He usado ChatGPT para ligar en Tinder y más apps de citas: por qué hacer esto solo te provocará una terrible inseguridad

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  • A la vez que se han extendido herramientas de IA como ChatGPT, que son capaces de ofrecer respuestas imitando el lenguaje natural humano, muchas personas han decidido hacer trampas y ligar aprovechando los textos que redacta este tipo de tecnología.
  • Durante algún tiempo, he utilizado algunas de estas herramientas de IA para conversar en sitios de citas como Tinder y mi conclusión es clara: el ser humano corre el peligro de confundir el amor y terminar sin saber quién es quién, como en una especie de distopía.

¿Serías capaz de diferenciar una conversación con una IA y otra con un humano? Más aún, ¿podrías identificar a una máquina que intenta ligar contigo?

Con esta pregunta en mente, me aventuré a abrir un perfil en varias aplicaciones del tipo de Tinder, siempre avisando al final de la conversación a las personas con las que he conversado de que esto forma parte de un reportaje puramente periodístico.

Esto es importante, debido a que existen críticas más que evidentes hacia quienes usan la inteligencia artificial –ChatGPT o aplicaciones con IA generativa– para que respondan por ellos en estos sitios de contactos.

Como explicó a El País Elena Daprá, psicóloga sanitaria del Colegio oficial de Psicología de Madrid, este tipo de relaciones parten del engaño y lo que se le dice a la otra persona indirectamente es que no es nadie especial.

Una de estas herramientas de IA para ligar es OkCupid, que también comenzó a experimentar con preguntas generadas por inteligencia artificial gracias a un algoritmo que aprende de numerosas cuestiones para incrementar la probabilidad de encontrar a tu match.

Le he pedido a ChatGPT consejos sobre citas y relaciones sentimentales: esto es lo que piensan los expertos sobre las respuestas de la IA

Al contar con una base de datos realmente extensa, OkCupid ha elaborado diversos estudios. En uno de estos, la conclusión era bastante alarmante: el 31% de usuarios de la generación Z creían que usar la IA para crear perfiles o textos no implicaba la violación de la confianza del interlocutor.

A ello, por supuesto, se une el concepto mismo de lo que plantean los sitios de contactos, en los que se desliza rápidamente y se descartan personas por una u otra etiqueta que aparezca en el perfil.

Sobre eso ya escribió Erich Fromm en El arte de amar: "Dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado". Y, precisamente, estas apps funcionan como algo parecido.

Esto ha sido lo que he encontrado tras probar la IA generativa en diferentes sitios de citas.

Primer paso: crear el perfil

Interfaz de Tinder.
Interfaz de Tinder.

Lo primero ha sido crear un perfil con IA. Para eso, me he ayudado de la aplicación de ChatGPT, al que he pedido que escriba una biografía divertida para un perfil en Tinder, sin ningún detalle más. Este ha sido el resultado:

"Amante de las aventuras y los chistes malos. Si me encuentras en la montaña, estaré escalando; si me ves en la playa, estaré jugando al voley. En busca de alguien que pueda seguir el ritmo y disfrutar de la vida tanto como yo. Amante de los tacos los martes y de las maratones de series los domingos. Si te ríes de mis bromas, ya ganaste puntos extra".

Tras el mensaje, seguían 4 emoticonos sobre la misma biografía.

Una de mis primeras inquietudes ya era clara. Si esta biografía había sido redactada por una IA, ¿estaba yo preparado para identificar un posible perfil falso más allá del mío? Lo cierto es que no, ya que muchas biografías eran realmente parecidas a la que ChatGPT había creado.

Tras varias horas deslizando sobre un escaparate digital de personas, gustos, aficiones y medidas detalladas de altura y peso, conseguí uno de los primeros matches. A alguien le había gustado ese aventurero escalador y apasionado por el voley en la playa.

La respuesta de la IA

Recreación de la conversación.
Recreación de la conversación.

BI España

En la biografía de Sandra –nombre ficticio para preservar su privacidad–, se incluía que le gustaban más las motos que los coches, aunque podía hacer excepciones, sea lo que sea que quiera decir eso.

Así que usé otra aplicación de iOS, RIZZ, para que la IA me concediera una introducción decente en base a la biografía de Sandra

Antes de entrar en el meollo de la cuestión, cabe destacar que RIZZ responde solo si le ofreces una captura de pantalla de la conversación, un hecho que no me producía confianza respecto a la privacidad, ya que podía acceder directamente a la galería de imágenes.

Hay que resaltar, además, que los sitios de citas y contactos, al menos en las versiones móviles, no permiten hacer capturas de pantalla desde el mismo dispositivo, para ofrecer un plus de privacidad a los usuarios.

Pero volviendo a las respuestas que me ofreció, algunas de ellas eran demasiado atrevidas y otras directamente carecían de sentido. Por lo que elegí la siguiente:

"Entonces, ¿hay alguna excepción especial para mí o solo soy otro coche en la carretera?", a lo que Sandra respondió: "Sí, sí que hay, jejeje". La IA había logrado que, en primer lugar, no se notara la trampa, y en segundo, que hubiera llamado la atención de mi interlocutora.

Pero, ¿y si Sandra me había engañado y ella también había usado a su vez a la IA para conversar conmigo? 

El peligro de no saber quién es quién

Tinder

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Ante este pensamiento que podría llegar a derivar en una inseguridad permanente, decidí buscar alguna herramienta que identificara textos generador por IA.

Después de una búsqueda en Google, encontré que OpenAI, la creadora de ChatGPT, había presentado en enero la herramienta AI Text Classifier, cuya tarea era la de identificar textos redactados por su chatbot.

Para mi mala suerte, apareció un mensaje de error en dicha página. Mi segunda opción era el segundo resultado del buscador, Free AI Text Classifier, donde introduje la biografía de Sandra. Según la página, el texto lo había generado un humano al 98% de probabilidad. Así que tenía mi confianza.

Más allá de esto, mi segunda preocupación era si el ser humano había convertido algo como el amor o la búsqueda de amistad en algo tan mecánico que podía hacer una máquina, desconfiando siempre del interlocutor en estas aplicaciones.

A lo que se añade un problema adicional si se habla de las herramientas de IA que pueden generar deepfakes ofreciendo diferentes tipos de estafas en plataformas como TikTok, como el caso más reciente de MrBeast.

 

Una posible solución a este problema, como ya están planteando diferentes redes sociales, es un etiquetado del contenido generado por IA, para evitar que se puedan cometer ilegalidades o comportamientos que violen los términos del servicio.

En conclusión, desde lo que he visto tras hablar con varias personas, no recomiendo que uses biografías generadas artificialmente o textos redactados por la IA, ya que sentirás una sensación constante de estar engañando a la gente, lo que efectivamente estarás haciendo.

Y, por supuesto, verifica que lo que te escribe esa persona con la que has hecho match no forme tampoco parte de una conversación que bien pudiera ser una escena de Her.

En todo caso, lo mejor es ser original; al fin y al cabo, tú eres solo tú y, quien te quiera, lo hará con tus defectos y tus virtudes.

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