Robots que imitan a los pájaros: un equipo de científicos de Stanford desarrolla una máquina capaz de transportar objetos y posarse en casi cualquier superficie igual que las aves

Robot desarrollado por la Universidad de Stanford que imita a los pájaros.
Robot desarrollado por la Universidad de Stanford que imita a los pájaros.

Samford University / YouTube

  • Científicos de la Universidad de Stanford han desarrollado un robot que imita la forma que tienen los pájaros de posarse en todo tipo de superficies.
  • Su diseño es el resultado de una veintena de intentos y presenta la ventaja de que se puede construir con una sola impresora 3D.
  • Entre sus potenciales aplicaciones destaca el estudio de la naturaleza y la prevención de incendios.
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Los pájaros se posan en las ramas. En todas ellas. Sin importar su forma, su tamaño, si esta está húmeda, si está seca, si acaba de crecer o si está ya a punto de partirse, no hay rama que se les resista a las aves. 

Se trata de una de esas verdades que ofrece la naturaleza y que, de cotidianas, parecen básicas, pero que son en realidad extraordinarias si se repara en ellas. 

¿Cómo es posible que los pájaros puedan posarse en todo tipo de ramas? ¿Cómo ajustan las aves su vuelo para que casi no les haga falta discriminar unas ramas de otras al interrumpir su vuelo? 

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A imagen y semejanza de los pájaros, los seres humanos han construido aviones con los que pueden volar. Sin embargo, junto con estos, han tenido que construir también inmensos aeropuertos con largas pistas de aterrizaje para tomar tierra. ¿Cómo es posible que a los pájaros les cueste tan poco?

Todas estas preguntas se las hicieron hace años los ingenieros de la Universidad de Stanford Mark Cutkosky y David Lentink (que ahora se encuentra en la Universidad de Groningen, en Países Bajos).

Cada uno de ellos cuenta con un laboratorio donde estudia los principios que rigen la naturaleza y tratan de aplicarlos a la robótica para intentar crear máquinas que ayuden a los seres humanos.

En el laboratorio de ambos trabajó también el doctor William Roderick, que ha explicado algo de estos fundamentos iniciales en el periódico digital de la Universidad de Stanford. Este se ha hecho eco de los hallazgos de este equipo.

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"No es fácil imitar cómo vuelan y se posan los pájaros. Millones de años de evolución han conseguido que el despegue y el aterrizaje de las aves parezcan francamente sencillos, incluso considerando toda la complejidad y variabilidad que hay en las ramas de los árboles que se encuentran en un bosque", ha contado Roderick.

No era fácil, pero más o menos lo han conseguido

El resultado de las investigaciones de este equipo de científicos, cuyos estudios se publicaron este miércoles en la revista científica Science Robotics, ha tomado la forma de un robot que presenta unas pequeñas garras artificiales.

Con ellas, es capaz no solo de portar objetos, sino de aterrizar y posarse en una buena cantidad de superficies.

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En concreto, se trata de un dron con 4 patas que por ahora recibe el descriptivo nombre de agarrador aéreo estereotipado inspirado en la naturaleza (SNAG, por sus siglas en inglés).

Para su creación, los investigadores estudiaron la forma de aterrizar de una especie particularmente pequeña de loros en un entorno controlado en el que los hicieron volar entre perchas de todas las formas, tamaños y materiales posibles.

Estos fueron grabados con 5 cámaras que recogieron su movimiento a cámara lenta. Los científicos, además, dotaron también a las perchas de sensores que captaron la fuerza asociada a cada despegue y cada aterrizaje.

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Con todos esos datos, construyeron el SNAG con la idea de que imitara el vuelo de estas aves. Este basa además su estructura en las patas de halcón peregrino, y en vez de huesos presenta una estructura impresa en 3D que requirió de unos 20 intentos.

Durante la pandemia, Roderick trasladó todo el equipo, impresora 3D incluida, del laboratorio de Lentink en Stanford a una zona rural de Oregón, en el noroeste de EEUU.

Allí confirmó que el SNAG no solo es capaz de coger y transportar objetos, sino que en un bosque real era también capaz de posarse sobre todas las ramas que se encontraba.

Las aplicaciones potenciales de este robot son numerosas. A Roderick, hijo de padres biólogos, las que más le interesan son las que tienen que ver con la posibilidad de estudiar la naturaleza

Con un sensor de calor, por ejemplo, su SNAG fue capaz de ofrecer valiosos datos para estudiar el clima que hay en Oregon.

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"Parte de la motivación subyacente de este trabajo era crear herramientas que pudiéramos utilizar para estudiar el mundo natural", afirma Roderick en el periódico de Stanford. 

"Si pudiéramos tener un robot que actuara como un pájaro, eso podría desbloquear formas completamente nuevas de estudiar el medio ambiente".

La investigación, sin embargo, ha sido financiada en parte por la Fuerza Aérea de EEUU. El tiempo dirá qué planes tienen ellos para el robot con el que el hombre, una vez más, imita a las aves.

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