Por qué hay tanta obsesión en Estados Unidos con la NFL

Emily Stewart
| Traducido por: 
A bald eagle holding a football
iStock; BI
  • El año pasado, 93 de las 100 retransmisiones televisivas más vistas en Estados Unidos fueron de fútbol americano. Esta temporada las cifras han subido todavía más tras las huelgas en Hollywood y el efecto arrastre de Taylor Swift, entre otros motivos.
  • El cine, la televisión tradicional e incluso otros deportes como el béisbol o el baloncesto tienen dificultades para atraer al público. El fútbol americano es lo único que todavía puede concentrar la atención de todo el mundo en Estados Unidos.

La NFL ocupa un espacio único en el corazón y la mente de los estadounidenses, incluso cuando el panorama mediático se ha fracturado en nichos cada vez más pequeños.

La NFL es el programa de televisión favorito de Estados Unidos. En un momento en el que la gente está dejando de lado gran parte de lo que se emite por televisión tradicional y por cable, la NFL es la única entidad que consigue mantener a los estadounidenses pegados a sus pantallas. En una época de gustos divididos, el fútbol americano es el deporte que más une a los estadounidenses. Lo hace por encima de la política, la edad, la raza, el lugar de residencia y el género (sí, había mujeres que veían fútbol americano incluso antes de que lo empezaran a hacer las swifties).

Últimamente, la liga ha sido un fenómeno especialmente brillante. El año pasado, 93 de las 100 retransmisiones televisivas más vistas en Estados Unidos fueron de fútbol americano, frente a las 82 del año anterior. Una media de 17,9 millones de personas vieron los partidos de la temporada regular, un 7% más que la temporada anterior. Es la cifra de audiencia media más alta de la NFL desde 2015. Los partidos estrella también están acumulando cifras récord: El partido de finales de enero entre los Kansas City Chiefs y los Baltimore Ravens fue el partido del campeonato de la AFC [último paso antes de la Super Bowl] más visto de la historia. 

Incluso en streaming, la competición es un auténtico monstruo: la audiencia del "Thursday Night Football" de Amazon en Prime Video [el partido semanal que se emite durante la noche del jueves] experimentó un aumento del 24% respecto al año anterior, y NBCUniversal dijo que el partido de playoffs entre los Chiefs y los Miami Dolphins, emitido en la plataforma Peacock, fue el evento en directo vía streaming más seguido de la historia en Estados Unidos.

Sin duda, la temporada actual ha contado con algunos factores especiales a su favor. Las huelgas de guionistas y actores, que se prolongaron durante meses, congelaron muchos contenidos nuevos tanto para las cadenas como para las plataformas de streaming. Taylor Swift empezó a aparecer en los partidos de los Chiefs para apoyar a su novio, el tight end de los Chiefs Travis Kelce, lo que puede haber aumentado la audiencia y hecho ganar más dinero a la NFL. Y, oye, las teorías conspirativas del ala republicana más dura partidaria de Donald Trump, según las cuales el romance Swift-Kelce es una especie de conspiración para reelegir a Biden, podrían incluso haber ayudado.

No todo le ha salido bien a la NFL este año, pero su popularidad sostenida y creciente no es sólo una anécdota de 2023. El fútbol americano ocupa un espacio único en los corazones y las mentes de los estadounidenses, incluso cuando el panorama mediático se ha fracturado en nichos cada vez más pequeños. La NFL y el fútbol universitario han seguido siendo extraordinariamente fuertes desde el punto de vista de la audiencia, afirma Brian Fuhrer, vicepresidente senior de liderazgo de producto de Nielsen, por un par de razones de peso. 

En primer lugar, los aficionados al deporte hacen todo lo posible (incluida la piratería) para encontrar el contenido que buscan. En segundo lugar, la NFL, en particular, hace mucho por satisfacer a su público. "Creo que la NFL ha hecho un trabajo realmente bueno al seguir evolucionando su producto para hacerlo lo más televisivo posible y dar a cada ciudad y región equipos con los que parecen seguir enganchados, lo que hace que realmente tenga una fuerza motriz para atraer audiencias", resume.

