Uno de los cofundadores de Google Brain cree que las grandes tecnológicas están alimentando los miedos sobre los riesgos de la IA para tratar así de obstaculizar a posibles competidores.

Google Brain fue un equipo de investigación especializado en aprendizaje profundo e IA que se fusionó con DeepMind, otro departamento de la multinacional, este mismo año.

Andrew Ng, profesor adjunto en la Universidad de Stanford —dio clases al CEO de OpenAI, Sam Altman— ha concedido una entrevista a The Australian Financial Review en la que defiende que las mayores compañías tecnológicas anhelan una regulación estricta usando "la mala idea de que la IA podría extinguirnos como especie".

"Está claro que hay grandes compañías tecnológicas que preferirían no tener que competir con modelos de código abierto, por lo que están alimentando el miedo de que la IA podría llevar la humanidad a la extinción". "Ha sido un arma para los grupos de presión que piden una regulación que podría perjudicar a las comunidades del código abierto".

La transparencia en IA generativa es crucial para regularla y un nuevo índice suspende en ello a prácticamente todas, desde OpenAI a Google

En mayo, expertos en IA y directivos firmaron un comunicado del Centro por la Seguridad en la IA que comparaba los riesgos que entraña la inteligencia artificial con guerras nucleares y pandemias. Los CEO de OpenAI, Sam Altman, DeepMind, Demis Hassabis, o Anthropic, Dario Amodei, incluyeron sus rúbricas en aquel manifiesto.

Otros pesos pesados de la industria de la IA han elevado advertencias semejantes, preocupados por el desarrollo acelerado de modelos avanzados de IA generativa. Muchos de ellos han llamado a los reguladores a actuar rápido.

Gobiernos de todo el mundo están discutiendo cómo regular la inteligencia artificial, preocupados por la seguridad, la potencial pérdida de puestos de trabajo e incluso el riesgo de la extinción humana. Lo más probable es que sea la Unión Europea la primera región del planeta en desplegar una regulación también sobre la IA generativa.

Ng cree que la idea de que la IA podría extinguir a la humanidad podría desembocar en propuestas políticas como licenciar modelos, lo que acabaría aplastando cualquier intento de innovar. Cualquier regulación sobre IA debería ser desarrollada de forma muy meditada, opina.