No solo adelgazar y controlar la glucosa: Mounjaro puede mejorar drásticamente la presión arterial

Mounjaro

Reuters

  • Mounjaro, un medicamento para la diabetes tipo 2 diferente a la semaglutida y cuyo principal ingrediente activo se llama tirzepatida, se ha popularizado en los últimos meses para combatir la obesidad.
  • Ahora, un estudio publicado en la revista Hypertension revela que 36 semanas después de empezar a tomar el fármaco, los pacientes experimentan una reducción significativa en su presión arterial. 

Mounjaro es el principal competidor de la semaglutida —cuyos fármacos más importantes son Wegovy y Ozempic, inicialmente concebidos para la diabetes pero también aprobados por la FDA para el control de peso crónico en adultos con obesidad o sobrepeso con al menos una afección relacionada con el peso—.

Tal y como explican desde su página web, Mounjaro es una medicina inyectable recetada que se usa junto con dieta y ejercicio para mejorar los niveles de azúcar en la sangre en adultos con diabetes mellitus tipo 2. No se usa para la diabetes tipo 1 ni en menores de 18 años. 

 

Según los resultados de sus estudios, la mayoría de las personas alcanzaron un a1c menor al 7%. Esta prueba de hemoglobina A1c (HbA1c) muestra cuál fue el nivel promedio de glucosa en los últimos dos o tres meses. 

En la actualidad, la Unión Europea baraja la aprobación de Mounjaro para personas diabéticas y con sobrepeso severo. La inyección adelgazante es más eficaz para perder kilos que las alternativas de semaglutida Wegovy y Ozempic, aunque al suspender el tratamiento se puede producir un efecto yoyo y comporta efectos secundarios como náuseas, diarrea y estreñimiento. 

Un nuevo beneficio: mejora drástica de la presión arterial

Una nueva investigación publicada en la revista Hypertension demuestra que Mounjaro mejora drásticamente la presión arterial en pacientes con obesidad después de 36 semanas de tomar el medicamento.

Para el estudio, un equipo internacional de científicos patrocinado por Eli Lilly examinó la presión arterial de 494 pacientes al inicio del estudio y luego midió su presión arterial en la semana 36, con lecturas realizadas durante un período de 24 horas durante datos más granulares.

De la cohorte, 155 recibieron un placebo, mientras que el resto recibió tirzepatida en cantidades variables de 5, 10 o 15 miligramos.

Al final del estudio, aquellos participantes que tomaron tirzepatida experimentaron una reducción en la presión arterial sistólica, entre 7,4 y 10,6 milímetros menor que los del grupo de placebo. En concreto, los resultados apuntan a reducciones medias de 7,4 mmHg con 5 mg de tirzepatida, 10,6 mmHg con tirzepatida 10 mg y 8,0 mmHg con tirzepatida 15 mg.

Los resultados fueron más variados para el número inferior, la presión arterial diastólica, que mide la presión entre los latidos del corazón. Mostró una disminución menor, excepto con la dosis más alta de tirzepatida, asociada con un pequeño aumento.

"Nuestros hallazgos indican que tratar la obesidad con el medicamento para bajar de peso tirzepatida puede ser una estrategia efectiva para prevenir o tratar la presión arterial alta", anota en el comunicado el investigador principal James A. de Lemos, catedrático de cardiología y profesor de medicina en UT Southwestern Medical Center en Dallas.

No se sabe si la reducción de la presión arterial está causada directamente por la tirzepatida o por un efecto secundario de la pérdida de peso. Otra hipótesis es que el adelgazamiento permite hacer más ejercicio, mejorar el descanso o reducir la apnea, todos ellos factores que contribuyen a una menor presión arterial. 

Una lectura más alta de la presión sistólica esté correlacionada con un aumento de accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas.

Limitaciones del estudio

Los investigadores también alertaron sobre las múltiples limitaciones de su estudio que se deben considerar antes de sobreinterpretar los resultados.

Estas son en el uso de un subconjunto de datos limitado del ensayo en el que se basan —de que formaron parte 2.539 pacientes—, medir la presión arterial ambulatoria solo al inicio y a las 36 semanas, y no medir los cambios en la ingesta de alimentos y la excreción de sodio en orina de 24 horas.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.