Pau Gasol abre un debate sobre la revolución tecnológica en retransmisiones deportivas: "Hay que gestionarla sin pasarse y sin que incomode"

Pocas voces más autorizadas hay en el mundo del deporte de alta competición y del espectáculo que la leyenda de Los Ángeles Lakers, Pau Gasol. El jugador de baloncesto se retiró hace 2 años pero sigue ligado a la industria, y tiene claro que las retransmisiones deportivas van a seguir cambiando en los años venideros.

Lo que no quiere decir que todo lo que se propongan las grandes ligas le acabe convenciendo.

El barcelonés presentó recientemente, acompañado del también portero de fútbol retirado Iker Casillas y del director ejecutivo de Digital de Telefónica, Chema Alonso, una alianza entre su vehículo inversor, Gasol16 Ventures, con SportBoost, una aceleradora de startups de Casillas, y Wayra, la oficina de innovación abierta de la teleco española.

En un evento en Madrid, Gasol fue interrogado por Andrés Saborido, director global de Wayra, y por Chema Alonso, el conocido hacker de Telefónica, sobre el potencial que también tiene la industria tecnológica dentro del deporte concebido como entretenimiento de masas, algo indispensable en la oferta a consumidores de la teleco española.

El propio Alonso remachaba cómo la irrupción de nuevas tecnologías, como la realidad virtual, permitiría a los espectadores poder disfrutar de una retransmisión personalizada, en la que en todo momento los usuarios podrán decidir cómo vivir la experiencia de una final de Champions o de un partido de la NBA.

También advertía cómo cada vez más se evidencia que los aficionados no quieren quedarse solo con la retransmisión meramente deportiva. Quieren más: quieren vivir, por ejemplo, cómo es el viaje en el autobús hasta el estadio o pista en la que se dispute el encuentro.

Fue en ese punto en el que Gasol entró al debate. Habló de un debate que existe "dentro de grandes ligas y también dentro del Comité Olímpico Internacional". "Es la forma de proporcionar la experiencia televisiva al espectador". "Y hasta qué punto se llega", abundó.

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"Se quiere vivir ese momento en el que estás saltando, o metes el tiro ganador, y acabas con una cámara en el hombro y un micrófono aquí", dijo entre risas señalándose el costado. "Es acceder a la adrenalina, a la dopamina, y bueno, hay que gestionar un poco todo, porque crea adicción".

"Luego lo siguiente es dónde quieres meter más cámaras. En EEUU sucede que las cámaras de los medios ya entran en el vestuario antes del partido y después del partido. Ayuda a vender el producto, pero por eso también hay que saber gestionar esa demanda, esos deseos. Hay que saber gestionarlos sin que incomode y sin pasarse".

Chema Alonso también rememoró algunos progresos dados con el equipo de ciclismo de Movistar, y fantaseó con la posibilidad de que en un futuro los usuarios puedan descargarse datos sobre el desempeño de deportistas de élite como Alejandro Valverde para que puedan intentar competir con el ciclista en puertos en cuyo rendimiento ya se haya medido.

De hecho, esas mediciones de datos ya existen y ayudan a los entrenamientos de los ciclistas que corren con la camiseta de Telefónica.

Sin embargo, las palabras de Gasol han abierto un debate que, en el entusiasmo habitual del desarrollo y despliegue de tecnologías en el mundo del deporte, se ha podido dejar de lado. Si habrá drones, cámaras, micrófonos, y la posibilidad de seguir un partido de baloncesto en primera persona, escuchando las voces, los gritos e incluso el jaleo de los deportistas...

Algo tendrán que opinar los propios jugadores sobre ello.