Los 10 desastres tecnológicos de la década: de las Google Glass a la desaparición del sistema operativo de móviles de Microsoft

Business Insider España
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  • A principios de la década el escenario era muy diferente: Facebook era la red social por excelencia y todos nos queríamos hacer con un televisor 3D para pasar largas viendo películas como Avatar, mientras esperábamos a que Google lanzara de una vez por todas las Google Glasses. Diez años después, todo ha cambiado.
  • Hemos sido testigos de como Samsung intentaba mitigar el impacto de escándalo de las escandalosas imágenes de los Samsung Galaxy Note 7, y de como Windows intentaba acceder al mercado de los smartphones con un sistema operativo que todavía evidenciaba las carencias de la compañía en este sector.
  • Son muchos los desastres protagonizados por las grandes compañías estos diez años y es probable que ya no te acuerdes de ellos. No te preocupes, estamos aquí para repasar uno a uno, todos los escándalos más sonados.
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Esta es la transcripción del vídeo.

Ana Muñoz: No solo se termina un año, este 2019 decimos adiós a una década que le ha sentado muy bien a la tecnología.  Ha sido la década por excelencia del smartphone, los drones y las plataformas de streaming. Pero no todo han sido éxitos. Algunas de las mayores apuestas de las grandes tecnológicas simplemente no calaron entre el gran público o demostraron ser flor de un día. ¿Quiénes han resistido a estos diez años?

Alba Asenjo: Televisores 3D.  La sombra de Avatar fue muy alargada, tanto que entre 2010 y 2012 impulsó la industria de la imagen 3D y la lanzó al mercado doméstico. Las marcas ofrecieron al gran público televisores que prometían una experiencia más inmersiva por la que se suponía que merecía la pena pagar un poco más. Sin embargo les salió el tiro por la culata, y con los años el entusiasmo del público se fue diluyendo. En el CES 2017, varios fabricantes ya afirmaban que iban a dejar de ofrecer soporte a los nuevos dispositivos 3D.

¿Qué falló? La infraestructura: Puede parecer una tontería, pero ponerse las gafas cada vez que querías ver algo era un gasto de energía absurdo. Los contenidos: Nunca contó con los suficientes como para justificar su compra, y eso le acabó pasando factura. Los precios: Eran excesivos,  y la gente no estaba dispuesta a pagar por una tecnología que iba a acabar utilizando de pascuas a ramos.

Carlos Ferrer: Los Netbooks. Los Netbooks eran portátiles en miniatura, ligeros y diseñados para navegar por internet. Se desarrollaron por primera vez en 2008 como una opción barata y resistente a los ordenadores portátiles, y estaban enfocados a niños de países en vías de desarrollo. A partir del 2011, fueron los estudiantes quienes vieron en los Netbooks una alternativa a los caros portátiles y a los recién estrenadas tabletas. Podían navegar por Internet sin tener que renunciar a un teclado y eran baratos si lo comparábamos con el precio medio de un portátil. Fueron un éxito: Lenovo, Asus, HP… Todos lanzaron su propio modelo.

¿Qué falló? Su vida útil era muy reducida, y si bien podías llevártelo a todas partes, se quedaban cortos en casi todo: almacenamiento, RAM, en el tamaño de la pantalla…
Al final pagabas unos 300 euros por un aparato por el que solo podías navegar medio bien por internet. A medida que los smartphones fueron haciéndose más completos y las tabletas más potentes, la gente los fue abandonando. Y con razón.

Ana Muñoz: Google Glass. En abril de 2012, Google anunció al mundo el desarrollo de sus propias gafas de realidad aumentada. No eran las primeras en llegar, pero estas tenían detrás toda la tecnología del gigante tecnológico. Asombraron al mundo con una ristra de posibilidades para los usuarios… Que nunca llegamos a ver. 

El primer prototipo solo estaba disponible para desarrolladores, eso sí, previo pago de 1.500 dólares. Fue una auténtica decepción y un fracaso, así que en 2015 Google decidió darle carpetazo a su distribución a gran escala. 

