Este artículo se basa en una conversación con Jeff Farschman, un jubilado de 74 años que vive en Dover, Delaware. Lo que sigue ha sido editado por razones de extensión y claridad.

Hice mi primer crucero en 1988. Un grupo de amigos me invitó a un crucero de siete días por el Caribe oriental y pensé en probar las vacaciones en el mar. Comimos platos deliciosos, asistimos a espectáculos entretenidos, pasamos tiempo en los casinos y nos relajamos.

Cuando volví a casa, estaba entusiasmado. En los años siguientes, hice una docena de cruceros más. Cuando me jubilé en 2004 de mi trabajo a tiempo completo en Lockheed Martin, los cruceros se convirtieron en una parte importante de mi vida. Mantuve mi casa en Dover, Delaware, pero decidí pasar la mayor parte del tiempo en el mar.

Desde entonces, he hecho más de 190 cruceros, y sigo navegando entre siete y ocho meses al año. He realizado unos 150 de estos cruceros en solitario, incluidos 12 cruceros por el mundo consecutivos.

Como autoproclamado crucerista profesional en solitario, aquí tienes mis consejos hacer un crucero en solitario.

1. Entiende el coste de viajar en solitario

Uno de los costes añadidos de los cruceros en solitario es el suplemento por no llevar acompañante. No todos los cruceros lo cobran, pero algunos sí. Se trata de un recargo añadido por alojarse solo en un camarote diseñado para que lo ocupe más de una persona.

Entiendo la razón comercial por la que las compañías de cruceros hacen esto, y el coste añadido no me ha disuadido de hacer un crucero solo.

Los cruceros copian la estrategia de las aerolíneas low cost: prepárate para pagar más por los extras

Un crucero en solitario suele costar entre 150 y 300 dólares (entre 140 y 280 euros) al día, incluido ese suplemento.

2. Planifica con antelación e investiga

Puede resultar abrumador elegir actividades y excursiones, sobre todo porque no te influye la opinión de nadie más.

Reserva con antelación todo lo que puedas para evitar sentirte solo o improductivo durante el crucero. Algunas de las mejores excursiones y actividades suelen reservarse antes de que zarpe el crucero, así que dedica unos días con la mayor antelación posible a planificar lo que quieres hacer.

También puedes planificar las actividades que deseas realizar durante los días en el mar a través de la página web de tu crucero. Hay ofertas para todos los gustos, como clases de pintura con acuarelas, talleres de punto y mucho más. Mis actividades favoritas a bordo son pasar el rato con amigos, trabajar en mi blog, ir a un espectáculo o ver música en directo.

Cuando empecé a viajar, lo hacía con Holland America, y todavía reservo la mayoría de mis viajes con esta naviera. Los únicos cruceros que nunca haría son en barcos enormes con capacidad para 6.000 pasajeros.

5.250 litros de cerveza, 42.000 huevos y 2.100 kilos de carne de cerdo: así se llena la despensa de un crucero de 6.500 personas durante una semana

He estado en el interior de Australia y en el Taj Mahal con las visitas guiadas de Holland America. Es agradable explorar con otras personas del buque, y también está la tranquilidad de que el guía nos llevará de vuelta al barco a tiempo.

3. Conecta con la gente antes de que zarpe el crucero

Si vas a hacer un crucero en solitario y quieres conocer gente, ponte en contacto con otros viajeros de antemano. Busca el nombre de tu compañía de cruceros, el nombre del barco y las fechas de tu viaje, y es posible que encuentres un grupo de Facebook para el viaje o un foro en Cruise Critic.

Cuando me uno a uno, escribo una introducción en la que cuento quién soy y qué me espera en el crucero. Estas conversaciones previas al crucero me han ayudado a hacer nuevos amigos con los que suelo pasar tiempo en el barco.

4. No es incómodo cenar solo

Cuando se trata de cenar, la mayoría de los cruceros no tienen mesas de comedor para una sola persona. A no ser que quieras cenar solo en la habitación, lo más probable es que te sienten con un grupo de personas.

Si eres una persona más introvertida, solicita asientos fijos con un grupo grande de ocho a diez personas. Esto significa que cada noche comerás en la misma mesa con el mismo grupo de personas. Esto te da la oportunidad de conocer a cada persona y encontrar a alguien con quien conectes.

Si eres más extrovertido, solicita "cena a cualquier hora", y cada noche te sentarás con un grupo de personas diferentes para que puedas conocer e interactuar con mucha gente nueva.

5. Hazte amigo de la tripulación

Siempre que hago un crucero en solitario, mi principal objetivo es establecer lazos con el personal. Cuando te llevas bien con ellos, realmente hacen un esfuerzo extra por ti.

Siempre agradezco que el personal del barco me conozca. A las pocas horas de embarcar en un crucero, los camareros suelen recordar mi bebida favorita y que me gusta mi helado nocturno muy escarchado. Pequeños detalles como estos me hacen sentir como en casa, sobre todo cuando viajo en solitario en cruceros más largos.

Dile al personal tus preferencias, desde cómo quieres que te limpien la habitación hasta cómo tomas la sopa. Pídeles sugerencias sobre visitas, actividades y excursiones. Si te sientes abrumado por todo lo que ocurre en el barco, pide consejo a la tripulación sobre lugares donde relajarte o zonas del barco que quizá aún no hayas visto.

6. Mantén la mente abierta

Puede resultar un poco inncómodo hacer un crucero en solitario, pero recuerda estar abierto a probar nuevas actividades y conocer gente nueva. Nunca sabes con quién te sentarás.

Una de las ventajas de viajar en solitario es que puedes estar más abierto a conocer gente nueva porque no tienes un grupo de amigos contigo en el que confiar para entretenerte o conversar.

Ahora tengo amigos íntimos de lugares como Australia, Bali y Alemania. Sigo en contacto con muchos de ellos y a menudo los veo cuando estoy en un crucero que atraca cerca de donde viven.

Los cruceros han sido para mí la forma más asequible y fácil de ver mundo. Echo de menos a mi familia y a mis amigos, pero escribo sobre mis viajes para ellos y les llamo desde países de todo el mundo.

Siempre es agradable cuando mi hermana o una amiga vienen conmigo en un crucero y puedo compartir con ellas la magia de vivir la vida en el mar.