Motivos por los que jamás debes pagar parte de una vivienda en negro

En España es una práctica común pagar parte de la compra de una vivienda en negro, ya que así se reduce la base imponible y ambas partes ahorran en el pago de impuestos.

Esta es una de las costumbres más arraigadas de la economía sumergida, un problema que Hacienda vigila de cerca y que no está exento de riesgos: una inspección puede acabar en multa económica.

El proceso se lleva a cabo escriturando una casa con un valor inferior al que en realidad tiene. De este modo, el pago de impuestos es menor y ambas partes saldrían supuestamente beneficiadas.

“En aras de ahorrarse impuestos se realiza una compraventa fraudulenta, cobrando una parte en efectivo para reducir la base imponible del ITP, el impuesto que se paga al comprar una vivienda usada”, explica a Idealista Arantxa Goenaga, experta en Derecho Inmobiliario y socia de Círculo Legal Barcelona.

La experta también señala que el comprador puede ahorrarse entre el 6% y el 11% del precio del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales recurriendo a esta práctica.

Este tributo depende de las comunidades autónomas, por lo que el ahorro no va a ser igual en todas partes. En cualquier caso, el riesgo existe en todas ellas y tiene nombre propio: Hacienda.

"Si el precio escriturado es inferior al precio de mercado, Hacienda puede iniciar una comprobación de valores y acabar cobrando el ITP real”, advierte Goenaga. 

En caso de que la Agencia Tributaria descubra el fraude, el comprador puede acabar haciendo frente a intereses de demora e incluso al pago de una multa por evasión fiscal. 

Si el objetivo del comprador es revender la vivienda debería pensárselo 2 veces antes de hacer parte de la inversión en negro.

"Si acaba revendiendo el inmueble por un dinero muy superior, la ganancia patrimonial será alta, por lo que podría acabar tributando más por el IRPF”, aclara la experta. 

En cuanto a la posición del vendedor en este tipo de transacciones, Goenaga argumenta que saldría ganando porque "reduce el pago del IRPF, ya que el valor de transmisión es menor".

Además, al haber recibido menos dinero puede alegar que ha sufrido pérdidas en la compraventa y así ahorrarse el pago de la plusvalía municipal, por lo que el fraude sería todavía más completo.

Pero de nuevo hay que tener en cuenta el papel de Hacienda en estas situaciones: si la Agencia Tributaria estima que el valor del piso no es real va a comenzar una investigación.

Tras comprobar la operación y los valores de la misma, Hacienda va a exigir el pago de IRPF de la mayor ganancia patrimonial obtenida, así que la jugada para el vendedor sería finalmente ruinosa.