Hice pizza congelada en un horno tostador y una freidora: solo un aparato consiguió la masa correcta
- Hice pizza congelada en un horno tostador y una freidora para ver cuál hace la mejor porción.
- La freidora quemó la parte superior mientras cocinaba poco la parte inferior de la corteza. Pero con un poco de preparación, el horno tostador hizo una excelente pizza crujiente y con queso.
No faltan formas de disfrutar la pizza. Pero las congelados recién salidas del horno son una forma satisfactoria y, a menudo, rentable de comer una porción.
A veces no vale la pena calentar todo el horno o descongelar todas las porciones para hornear que guardo. Entonces es cuando recurro a mi freidora o mi horno tostador.
Probé ambos electrodomésticos para ver cuál hace una porción de pizza más deliciosa.
El primer paso es elegir el tipo de pizza adecuado.
Al principio, compré algunas pizzas congeladas de masa ancha. Pero ninguna cantidad de tiempo me permitió hornear la corteza antes de que los ingredientes se quemaran en cualquiera de los aparatos.
Recomiendo evitar las pizzas de masa mediana o gruesa para no terminar con la masa cruda.
Una vez que encontré la adecuada de masa fina, corté la pizza mientras estaba congelada con un cuchillo afilado. Fue mucho más fácil de lo que esperaba. Además, con esta escasa preparación, puedo hacer una porción o 2 cuando me apetezca.
Comencé probando con mi freidora de aire
Precalenté mi freidora a 200 grados durante 15 minutos antes de cocinar una porción de pizza congelada durante 6 minutos.
En ese momento, el queso estaba derretido y crujiente en los bordes, pero la mayor parte del pepperoni se desprendió (probablemente debido al aire que circulaba). Los escasos trozos que quedaban estaban en su mayoría quemados y la masa todavía estaba blanca y poco cocida.
Volví a colocar la porción otros 2 minutos para tratar de salvar la corteza, pero terminó con forma de galleta en los bordes y demasiado blanda en el medio. Además, los ingredientes estaban secos y demasiado cocidos.
Decidí intentarlo de nuevo con la freidora, teniendo en cuenta estos errores.
Preparé la porción para mi segundo intento pinchando la parte inferior de la corteza con un tenedor para hacer incisiones poco profundas. También la rocié con un poco de aceite de oliva.
Después de precalentar la freidoraa la misma temperatura, la bajé a 190 grados y la cociné durante 7 minutos.
Parecía que no podía conseguir la temperatura y el tiempo correctos en mi freidora.
Los aderezos se cocinaron bien, e incluso pillé algunos trozos de pepperoni que estaban crujientes en los bordes sin convertirse en polvo en mi boca. Pero la parte inferior de la corteza nunca se calentó.
Probé otra porción con esta preparación y temperatura, pero la cociné durante 10 minutos. Lamentablemente, era demasiado largo para el pepperoni y dejó el borde exterior de la corteza seco y quebradizo.
Pasé a mi horno tostador, esperando obtener mejores resultados.
Para la pizza en el horno tostador, precalenté el aparato (con la bandeja para hornear dentro) a 200 grados durante 20 minutos.
El prometedor chisporroteo que escuché cuando coloqué con cuidado una porción congelada en la bandeja caliente me hizo tener esperanzas de obtener una corteza crujiente. Pero después de 15 minutos, parecía poco hecha.
Le di otros 5 minutos, lo que hizo que estuviera más crujiente, aunque la corteza estaba algo seca y tenía una textura parecida a una galleta.
Después de encontrar los puntos débiles, volví a intentarlo con la preparación más complicada.
Preparé la pizza para mi siguiente intento haciendo agujeros en la corteza con un tenedor y rociándola con aceite.
Dejé que el horno tostador y la bandeja se precalentaran a 200 grados de nuevo y luego cociné la porción durante 20 minutos.
Esto logró mi porción preferida.
La pizza tenía queso y estaba ligeramente dorada por encima, crujiente por debajo y blanda en el centro.
Lo mejor de todo: El pepperoni no se desprendió ni se quemó.
Incluso conseguí un poco de queso fundido estirándose de esta pizza
El horno tostador fue el claro vencedor del duelo de pizzas congeladas.
Como la fuente de calor de mi freidora de aire está por encima de la zona de cocción, no era el mejor aparato para este trabajo.
Los ingredientes se cocinaban mucho más rápido que la parte inferior, y no podía dar la vuelta a las rebanadas para calentarlas de manera más uniforme. Además, la circulación de aire arrastraba muchos de los ingredientes.
Como consejo profesional, asegúrate de comprobar el elemento calefactor de tu freidora de aire por si hay ingredientes perdidos en él.
El horno tostador cocinó mis pizzas de manera más uniforme, con el calor de debajo, por encima y por detrás de la rejilla. Tampoco tuve que preocuparme por el aire.
Para disfrutar de una pizza congelada, crujiente y con queso, creo que lo mejor es el horno tostador.
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