Pero en 2017, ¡sorpresa! Google lo volvería a intentar con las Google Glass Enterprise Edition, enfocándose en las aplicaciones empresariales de las Google Glasses. Tuvieron un relativo alcance en el ámbito médico y logístico. Pero ya. 

¿Qué falló? Su precio: 1.500 dólares eran excesivos, y más tratándose de un modelo dirigido a desarrolladores. No tenía sentido. Su batería: Los afortunados que llegaron a probarlas afirmaban que las Google Glass apenas llegaban a las 5 horas que Google prometía. Si no puedes sacarlas de casa, ¿para qué sirven?

La privacidad: Con ellas podías hacer fotos y grabar vídeos sin que nadie lo supiera, y eso era algo que mosqueaba. A pesar de las peticiones de organismos como la Comisión Europea, Google jamás cedió a la hora de modificar su política de privacidad. 

Carlos Ferrer: Los hoverboard. En 2014, un inventor llamado Shan Chen buscaba financiación en Kickstarter para desarrollar su “Hovertrax”. Este extraño consiguió la financiación que buscaba, pero pasó sin pena ni gloria. No fue hasta el CES de 2015 cuando empezó a asomar la cabeza cuando media docena de estos hoverboards recorrían los pasillos de la feria para asombro de los asistentes. Y ahí comenzó la locura. Durante ese año, Internet se llenó de fotos y vídeos de distintas celebridades paseando sus hoverboards por la ciudad. Y para navidades de ese año, todo el mundo tenía claro que ese sería el regalo estrella. Todos querían ser virales.

¿Qué falló? Los usuarios se dieron cuenta de que hacía falta cierta habilidad y tiempo para dominar este medio de transporte, y al tercer porrazo muchos abandonaron.  Eso, unido a la aparición de noticias de hoverboards que explotaban debido a una mala calibración de sus baterías de litio, acabó de espantar a los pocos que sí se atrevían a intentarlo. 

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Ana Muñoz: Google Plus. Google lo intentó todo para que nos uniéramos a su red social. ¿Te acabas de enterar de que Google tenía una red social? No eres el único.
Google Plus nació en junio de 2011, y pretendía ser la contrapartida del entonces “todopoderoso” Facebook. Era una plataforma que integraba varios de sus servicios, haciendo hincapié en el control que el usuario tendría sobre lo que compartía. Tenía aspiraciones de convertirse en una red social, pero se quedó allí. El proyecto nunca llegó a conseguir el respaldo del gran público.

El 2 de abril de este año y tras varios intentos, Google decidió enterrar para siempre Google Plus. Eso sí, lo hacía apelando a un problema de seguridad que habría puesto en peligro los datos de sus usuarios. 

¿Qué falló? Para cuando quiso llegar Google Plus, Facebook estaba en su mejor momento, YouTube se consolidaba y Twitter comenzaba a despegar. ¿Para qué más?

Y sí, lo acabamos aborreciendo. Google trató de forzar el uso de Google Plus a pesar del rechazo evidente de sus usuarios. Ya ves, a veces tenemos razón.

Alba Asenjo: Samsung Galaxy Note 7. “Marca la diferencia”. Con este eslogan Samsung presentaba en agosto del 2016 su nuevo y flamante Galaxy Note 7. Y no va con segundas. No del todo. Y es que se trataba de una nueva edición del phablet más importante del mercado, uno de los pocos que podía mirar cara a cara el iPhone, pero el escándalo de sus baterías acabó con su distribución y promoción.  A las pocas semanas del lanzamiento del móvil, imágenes de explosiones en aviones, en coches y en tiendas alertaron al mundo de que algo extraño pasaba con este terminal. El problema estaba en un defecto en  las baterías que no había sido detectado, en parte por lo apresurado de su producción. ¡Vaya!

¿Qué falló? A parte de lo técnico, Samsung tardó demasiado en pronunciarse, en dar soluciones y en retirar el móvil del mercado. La prensa y las imágenes virales hicieron el resto.

Carlos Ferrer: La Wii U.  La Wii U es la predecesora más inmediata de la Nintendo Switch, y al contrario que esta última, nunca llegó a gozar de la simpatía de los amantes de la compañía de Super Mario. Y es una pena, pues continuaba con la línea de innovación en el mundo de los videojuegos que ya había comenzado su antecesora, la Wii. Incorporaba un segundo mando que contaba con su propia pantalla. ¿Te suena de algo su diseño? 

