El mejor hobby del mundo para cuidar al mismo tiempo tu salud física y mental

Beneficios de la jardinería para la salud

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  • La jardinería es uno de los hobbies más completos y reconfortantes para practicar a lo largo de la vida.
  • Cultivar un huerto o jardín mejora tu estado de ánimo, fortalece tu sistema inmune, te protege del deterioro cognitivo y te ayuda a mantener unos buenos niveles de vitamina D.
Primero en Upday Cintillo

Un viejo proverbio iberoamericano dice que "la tierra no es una herencia de tus padres, es un préstamo a tus hijos". Tal vez por eso no hay una afición mejor para calmar la mente y tener una vida larga y saludable que la jardinería o agricultura. 

Son muchos los ensayos clínicos y estudios científicos que aportan las virtudes de esta práctica. Coger tierra, guantes y pala y ponerte a podar árboles, a trasplantar flores o a cultivar tomates es fantástico para estar en buena forma durante muchos años, conservar la alegría o evitar enfermedades e infecciones.

 

Curiosamente, una bacteria juega un papel relevante en el asunto: un estudio de la Universidad de Colorado descubrió que la Mycobacterium vaccae, una bacteria no patógena, incrementa de forma notable los niveles de serotonina y norepinefrina en el cerebro de ratones, con un efecto equivalente a fármacos como el Prozac. Hundir las manos en la tierra es un antidepresivo natural.

Esta bacteria se empleó en estudios relacionados con la quimioterapia, ayudando a paliar las náuseas y el dolor, y mostrando importantes efectos antiinflamatorios y antiestrés.

Vitamina D a tope y menor riesgo de enfermedades

Además, tú mismo te pareces a una planta más de lo que crees: tu piel utiliza la luz solar para producir uno de los nutrientes que necesita: la vitamina D. Los investigadores estiman que media hora al sol puede producir entre 8.000 y 50.000 unidades internacionales (UI) de vitamina D en el cuerpo, dependiendo de la ropa o el color de tu piel.

Tener unos buenos niveles vitamina D es esencial para fortalecer los huesos y el sistema inmunológico, así como reducir el riesgo de enfermedades como cáncer de mama, cáncer colorrectal, cáncer de vejiga, cáncer de próstata, esclerosis múltiple, psoriasis, osteoporosis, síndrome metabólico, demencia, depresión o diabetes tipo 2.

Un ensayo aleatorizado y controlado de jardinería comunitaria de la Universidad de Colorado Boulder, en colaboración con el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) publicado en The Lancet arroja que quienes comienzan a cultivar un huerto comen más fibra y hacen más ejercicio, dos formas de reducir el riesgo de cáncer, las enfermedades crónicas y los trastornos de salud mental.

La jardinería convalida por ejercicio ligero o vigoroso

No solo recibirás luz solar y una poderosa bacteria para tus defensas, sino que la jardiniería puede considerarse un ejercicio ligero, moderado o vigoroso, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esto dependerá de si estás rastrillando, plantando, cavando o cortando leña, por ejemplo. 

Trabajar en el huerto provoca que utilices todos los grupos musculares principales del cuerpo, previniendo la obesidad y favoreciendo un mejor descanso nocturno, según investigadores de la Universidad de Pensilvania.

Salud mental mejorada: horticultura contra la ansiedad, depresión y demencia

También existe evidencia de que las actividades de jardinería pueden estimular el crecimiento de los nervios relacionados con la memoria del cerebro. Un estudio de científicos coreanos descubrió que dedicar 20 minutos al día a este hobby propiciaba el crecimiento de los nervios cerebrales asociados con la memoria tanto en hombres como en mujeres.

Otra revisión de una investigación de 2014 apunta a que la terapia hortícola puede ser un tratamiento eficaz para las personas con demencia. En Países Bajos y Noruega, las personas con demencia suelen participar en programas innovadores de Greencare, donde pasan gran parte del día trabajando en granjas y jardines.

La jardinería también mejora el estado de ánimo, aumenta la autoestima y previene y alivia la depresión, según muestran estudios como este. También ayuda a calmar y a relajar cuerpo y mente tras sufrir un evento estresante, reduciendo los niveles de cortisol. Y se ha demostrado que las plantas y su cultivo son una buena herramienta de recuperación para adictos a las drogas y el alcohol.

Otro pequeño estudio estadounidense realizado en mujeres sanas y publicado en PLOS ONE confirmó que las actividades de jardinería reducían el estrés, la ansiedad y la depresión, recoge Infosalus.

Conexión con la naturaleza y menor ecoansiedad

Trabajar la tierra también te ayuda a fomentar los sentimientos de conexión con la naturaleza, a tener nuevos vínculos sociales y a mejorar el bienestar personal. La investigadora ecofeminista Monica White describe en un estudio que la jardinería permite “crear espacios al aire libre, de vida, de aprendizaje y de curación para ellos y para los miembros de la comunidad”.

Para finalizar, tener un huerto puede ayudarte a contrarrestar los efectos negativos de la ecoansiedad para la salud, reduciendo de paso tu huella de carbono y poniendo tu granito de arena para mitigar el cambio climático. Así podrás autoabastecerte de hortalizas frescas, hacer compost para reducir los residuos y el metano o rebajar el consumismo. 

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