He probado los Nothing Ear y su diseño transparente me ha encantado, aunque lo mejor es su calidad durante llamadas

Nothing Ear

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  • Los nuevos Nothing Ear continúan mostrando la seña de identidad de la compañía, con un diseño transparente que llama realmente la atención.
  • Tras probar estos auriculares, creo que son perfectos si estás buscando un acabado original, gran autonomía y carga más una gran calidad de sonido, también durante llamadas.

Nothing continúa ampliando su portfolio, en esta ocasión con la tercera generación de unos de sus auriculares más icónicos, los Nothing Ear.

Al igual que ocurre con los móviles de la joven compañía tecnológica, este modelo mantiene la seña de identidad de la misma, con un diseño transparente que divide las opiniones de los usuarios.

Tras probarlos, creo que los Nothing Ear son un gran acierto para quienes prefieran este tipo de acabado, aunque en su interior esconden otras sorpresas que podrían llevarte a elegir estos auriculares.

He probado los CMF Buds de Nothing: su diseño tan original no es lo único que me ha encantado de estos auriculares

Sigue leyendo si quieres saber si estos Nothing Ear de tercera generación son los adecuados para ti.

Un diseño transparente único en el mercado que me ha enamorado a primera vista.

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Personalmente, me encantan los diseños transparentes que muestran el interior de los productos tecnológicos de consumo. En esta ocasión, Nothing ha logrado que el diseño industrial de estos auriculares me haya enamorado a primera vista.

 

La compañía ha optado por un estuche de carga completamente cuadrado que me ha resultado cómodo al llevarlo en el bolsillo; aunque es un poco abultado, prefiere esta forma que las que son algo más ovaladas o completamente circulares.

Sin embargo, el material de su estuche no me ha parecido de los mejores, ya que acumula numerosas huellas y polvo con tan solo tocarlo; a esto se suma que, durante la prueba, ha aparecido un arañazo justo al lado del puerto USB.

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De cualquier forma, creo que su diseño es muy rompedor y llamativo. Además, Nothing ha innovado en los materiales que se encuentran en el interior, con un diafragma cerámico de 11 milímetros como protagonista de los auriculares.

Por otra parte, aparece junto al puerto USB el botón de conectividad, con el que podrás conectarlos realmente rápido al móvil; en mi caso, los he probado con diferentes móviles con sistema operativo Android.

En resumen, creo que lo más positivo de estos Nothing Ear es que cuentan con un diseño que no verás en ningún otro fabricante, una seña de identidad de la compañía, al igual que ocurre en sus móviles.

El punto más fuerte de los Nothing Ear: un modo transparencia magnífico y llamadas claras en todo momento.

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Durante la mayor parte de mi jornada, suelo pasar el tiempo con la música de fondo. Aunque prefiero siempre usar algún altavoz, creo que es importante destacar que los Nothing Ear me han parecido una muy buena solución para concentrarse y, al mismo tiempo, escuchar el entorno.

Esto se debe a su modo transparencia, uno de los mejores que he probado entre los auriculares que se sitúan en su rango de precios.

También cuentan con cancelación activa de ruido. Con ella, si tienes el volumen algo bajo y estás en una ciudad ruidosa como Madrid, seguirás escuchando el exterior; a pesar de ello, creo que es una buena cancelación de ruido en la mayor parte de situaciones sin tener que subir al máximo el volumen.

Ahora bien, si Nothing puede sacar pecho de algo con estos Ear de tercera generación es de su sistema Clear Voice 3.0, que optimiza el audio a la perfección para atender llamadas.

Cada auricular, además, cuenta con 3 micrófonos incorporados. En definitiva, los Nothing Ear bordan las llamadas, que han sido claras en todo momento, tanto en el sonido entrante como en mi voz.

Nothing X sigue siendo la aplicación con la que podrás aprovechar al máximo los Ear.

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En cuanto a su aplicación para personalizar cualquier detalle de los auriculares, no hay nada novedoso, sin que esto sea algo negativo, ya que Nothing X funciona muy bien y reúne todo lo necesario: es accesible y permite aprovechar los Ear al máximo.

Además, desde Android podrás conectarlos directamente al móvil, si prefieres no utilizar o descargar ninguna app, aunque es algo que no recomiendo, ya que desde esta tendrás acceso a nuevas actualizaciones o modos que desde Android no se encuentran.

Desde la aplicación, podrás encontrar instrucciones para los controles táctiles, los habituales para casi cualquier auricular: una vez para reproducir música o pausar; 2 toques para pasar a la siguiente canción; 3 para la anterior, y pulsación prolongada para activar la cancelación de ruido.

He tenido autonomía aproximadamente para unas 7 horas, aunque lo mejor es su carga rápida, una de las más veloces que he visto.

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En cuanto a su autonomía, todo dependerá de si activas, o no, la cancelación de ruido: con este modo activado, la duración total ha sido de unas 5 horas, aunque sin ella puedes conseguir aproximadamente unas 2 horas más.

Por su parte, el estuche de carga te permitirá realizar entre 3 y 4 cargas completas con la cancelación activa de ruido sin que tengas que conectarlo; además, si prefieres desactivar esta, de nuevo, aumenta la autonomía del estuche hasta una jornada más de 8 horas.

Más allá de su autonomía, una de las mejores que he visto, he de destacar también su gran carga, una de las más veloces con las que me he topado.

En este sentido, apenas tardarás una hora para completar la carga del estuche completamente descargad y, con unos 15 minutos, si necesitas rápido los auriculares, tendrás al menos para llegar a las 6 o 7 horas.

Los Nothing Ear destacan por diseño, autonomía y claridad en llamadas, aunque tendrás que pensar bien tu decisión.

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Si tuviera que quedarme con los aspectos más positivos de estos Nothing Ear, tengo claro que elegiría su diseño transparente, su gran autonomía y carga rápida, además de su gran calidad durante las llamadas.

Esto no significa que su sonido sea malo, sino que tampoco se diferencia considerablemente de los auriculares que pueden encontrarse en el mercado, en su rango de precios. 

Precisamente, creo que los 149 euros de los Nothing Ear pueden justificarse por estos motivos, aunque he de reconocer que la compañía tendría que elegir un material alternativo para su estuche, lo que menos me ha convencido.

Sea como sea, los Nothing Ear no te van a defraudar en ninguna ocasión y siempre tendrás una de las propuestas más atrevidas del segmento de los auriculares inalámbricos.

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