La recuperación salta por los aires: el FMI prevé un enfriamiento mundial de la economía y que la inflación no pare hasta 2023

Las economías mundiales llevan arrastrando las consecuencias de ómicron y de una inflación desbocada más tiempo del esperado, y eso va a pasarle factura a la recuperación.

El Fondo Monetario Internacional ha alertado hoy del enfriamiento de la economía mundial, con un drástico recorte en sus previsiones de crecimiento para 2022.

"La economía global entra en 2022 en una posición más débil de lo esperado", avisa el FMI en su World Economic Outlook. El organismo dirigido por Kristalina Gueorguieva ha recortado el crecimiento mundial para este año del 5,9% al 4,4%, en medio punto.

Estados Unidos registra la mayor corrección a la baja, limitando su expansión al 4% desde el 5,2% previsto en octubre, después de crecer un 5,6% en 2021. 

España tampoco se salva del hachazo en las previsiones. El FMI ha recortado del 6,3% al 5,8% su previsión de crecimiento para España en 2022. 

Se trata de un recorte que pone en duda los cálculos del Gobierno, que prevé que España crezca este año un 7%.  Un auténtico riesgo, ya que el cuadro macroeconómico y los presupuestos dependen de una previsión que podría estar inflada.

Las dos amenazas que enfrían la economía mundial

Hay dos causas que han hecho saltar por los aires la recuperación: ómicron y la inflación. Y precisamente España está más expuesta a ellos que otros países.

"A medida que se propaga la nueva variante ómicron, los países han vuelto a imponer restricciones de movilidad", explica el FMI. Estas restricciones se han traducido en el hundimiento del turismo y de sectores ligados a la interacción social, como el comercio o la restauración, entre otras actividades.  

Este impacto se ha notado especialmente en España, por su enorme dependencia del turismo, que contribuye al 12% del PIB.

La segunda causa tiene que ver con el aumento de los precios de la energía y la crisis de suministro (los cuellos de botella). Hace meses que las economías mundiales tienen que lidiar con un precio de la energía en máximos históricos y con problemas en el suministro de materiales necesarios para producir. 

Esto se traduce en mayores costes de producción para las empresas, que trasladan el encarecimiento a los precios finales de venta, lo que lleva disparando la inflación durante meses.

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De nuevo, España sufre más que otros países el desmadre de la inflación. España es, según datos de la OCDE, uno de los países del mundo con mayor dependencia energética. Más del 73% de la energía en España se compra a otros países.

En un momento en el que el precio del petróleo, del gas, de la electricidad... no dejan de subir y de marcar récords históricos de precio, la factura se nota todavía más en España. 

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La inflación no se contendrá hasta 2023

Durante meses, diferentes organismos, como el Banco de España, el BCE o el FMI han repetido hasta la saciedad que el episodio de inflación desbocada que estábamos viviendo era un fenómeno transitorio. Medio año después, si alguien lo dice, es con la boca pequeña.

El FMI ha avisado de que la inflación durará más de lo previsto. Es más, no se espera que detenga su ascenso hasta 2023. Esto quiere decir que, con mayor o menor fuerza, 2022 seguirá siendo un año de aumento de precios.

"Se espera que las presiones elevadas sobre los precios persistan durante más tiempo", ha advertido la primera subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, aunque anticipa que dichas presiones se moderarán a lo largo del presente año y, suponiendo que las expectativas de inflación permanezcan ancladas, se espera que la inflación disminuya en 2023.