El fútbol profesional también tiene la ventaja de parecer un acontecimiento. La temporada tiene menos partidos que el baloncesto o el béisbol, y la mayoría de ellos se concentran en una jornada semanal. Los aficionados a la NFL sólo tienen 17 oportunidades de ver jugar a su equipo durante la temporada regular, por lo que todos los partidos son un acontecimiento especial. En cambio, los equipos de la NBA y la MLB juegan 82 y 162 partidos de temporada regular, respectivamente. Esto significa que más gente programa su vida en torno al deporte: la NFL se ve mucho fuera de casa, lo que significa que más gente va a los bares y se reúne en grupos para ver los grandes partidos.

NfL balones

La NFL también se beneficia de la deferencia que las cadenas muestran hacia la competición. La audiencia principal de las cadenas suele ser de mayor edad, por lo que cuando los partidos de la NFL llegan en otoño atraen de nuevo a espectadores más jóvenes. Esto da a las cadenas la oportunidad de promocionar otros contenidos, como los Grammy o The Masked Singer o uno de esos indiscernibles dramas policíacos. Este efecto de arrastre hacia otros contenidos hace que las cadenas sean deferentes con la liga. No quieren contraprogramar grandes partidos, contra los que su programación perdería de todos modos.

Además del comportamiento de los telespectadores, el producto en sí ha estado en alza en los últimos años, afirma Jon Lewis, fundador de Sports Media Watch, que realiza un seguimiento de la industria de los medios deportivos. Se ha beneficiado de una cosecha de jóvenes quarterbacks estrella como Patrick Mahomes, Josh Allen y Lamar Jackson. Han surgido nuevas rivalidades, y equipos que históricamente no han tenido mucho éxito —los Buffalo Bills, los Detroit Lions, los Chiefs— han tenido buenas rachas. "Es una época dorada para la NFL", afirma Lewis.

La NFL ha conseguido dejar atrás las polémicas. Ya casi no se oye hablar de jugadores arrodillados durante el himno nacional, y los aficionados parecen decididos a ignorar en gran medida muchos problemas que afectan a este deporte, como los casos de encefalopatía espongiforme crónica y el de maltrato doméstico. La película de Will Smith Concussion, de 2015, sobre los peligros de este deporte no cambió las cosas, como tampoco lo hizo el vídeo de 2014 del running back de los Ravens Ray Rice agrediendo a su entonces prometida. La liga ha sido capaz de hacer breves gestos hacia los problemas y luego esperar a que pase el tiempo hasta que la discusión avance.

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"Es el pasatiempo nacional", señala Lewis. "La NFL se ha vinculado a la imagen que los estadounidenses tienen de sí mismos, se ha vinculado a la cultura americana de una forma que, en realidad, sólo el béisbol fue capaz de hacer hace décadas. Es el último acontecimiento de masas, la última reunión de masas en televisión que tenemos".

El ritmo de crecimiento de las audiencias de la NFL en los últimos años no durará para siempre. En parte, los recientes éxitos de la liga acaban de compensar un bajón durante las temporadas 2016-2017 y 2017-2018. La explicación en su momento a esos descensos fue que Donald Trump acaparaba mucha atención y los jugadores aburrían.

Si algunos equipos se vuelven menos interesantes, los chicos en el campo menos cautivadores y Taylor Swift deja de acudir a los partidos, algunos espectadores bajarán la audiencia o, al menos, harán que deje de subir. El año que viene, el fútbol americano no recibirá el impulso que le dio el vacío de nuevos contenidos provocado por la huelga. Pero aunque las cosas no vayan tan bien para la NFL, seguirán yendo bastante bien, y mucho mejor, en términos de audiencia, que cualquier otra cosa.

The NFL is America's favorite TV show. At a moment when people are tuning out of a lot of what's on broadcast and cable, the league is the one entity that manages to keep Americans glued to their screens. In an age of splintering tastes, football is the game that brings us together. It pulls across politics, age, race, location, and gender — yes, women watched football even before the Swifties tuned in.

The league has been an especially shiny object of late. It accounted for 93 of the 100 most watched US TV broadcasts last year, up from 82 the year prior. An average of 17.9 million people watched regular-season games this season, up 7% from the season before. That's the highest average viewership number for the NFL since 2015. The marquee matchups are also racking up record numbers: The late-January game between the Kansas City Chiefs and the Baltimore Ravens was the most watched AFC championship game ever. Even on streaming, the league is a juggernaut: Amazon's "Thursday Night Football" viewership on Prime Video saw a 24% increase from the year before, and NBCUniversal said the playoff game between the Chiefs and the Miami Dolphins, shown on Peacock, was the most streamed live event ever in the US.

