Las técnicas para controlar el estrés que usan los especialistas en salud mental

No todo es malo en el estrés. Existe una parte de este que puede motivarte. Las personas resilentes lo aprovechan para conectar con los otros. Sin embargo, la mayoría de las veces se vive como una angustia mental que no permite avanzar.

Se trata de una respuesta física a una situación de miedo o peligro, que desencadena la liberación de de sustancias químicas como adrenalina y cortisol. Una vez pasado el riesgo tu cuerpo debería calmarse, pero los ritmos frenéticos de la vida moderna y el ambiente laboral están haciendo que cada vez más personas se sientan estresadas durante largos períodos de tiempo.

Esto no es bueno, ya que se deja notar en tu salud. Puede causar problemas físicos como dolores de cabeza, o insomnio. Pero si no se controla, este dispara el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y depresión de una persona. 

Algunas estrategias para reducir el estrés que funcionen a la larga son el ejercicio, el descanso y practicar actividades relajantes como la meditación. Pero también hay maneras de apagarlo rápidamente. 

Si bien lo que funciona puede ser diferente para cada uno, quizá te interese saber lo que hacen los que más saben sobre estrés para combatirlo cuando se sienten amenazados por él. 

Médicos y psicólogos de la universidad de Arizona han compartido sus estrategias en un reciente artículo.

Hazlo simple

Anna Alkozei  profesora clínico asistente en la Facultad de Medicina en el Departamento de Medicina Familiar y Comunitaria de Tucson considera que la pintura con acuarela es uno de sus analgésicos favoritos. 

“Mantenemos mucho estrés en el cuerpo y lo liberamos de alguna manera, ya sea haciendo yoga, saliendo a caminar o corriendo, que son cosas que me gusta hacer, o simplemente tratando de conectarnos con otras personas para recordarnos que no estamos solos”, añade en el artículo.

Betty Parisek, directora de la  Licenciatura en Ciencias de Enfermería Integrativa de la Facultad de Enfermería cree firmemente en los pequeños ejercicios de atención plena. Lo que puede incluir hacer una pausa para agradecer algo en la vida, tomar un descanso al aire libre o practicar ejercicios de respiración.

Varias investigaciones han señalado los beneficios de pasar tiempo en la naturaleza. Esta simple actividad, que ser un parque al lado de tu casa, es un factor clave para tener una buena salud mental. Los estudios también recalcan que practicar la gratitud permite sentirte satisfecho y en paz, mejorando el ánimo.

“Cualquiera puede utilizar estas técnicas. No cuesta nada”, considera Parisek, quien recurre a la oración en situaciones difíciles. “Estoy convencida de que si todos lo hiciéramos – si todos hiciéramos algo consciente durante sólo 5 minutos al día – el mundo sería un lugar mejor, que habría más bondad”.

Usa tu cuerpo

 Stephen Dahmer, MD, director del Centro Andrew Weil de Medicina Integrativa de la Universidad de Arizona recurre a la capoeira, una combinación de danza y artes marciales para aliviar el estrés. "Puedo sentir con cada clase un alivio inmediato del estrés acumulado”.

Si eso te parece extremo prueba a moverte al son de alguna de tus canciones favoritas. Bailar no solo es una forma divertida de mantener el cuerpo en forma. Además ayuda a potenciar la autoestima y mejorar el buen ánimo.

Noshene Ranjbar directora del programa de psiquiatría integrativa de la Facultad de Medicina de Tucson, revela que mira hacia el pasado cuando el presente se vuelve desafiante.

“Como me han enseñado y me siguen recordando nuestros parientes indígenas, he aprendido a tomarme un tiempo cada día para sentir mis pies, preferiblemente descalzos, sobre la tierra. Al sentir las sensaciones físicas de mis pies y la resonancia con el resto de mi cuerpo, recuerdo que mis raíces ancestrales persas se remontan a miles de años". 

Zhao Chen, decana asociada de investigación en la Facultad de Salud Pública Mel y Enid Zuckerman, recurre al canto o al tai chi para aliviar el estrés. Mientras que la psicóloga Kristin Neff aboga por la autocompasión. 

El primer paso es reconocer los propios sentimientos sin juzgarlos. Después aplica bondad sobre ti. “Es como preguntarse: 'OK, ¿qué necesito escuchar ahora mismo?' '¿Qué le diría a un buen amigo en esta situación?'”.