He dejado Texas para venir a España: la vida aquí es tan buena que no puedo imaginarme viviendo en Estados Unidos otra vez

Fortesa Latifi
| Traducido por: 
Business Insider España
Jerónimo Noriega lleva viviendo en España desde hace catorce meses.
Jerónimo Noriega lleva viviendo en España desde hace catorce meses.

Courtesy of Jeronimo Noriega

  • Jerónimo Noriega se trasladó de San Antonio, en Texas, al noroeste de España.
  • Dice que España tiene una mejor cultura de trabajo y que la gente tiene un sentido fuerte de comunidad. 

Este artículo está basado en una conversación con Jerónimo Noriega, un estudiante de 27 años que vive en España. Ha sido editado por razones de extensión y claridad.

Me mudé a Oviedo, Asturias, tras haberme criado en San Antonio, en Texas, y no creo que vaya a volver nunca a Estados Unidos.

Si eso te sorprende, ya somos dos. Nunca pensé que viviría en Europa; ni siquiera había estado allí antes de que mis hermanos y yo aceptáramos mudarnos a España con mis padres. Aunque nací en México, pasé la mayor parte de mi vida viviendo en Estados Unidos, así que mudarme a España supuso un gran impacto.

Cuando mi familia decidió que necesitábamos un cambio, elegimos España porque nos pareció la opción más lógica: mis abuelos vivieron entre España y México. Aunque soy mexicano-estadounidense y hablo español con fluidez, instalarme en España fue difícil al principio, porque mi dominio del español estaba oxidado después de haber vivido en Estados Unidos.

Una vez empecé a sentirme más cómodo con el dialecto local, también empecé a sentirme más cómodo viviendo en España. Llevo 14 meses aquí y tengo una calidad de vida mucho mejor que en Estados Unidos.

Ahora me pongo nervioso cuando me monto en un coche porque estoy acostumbrado a caminar y a coger el transporte público en España

Cuando vivía en Estados Unidos, me sentía constantemente atrapado en el tráfico o dependía de mi coche para ir a los sitios, pero en España voy andando a todas partes. Nunca tengo la sensación de estar atrapado en un coche. No solo es mejor para el medio ambiente, sino también para mí.

El sentido de pertenencia a la comunidad es muy fuerte aquí. Cuando paseo por mi barrio, la gente se saluda por la calle, es encantador. En Estados Unidos no tienes ese momento del día por estar todo el rato metido en el coche. Me encanta estar por ahí fuera, en contacto con el mundo, mientras voy de un sitio a otro, en vez de estar encerrado en mi coche.

Vivir en España me ha enseñado que hay una forma diferente de vivir la vida

Me encanta la cultura del trabajo en España. En Estados Unidos, sentía que mi única opción era levantarme y machacarme de sol a sol, pero aquí todo es diferente. En España, parece que valoran sus vidas por encima de su trabajo.

La gente se toma descansos para comer de hasta tres horas y se pueden llegar a beber una botella de vino durante la comida antes de volver a la oficina, o se paran a media tarde a tomar un café expreso. Me resultó difícil adaptarme a ese estilo de vida porque estaba muy acostumbrado al estadounidense, en el que el trabajo lo es todo. Incluso en la universidad, trabajaba constantemente.

Cuando me mudé a España por primera vez, sentía que estaba siendo demasiado perezoso. Me decía a mí mismo, ¿qué estoy haciendo?, debería estar trabajando hasta la extenuación. Pero entonces empecé a fijarme en cómo vivían los españoles y me entraron ganas de tener ese nivel de libertad y alegría. Ahora voy a la universidad y me paso el día estudiando, yendo a clase y bebiendo café expreso y vino en cafeterías.

En España es normal ir a un buen restaurante maravilloso que cuesta solo unos 10 euros por persona

Me encanta cómo es aquí la experiencia de salir a comer. Aquí ni siquiera se considera raro quedarse en una mesa durante cuatro o cinco horas, es lo normal. Recuerdo haber cenado en Estados Unidos y sentir que la camarera me juzgaba si no me iba nada más terminar de comer. En España todo va más despacio y es encantador.

Puedo comprar un café por el equivalente a un par de dólares y no sentirme mal por quedarme en la cafetería un par de horas para pasar el rato.

No veo en mi futuro la posibilidad de volver a EEUU

Mis padres me preguntaron el otro día si alguna vez me plantearía volver a vivir en Estados Unidos y me llamó tanto la atención la pregunta que hice un tiktok al respecto. La respuesta corta es: nunca digas nunca, pero no lo veo en mi futuro.

Echo de menos a mis amigos, pero no dejaría que eso me impidiese vivir en España. También echo de menos el servicio de atención al cliente americano, tan amable y cercano, pero quizá sea por la cultura de las propinas. En España, según lo que yo he experimentado, el servicio de atención al cliente no refleja el nivel de Estados Unidos, a menos que estés en un restaurante de lujo.

Ahora que he probado cómo es vivir fuera de la rueda, no estoy ansioso por volver a echarme a la carretera. La vida es larga y nunca se sabe lo que va a pasar, pero de momento, me quedo por aquí. Todo lo que tengo que hacer para recordarme a mí mismo por qué quiero quedarme, es dar un paseo hasta la cafetería, tomarme una cena deliciosa por solo once dólares (unos diez euros), o tomar un descanso en mitad de un día laborable.

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