¿Por qué los síntomas de la gripe están durando más este año? La ciencia tiene la explicación

Fiebre alta repentina, tos, dolor de cabeza, congestión nasal, falta de apetito o dolores musculares. No hay demasiadas dudas, los síntomas apuntan a un contagio de gripe. 

La epidemia afecta a millones de personas al año en todo el mundo, entre 3 y 5 millones de los casos suelen ser graves, y entre 290.000 y 650.000 personas terminan muriendo. 

No hay que subestimar a la gripe, y mucho menos entre los grupos de riesgo: mayores de 65 años, bebés y embarazadas. Estas personas suelen desarrollar dificultades respiratorias con mayor frecuencia, que pueden terminar en ingreso hospitalario.

Esta enfermedad infecciosa respiratoria es causada por un virus y se divide en cuatro grupos: A, B, C y D. Los virus gripales de tipo A y B son los responsables del colapso de muchos hospitales desde Navidad, también de la imposición de la mascarilla obligatoria en los centros sanitarios de toda España.

Los 7 síntomas de la gripe por los que sí que debes acudir al hospital.

Este año la incidencia de gripe ha sido mayor en España, y muchos sienten que los síntomas se les están haciendo eternos. Algunos aseguran que llevan enfermos hasta dos semanas, otros con suerte han mejorado a los diez días. La gripe apenas duraba en los últimos años unos siete días en su fase aguda, momento de mayor contagio.

¿Por qué la gripe dura más este año?

Aunque no lo parezca, la pandemia del COVID-19 es una de las razones por las que la gripe está siendo más agresiva este año. El uso de las mascarillas ha impedido el contagio del coronavirus, pero también de la gripe, lo que ha causado que el virus se refuerce.

"El organismo ha perdido un poco de memoria inmunológica frente a este virus", ha señalado Ángel Gil, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Rey Juan Carlos para LaSexta. La gripe se contagia más fácil este año y los síntomas son más severos.

Parece que todos los españoles están enfermos en las últimas semanas: toses en el metro, estornudos en la oficina, compañeros de baja... Esto se debe a una confluencia de diferentes virus respiratorios como catarros, gripe y COVID-19, a lo que hay que sumar las clásicas alergias respiratorias.

No es raro que los virus se lleguen a enlazar y sea complicado diferenciarlos. Otros pacientes incluso pueden desarrollar la gripe junto con un catarro común o el propio coronavirus. Esta explosión de virus en el organismo puede provocar cuadros médicos bastante más graves y persistentes.