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.