Uso IA para enseñar a conducir a los coches autónomos: la gente es escéptica, pero podrían ser más seguros que los conductores humanos

Asonta Benetti
| Traducido por: 
Ben Foxall en la sede de Wayve en Londres.
Ben Foxall en la sede de Wayve en Londres.

Ben Foxall

  • A Ben Foxall le interesa cómo colaboran el ser humano y la tecnología.
  • Empezó a trabajar para Wayve, una startup que usa IA para enseñar a conducir a los coches.
  • Foxall explica cómo los coches "aprenden" a conducir y por qué cree que es el futuro.

Este artículo se basa en una conversación con Ben Foxall, ingeniero de sistemas de Londres. Se ha editado por motivos de extensión y claridad.

Soy ingeniero de datos en Wayve, una empresa de inteligencia artificial para coches autónomos, en la que dirijo el equipo encargado de la web robótica. Mi equipo supervisa todo el proceso de funcionamiento de los coches autónomos. Creamos interfaces —plataformas en las que podemos ver interactuar el software de IA y el coche— para ver lo que ocurre en los coches robotizados de Wayve.

A veces describo nuestra interfaz de usuario como una "ventana al interior del robot". Nos permite ver lo que ocurre con el modelo que maneja el coche. Nos permite ver lo que ocurre en las cámaras y sensores del vehículo, así como sus funciones de velocidad, dirección, indicación y frenado.

También tenemos una interfaz de usuario orientada hacia el exterior, que es esencialmente la tablet que los pasajeros pueden ver en el salpicadero cuando suben a un vehículo Wayve. Muestra los detalles básicos que un pasajero necesita saber, como dónde está el coche en cada momento.

Los modelos creados por nuestros investigadores controlan nuestros coches

Nuestros modelos utilizan un método específico de tecnología de conducción autónoma llamado AV2.0 que puede conducir utilizando el aprendizaje automático de extremo a extremo.

Nuestra tecnología utiliza mucho el aprendizaje por refuerzo, tomando ejemplos de operadores de seguridad expertos, datos virtuales generados en nuestro simulador interno y experiencia de pruebas en el mundo real.

Con el aprendizaje por refuerzo, experimentas algo una vez y aprendes qué hacer. No programamos reglas en el coche que le digan lo que tiene que hacer.

Es como si tú o yo aprendiéramos a conducir a partir de la experiencia y los "datos" que recibimos mientras conducimos. Por ejemplo, si has visto lo que hay que hacer en un semáforo, ya sabes lo que tienes que hacer en otro lugar.

Construimos el modelo y lo entrenamos a partir de los datos para que desarrolle conocimientos sobre, por ejemplo, cómo parar en un semáforo.

Los modelos que generan nuestros científicos actúan como la "inteligencia de conducción" de los vehículos de Wayve. Cuando se programan en nuestros vehículos, que es lo que hace mi equipo, les permiten conducir de forma autónoma.

Vehículo autónomo

Un incidente que ocurrió cuando era más joven me atrajo a esta industria

Tenía un amigo en el colegio que murió en un accidente de coche. Estaba haciendo una maniobra habitual y no comprobó sus ángulos muertos.

Es dramático que la gente pueda morir en situaciones muy evitables. Pero creo que hay un potencial significativo para que la tecnología sea más segura que los humanos, porque la tecnología puede percibir una mayor cantidad de datos y no se cansa en ningún momento.

Los operadores de seguridad de los vehículos autónomos tienen que estar en nuestros coches cuando probamos un modelo en la carretera. Se entrenan durante tres meses y están preparados para intervenir en caso necesario. Como el modelo aprende de su comportamiento, si un operador de seguridad tiene que intervenir, sabrá que no debe volver a hacerlo.

Creo que la gente se está acostumbrando a la idea de los coches autónomos

Cuando empecé a trabajar en tecnología de conducción autónoma, la gente me decía: "¿Es seguro? ¿No te da miedo?". Pero en los últimos años ha cambiado a: "¿Cuándo se hará realidad?".

La sede de Wayve está en King's Cross, una de las zonas más concurridas del centro de Londres, así que es un entorno realmente complicado para conducir. La primera vez que monté en uno de los coches autónomos de Wayve conduciendo por la zona, me impresionó increíblemente ver cómo se desenvolvían nuestros modelos. Sinceramente, hay momentos en los que te olvidas de que estás en un vehículo impulsado por IA.

 

Ahora mismo estamos construyendo flotas comerciales de coches autónomos para zonas urbanas con el propósito de hacernos cargo de la entrega de última milla del sector de la alimentación. Ya hemos empezado las pruebas con nuestros socios de Asda y Ocado Group, dos importantes cadenas de supermercados del Reino Unido.

La relación de la humanidad con la tecnología cambia constantemente. Mi ejemplo favorito son los interruptores de la luz. Cuando apareció la electricidad, eran algo místico y mágico. Pero con los años se han convertido en algo en lo que confiamos, aunque su funcionamiento sea muy complejo.

Los coches autónomos son alucinantemente complejos e increíbles. Pero en el futuro, ser pasajero de un coche autónomo será como apretar un interruptor.

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