Cuando una enfermedad cambia tu estilo de vida a mejor: "Era adicto al trabajo, mi cabeza no podía dejar de pensar"

Alejandro Villarán GrowersGo

Alejandro Villarán

  • Alejandro Villarán, emprendedor, vivía en un ritmo frenético, viajando constantemente por trabajo hasta que una enfermedad le obligó a parar.
  • Antes no podía dejar de pensar en el trabajo, ahora lleva un año apagando el móvil para desconectar y prioriza su tiempo libre.

En los 50 años de edad que tiene Alejandro Villarán caben, al menos, tres vidas distintas. Algunas las ha acabado él mismo y en otras ocasiones la vida le ha parado en seco. Este emprendedor ha pasado de ser un adicto al trabajo confeso, teniendo que viajar unos 200 días al año, a echar el freno y apagar el teléfono a las 21 horas.

Este cambio radical no ha sido sencillo. Si bien Villarán venía sintiendo que necesitaba bajar el ritmo, un tromboembolismo pulmonar a comienzos de 2020 le obligó a hacerlo de golpe. Desde entonces su vida es otra y prioriza más el tiempo libre que los grandes viajes o incluso el dinero que pueda llegar a ganar.

Este onubense dedicó 10 años de su vida a la consultoría tecnológica en sectores como telecomunicaciones, hospitality o administración pública. Cuando estaba viviendo en Mallorca con una buena cartera de clientes y la vida resuelta, decidió dejarlo todo porque eso ya no le llenaba y volverse a Huelva.

"Tenía una buena posición, mi jefe me daba muchísima independencia, clientes muy buenos. La verdad es que no me podía quejar. Lo pensé mucho y cuando me volví a Huelva dejando mi vida de consultoría para montar una compañía de algo que mi familia no podía entender, mi madre estuvo tres meses sin hablarme", confiesa.

Desde su ciudad natal cofundó Seabery, un proyecto que combinaba realidad aumentada con un simulador, todo ello para atraer talento a la Formación Profesional. Pero en 2011 España no era un mercado óptimo para ese producto y pronto entendieron que debían llevarlo fuera.

Allí comenzó para Villarán un largo camino de aviones, trenes y hoteles que, tras casi una década, se le hizo demasiado cuesta arriba. Su vida estaba marcada por un ritmo frenético y la incapacidad de desconectar. Se había vuelto a su ciudad porque la echaba de menos y apenas podía disfrutarla.

"Solo tenemos una vida y yo ya llevaba muchos años haciendo lo mismo y me pasó igual que en consultoría. De repente empecé a sentir que tenía que empezar a buscarle un final a esa etapa. En ese proceso su cuerpo dijo basta y mientras preparaba su operación de salida, la pandemia frenó la transacción.

"Nunca había pensado que me podía morir"

"Los médicos me dijeron 'como vuelvas a ese ritmo te vas a morir'. Porque estuve muy cerca. Estuve un mes y medio en el hospital y lo pasé muy mal, con una doble afección: pulmonar y cardíaca", explica. "Yo nunca había pensado que me podía morir. Me sentí en el peor momento de mi vida, con diferencia, tanto físicamente como sobre todo emocionalmente".

Sabiendo que no podía volver de ningún modo a su empresa, buscó otra salida por la mitad del dinero inicial. "Ya no era una cuestión de querer más o menos. Era suficiente dinero como para ganar tranquilidad financiera. Si me quedaba unos años, quizás volvía a recuperarse todo como está pasando, pero no miro atrás".

En ese proceso pandémico de recuperarse de su tromboembolismo pulmonar y salir de la empresa, un amigo le habló de la terapia hortícola. Y es que está demostrado que las actividades agrícolas o de jardinería ayudan con procesos de rehabilitación. Se lanzó primero a cultivar plantas aromáticas y más tarde tomates y lechugas.

"Cuando ves que has plantado algo que nunca habías hecho, cuidas una planta y esta va creciendo y finalmente puedes cosechar frutos y comértelos, la sensación de realización que consigues es tremenda", declara.

Siendo inquieto y estudioso, pronto se puso a elaborar un proyecto sobre la terapia hortícola que ha derivado en GrowersGo, una aplicación de desarrollo personal basada en el cuidado de las plantas y también un hotel boutique experiencial.

"He sido adicto al trabajo durante muchos años"

Ahora su día a día ha cambiado por completo de lo que era trabajar en consultoría o ser un empresario internacional. 

"Tengo bastante flexibilidad porque intento emprender de una manera diferente, disfrutando el camino. Es verdad que me lo puedo permitir y no todo el mundo puede. Aunque la experiencia me demuestra que encontrar esa flexibilidad te aporta bienestar y si estás bien, normalmente los resultados de lo que hagas van a ser mejores", afirma.

Su rutina actual no tiene "nada que ver" con lo que era su vida hace unos años. "Yo he sido una persona de esos que denominamos workaholic, un adicto al trabajo. He sido eso durante muchos años. Nunca he sido capaz de desconectar del trabajo, ni siquiera en los momentos en los que no tenía que atender a nadie. Mi cabeza no podía dejar de pensar, pero eso afortunadamente ha cambiado", sentencia. 

Se despierta a las siete de la mañana para desayunar con su familia y antes de llevar al colegio a su hijo se reserva entre 15 y 30 minutos para dedicar al huerto. Luego va a las oficinas que tiene en el centro de la ciudad.

"Me paso allí hasta las 14.00 trabajando y atendiendo cuestiones con el equipo y luego me voy a casa, como y me echo una siestecita, porque eso no me lo quita nadie, es fundamental", apunta.

Dedica las tardes a estudiar, algo que le apasiona. Ahora mismo está haciendo un máster en dirección hotelera, aunque no va a ser él quien dirija el hotel. A eso de las 19.00 para y da un paseo o hace deporte en casa, además de dedicar otro rato a su huerto. 

"He conseguido desconectarme del mundo a las 21 horas y es de lo que más me está ayudando. Yo nunca me desconectaba del mundo, el teléfono siempre estaba cerca. Ahora a las nueve lo pongo a cargar y me olvido hasta el día siguiente. Es maravilloso. Lo había intentado hacer varias veces en el pasado, pero siempre había vuelto a las andadas y ahora ya llevo prácticamente un año así", comenta.

"Es difícil, pero incluso la gente que antes esperaba que le respondieras enseguida, cuando empiezas a no hacerlo y le explicas el porqué dice, lo entiende e incluso se plantea hacerlo también", añade, comprendiendo que nada es tan importante como su bienestar personal.

Este artículo fue originalmente publicado el 1 de Mayo de 2024 en Business Insider España.

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