Esta es la forma de comprar un piso sin ahorros, hipoteca e impuestos

Comprar piso
  • Si estás en esa mayoría de españoles que anhela un piso en propiedad, pero no te salen las cuentas, hay una manera de comprarlo sin ahorros, hipoteca ni impuestos.
  • No tiene letra pequeña, salvo unos matices legales, y supone una opción de lo más beneficiosa y seguramente desconocida por la mayoría, sea porque no creería que es legal o porque no se lo imaginaría.

Puede parecerte un anuncio "vendehumo" o una broma pesada, más aún con lo que cuesta comprar un piso hoy en día y el sacrificio que conlleva, pero es totalmente real, con algún matiz. Si no la conocías, no es algo extraño o al borde de la ilegalidad, muy al contario, algo más propio de una economía colaborativa, usada entre amigos y familiares

Con la subida de tipos de interés, unos precios de la vivienda cada vez más altos y un poder adquisitivo y horizonte laboral incierto, si quieres adquirir tu casa, no solo es la mejor opción, sino que puede ser la única cuando ya pensabas que era imposible optar a ser propietario, tendrías que esperar muchos años o bien endeudarte hasta límites insospechados. 

La clave, el préstamo familiar 

Estamos ante una opción que además facilita el acceso a crédito con intereses nulos o muy bajos. Un préstamo familiar, o entre familiares, implica la transferencia de una suma específica de dinero entre dos individuos, comúnmente de la misma familia, amigos cercanos o allegados. 

En este caso, no se requiere la intervención de una entidad bancaria, con lo que ya entramos en territorio de no depender de intermediarios no deseados o que te van a exigir mucho más. Este tipo de préstamo ofrece flexibilidad en términos de tasas de interés, ya que es el prestamista, es decir, la persona que presta el dinero, quien decide si se aplicarán intereses o no.

La importancia del contrato

Eso sí, para llevar a cabo esta operación de manera adecuada, es esencial formalizarla a través de un contrato. El documento contractual debe incluir la fecha de firma, los detalles del prestamista y del prestatario, el monto del préstamo, las condiciones de interés (si las hubiera), el plazo de devolución y cualquier otro aspecto relevante.

También tienes como posibilidad cancelar la deuda anticipadamente o un procedimiento en caso de impago. Un contrato sólido y completo garantiza que ambas partes estén protegidas y que se eviten malentendidos futuros.

Y qué pasa con Hacienda

Pues otra noticia que te va a sorprender: los préstamos familiares están exentos de tributación, aunque deben ser declarados ante Hacienda. Esta declaración, aunque no conlleva un coste tributario, es un paso esencial para demostrar que no se trata de una donación encubierta de dinero, que estaría sujeta a impuestos específicos. 

Los préstamos familiares se enmarcan en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, en su modalidad de transmisiones patrimoniales onerosas. En este proceso, el prestatario, debe presentar el contrato original junto con el modelo 600 en la Delegación de Hacienda en un plazo legal de 30 días desde la recepción de los fondos.

Intereses y declaración ante Hacienda

Pero vamos con los matices, porque como verás, siempre hay que pasar por caja, pero en este caso supone una cantidad irrisoria comparada con las formas "clásicas" de comprar un piso. Si el préstamo implica el pago de intereses, el prestamista debe declarar estos beneficios como rendimiento de capital mobiliario ante Hacienda. 

Por ejemplo, si el préstamo asciende a 60.000 euros y el prestamista recibe 63.000 euros, incluyendo los intereses, solo debe declarar las ganancias de 3.000 euros. Para ambas partes es un acuerdo de lo más beneficioso, y todo legal.

Si una de las partes fallece

Es la otra pregunta que te harás, al no tener esa "seguridad" de que al otro lado está una entidad que no va a desaparecer. Pero una persona sí, en cualquier momento. Si el prestamista fallece, la deuda se transferirá a sus herederos, quienes deberán asumirla. 

De manera similar, si el prestatario fallece, la deuda pasará a sus herederos, quienes deben cumplir con las condiciones estipuladas en el contrato. Es relevante señalar que los herederos pueden renunciar a la herencia en su totalidad y, por lo tanto, quedar exentos del pago de la deuda. Si no, debe devolverse siempre y de forma completa. 

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