Sure, the latest season had some special factors in its favor. The monthslong writers and actors strikes put a lot of new content on ice for the networks and streaming companies alike. Taylor Swift started showing up at Chiefs games to support her boyfriend, Chiefs tight end Travis Kelce, which may have boosted ratings and made the NFL some more money. And, hey, the right-wing conspiracy theories that the Swift-Kelce affair is some sort of psyop to reelect Biden could have even helped.

Not everything broke the NFL's way this year, but its sustained and growing popularity isn't just a 2023 story. Football holds a unique space in Americans' hearts and minds, even as the media landscape has fractured into smaller and smaller niches. The NFL and college football have continued to be extraordinarily strong from an audience perspective, said Brian Fuhrer, the senior vice president of product leadership at Nielsen, for a couple of big reasons. One, sports fans will go to great lengths (including piracy) to find the content they're looking for. Two, the NFL, in particular, does a lot to cater to its audience. "The NFL has done, I think, a really good job of continuing to evolve their product to make it as TV-friendly as it can be and give each city and region teams that they seem to continue to really engage with, which makes it really have a driving force of bringing audiences," he said.

Professional football also has the advantage of feeling like an event. The season has fewer games than basketball or baseball, and they're clustered mostly on one blockbuster day every week. If you're an NFL fan, you've got just 17 chances to see your team play in the regular season, so they're all a bit of a special occasion. NBA and MLB teams, on the other hand, play 82 and 162 regular-season games, respectively. This eventizing means more people schedule their lives around the sport: The NFL picks up a lot of out-of-home viewing, which means more people go out to bars and gather in groups to watch big games.

The NFL has done, I think, a really good job of continuing to evolve their product to make it as TV-friendly as it can be. Brian Fuhrer, senior vice president at Nielsen

The NFL also benefits from the deference that networks show the league. Broadcast's core audience is typically older, so when NFL games come on in the fall it draws younger viewers back in. That gives networks an opportunity to promote their other content, like the Grammys or "The Masked Singer" or one of those indiscernible crime dramas. This trickle-down value to other content means networks are deferential to the league. They're not eager to counterprogram big games, which their programming would lose against anyway.

In addition to viewer behavior, the product itself has been on the upswing for the past few years, said Jon Lewis, the founder of Sports Media Watch, which tracks the sports media industry. It has benefited from a crop of star young quarterbacks like Patrick Mahomes, Josh Allen, and Lamar Jackson. New rivalries have emerged, and teams that haven't historically been very successful — the Buffalo Bills, the Detroit Lions, the Chiefs — have had good runs. "It's a golden age for the NFL," Lewis said.

The NFL has managed to move past controversies. You rarely hear about players kneeling during the national anthem anymore, and fans seem determined to largely ignore many issues that plague the sport, such as CTE and domestic abuse. Will Smith's 2015 movie "Concussion" about the dangers of the sport didn't change things, nor did the 2014 video of Ravens running back Ray Rice assaulting his then-fiancée. The league has been able to make brief gestures toward the issues and then wait out the clock until the discussion moves on.

"It's the national pastime," Lewis said. "The NFL tied itself into the American self-image, tied itself into the Americana in a way that really only baseball decades ago was able to do. It's the last mass event — it's the last mass gathering on television that we have."

The pace of the NFL's ratings growth over the past few years won't last forever. In part, the league's recent successes have just been making up for a downturn during the 2016-2017 and 2017-2018 seasons. The explanation at the time for those declines was that Donald Trump was taking a lot of attention and the players were boring.

If and when some of the teams get less interesting, the guys on the field less compelling, and Taylor Swift stops coming to games, some viewers will scale back watching or at least stop scaling up. Next year, football won't get the boost it got from the strike-induced void of new content. But even if things aren't as good for the NFL, they're still going to be pretty good — and a lot better, ratings-wise, than anything else.

Emily Stewart is a senior correspondent at Business Insider, writing about business and the economy.

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