Errores de famosos de más de 80 años que se deben evitar a toda costa: 6 formas de aprender de ellos

Al llegar a la vejez, muchas veces se tiende a mirar hacia atrás y a valorar, ahora desde la distancia, cómo ha sido el camino recorrido. Se analizan los grandes aciertos que hicieron que nuestra vida progresas, pero también los grandes errores de los que es normal arrepentirse. 

Cada vez es más difícil establecer el momento en el que da comienzo la vejez, ya que los hábitos de vida han mejorado mucho en las últimas décadas y la esperanza de vida se acrecienta.

Sin embargo, un marco temporal más o menos inamovible siguen siendo los 80 años. Aunque a finales de siglo se espera que una persona viva incluso hasta los 130 años, en la actualidad lo normal es que esa cifra se acerque más a las 8 o 9 décadas. 

A lo largo de todo ese tiempo se han tenido muchos momentos para cometer errores. Ocasiones en las que irremediablemente —o no— se ha metido la pata hasta el fondo. 

Haber cometido esos errores no tiene por qué significar haber fallado en la vida, ya que estos pueden hacernos aprender de ellos y, aunque nos arrepintamos de haberlos cometido, también pueden habernos servido para ser mejores.

Por ese motivo, desde Business Insider España hemos querido recopilar 6 arrepentimientos o errores cometidos por personas mayores de 80 años para intentar extraer las lecciones detrás de ellos y así aplicarlas a nosotros mismos. 

1. No ver una oportunidad de negocio a tiempo

Cometer errores o arrepentirnos de no haber hecho algo a nivel profesional o económico puede ser una de esas cosas que nos persiga para toda la vida. De ello sabe bastante el inversor bursátil, Warren Buffett. 

El denominado 'oráculo de Omaha' y fundador de la firma Berkshire Hathaway ha tenido grandes aciertos en su vida profesional y en sus inversiones en bolsa, decisiones que le han labrado la reputación de líder de opinión en los negocios. 

Pero todos cometemos errores. Prueba de ello es que Buffett no invirtió cuando tuvo oportunidad de hacerlo en dos de las empresas más exitosas del mundo: Google y Amazon. 

De la primera aseguró durante una reunión de accionistas en 2017 que se arrepentía de no haber adquirido acciones a tiempo por no haber entendido su modelo de negocio. De la segunda confesó ese mismo año que "debería haber comprado acciones de la compañía hace mucho tiempo", pero que debería haber confiado esta decisión a otros expertos a su cargo.

2. Verla donde puede que no la haya 

Amancio Ortega sí que decidió apostar por una oportunidad de negocio que creyó ver, aunque esta finalmente no llegase a buen puerto. Inditex es reconocida como uno de los mayores casos de éxito del sector retail en las últimas décadas, sin embargo, cuenta con un tropiezo en su trayectoria: Often. 

En el año 2003, Inditex decidió lanzar una firma destinada a un público masculino: Often. Esta cadena de tiendas se iba a centrar en un hombre "especialmente urbano y con una visión cosmopolita, de entre 20 y 45 años", y surgía como una división de otra de las firmas del grupo, Pull & Bear. 

La propuesta contó con tiendas en Lisboa, Ferrol, Las Palmas o La Coruña y llegó a ocupar 40 establecimientos. Sin embargo, tres años después de su puesta de largo, en 2006, echó el cierre. 

Tal y como se informó en ese momento, el motivo de la venta a de los establecimientos a la marca Friday's Project fue la constatación de que su modelo de negocio no funcionaba. 

3. Asociarte con la gente que no debes

Otro gran error del que nos podemos arrepentir cuando llegamos a cierta edad es habernos relacionado con las personas que no debíamos. Justamente eso le pasó a Leslie Wexner, el multimillonario de 81 años director ejecutivo de L Brands, grupo empresarial que incluye a la marca Victoria's Secret, y amigo del fallecido Jeffrey Epstein.

Epstein, otro multimillonario que se relacionaba con personalidades estadounidenses de la talla Donald Trump o Bill Clinton, fue acusado de tráfico sexual y prostitución infantil. El magnate se acabó suicidando en una cárcel de Manhattan en 2019 antes de ser juzgado.

Epstein fue amigo de Wexner y llegó a ser en 1995 director de la Fundación Wexner y la Fundación Wexner Heritage, así como presidente de la constructora Wexner's N.A. Property Inc.

Cuando el escándalo de Epstein salió a la luz, Wexner declaró en un correo electrónico enviado a sus trabajadores: "Nunca hubiera imaginado que una persona a la que di trabajo hace más de una década pudiera haber causado tanto dolor a tanta gente". 

El correo electrónico de Wexner recalcaba que "no habría seguido trabajando con ningún individuo capaz de un comportamiento tan atroz y enfermizo como el que se ha denunciado sobre él".

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4. No haberte vuelto a asociar con la gente que sí querías 

El caso contrario serían aquellas relaciones profesionales que se dan y se dan con éxito, pero no se vuelven a repetir, por vicisitudes de la vida. 

Colaboraciones artísticas que se dan una vez, ofreciendo un resultado magnífico, pero no vuelven a repetirse. Un ejemplo sería la asociación entre el actor Ray Liotta y el director Martin Scorsese para la creación de Uno de los nuestros.

El director reconocía recientemente que se arrepiente de no haber vuelto a trabajar con el actor después de la cinta en cuestión. "Teníamos muchos planes para volver a trabajar juntos, pero el momento siempre era inoportuno, o el proyecto no era el adecuado", relataba, "ahora me arrepiento". 

5. No haber sabido pasar página

También puede ocurrir que, por querer volver a recorrer ese camino, este nos lleve a donde no queremos. Fue el caso del ganador del Oscar, Anthony Hopkins, que reconoce haberse arrepentido de indagar en la historia de Hannibal Lecter con Hannibal y Dragón Rojo.

Su actuación en El silencio de los corderos le valió el mayor galardón cinematográfico a Hopkins. Sin embargo, el actor aseguró más tarde que se arrepentía de haber hecho la secuela y la precuela. 

"Lo hice una vez", señaló, pero aseguró que cometió "el error de hacerlo dos, tres veces". Hopkins afirmó en ese momento que no volvería a interpretar el papel de Hannibal Lecter: "No quiero hacerlo. He terminado con eso".

6. No reaccionar a tiempo ante una situación adversa

Hemos visto grandes arrepentimientos relacionados con el terreno de lo profesional o lo económico, pero también podemos cometer errores que tengan que ver con una cuestión más moral. 

Un ejemplo sería el que probablemente sea uno de los mayores arrepentimientos de la reina Isabel II, el caso de la tragedia de Aberfan, en la que murieron 144 personas, 116 niños y 28 adultos. 

El episodio histórico, que fue recreado en la ficción para la tercera temporada de The Crown, tuvo lugar el 21 de octubre de 1966. En una pequeña localidad de Gales se produjo una avalancha, ocasionada por las excavaciones en una mina de carbón que había en la montaña junto al pueblo y que se vio propiciada por las fuertes lluvias.

La reina tardó 8 días en visitar la localidad, una actuación de la que ella ha llegado a reconocer que se arrepiente. La monarca justificó su decisión de haber tardado tanto en acudir asegurando que, de haber visitado antes la localidad, se habría estado más pendiente de ella que de las labores de rescate.