En fin. En 2016, esta consola dejó de fabricarse. Nintendo anunció que quería centrarse en la producción de Switch, con lo que dejaría de fabricar poco a poco esta consola. Y creemos que valdrá algo más ahora que se ha convertido en un objeto de coleccionista. La Wii U ya es una consola de culto.

¿Qué falló? ¿Su pobre catalogo? ¿Lo aparatoso de su mando? ¿Lo insuficiente de su  hardware? Sí, todo.

Alba Asenjo: Windows 10 Mobile. Microsoft llegó tarde y empujando al mercado de los smartphones, y no tenemos muy claro si ellos mismos se consideraron alguna vez verdaderos oponentes en este segmento. Y ojo, en sus mejores momentos llegaron a tener una cuota de mercado del 3,6%. En 2015, Microsoft lanzaría su apuesta definitiva con Windows 10 Mobile, un “algo más que un lavado de cara” de su sistema operativo móvil. Era algo diferente a lo que proponían iOS y Android, y ofrecía una mayor integración con su Sistema Operativo de escritorio. Fabricantes como HTC le dieron una oportunidad y llegamos a tener terminales muy interesantes con Windows 10 Mobile… Pero no terminó de cuajar entre los usuarios. 

¿Qué falló? La estrategia. Cargarse Nokia y su legado fue un error. Pero el gran fallo estuvo en no saber comunicar al usuario que realmente existía una alternativa a lo ya conocido. ¿Por qué, Microsoft?
Los desarrolladores: Nunca tuvieron el apoyo necesario de los desarrolladores de apps, de modo que su tienda de aplicaciones siempre estuvo falta de aplicaciones y servicios básicos. La buena noticia, es que el futuro pinta muy interesante para los de Redmond.

Carlos Ferrer: Facebook Home. Un momento, ¿Facebook tuvo su propio sistema operativo? No, pero estuvo muy cerca de lanzar uno con este pequeño simulacro de Mark Zuckerberg. Facebook Home era la interfaz de Facebook para dispositivos Android, una agresiva capa de personalización que te permitía interactuar directamente con tu contenido de Facebook desde la propia pantalla de inicio, por ejemplo. ¿Te imaginas? ¿Tus conversaciones y publicaciones totalmente accesible en todo momento? ¿Por qué a nadie se le había ocurrido algo así antes?

¿Qué falló? Se trataba de una idea insuficiente, una especie de testing de Facebook para saber cómo se tomarían los usuarios el hecho de dar un paso más allá en su integración con los móviles, y no funcionó. La experiencia era totalmente intrusiva, con notificaciones constantes y una interfaz bastante poco atractiva. Facebook lo notó en seguida, y a los pocos meses dejó de lanzar actualizaciones. Por cierto, aún la puedes encontrar en la PlayStore…

Alba Asenjo: Blackberry. Realmente, estamos hablando de la última versión de su sistema operativo propio, BlackBerry OS, con el que buscaba formar parte del complicado mundo de los smartphones de última generación. BlackBerry tuvo su momento a finales de la década de los 2000, ofreciendo una alternativa a todo lo que conocíamos en aquel entonces, por lo que su desaparición significa el fin de una era. 

¿Qué falló? La cesión de la marca a TCL lo terminó de desvincular de la fabricación de móviles, lo que de alguna manera ha acabado a su core. Esto ha llevado a inexplicables giros estratégicos que han acabado por despistar a un cada vez más ausente usuario. Eso, unido a la pérdida de apoyos de grandes nombres como WhatsApp, Facebook o PayPal, no hay quien lo salve.

Ana Muñoz: Hay otras menciones especiales: The Boring Company, YouTube Kids, Twitter Music, Tidal, Airpower de Apple… Todos ellos proyectos que nunca acabaron de despegar o que decepcionaron de alguna manera. La siguiente década está llena de nuevos retos: el 5G, la exploración espacial… Pero eso daría para otro vídeo.

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