Así intentó Uber que Glovo dejara de usar 'riders' autónomos: perdió la batalla en los juzgados y copió a la catalana

Un repartidor de Glovo junto a uno de Uber Eats.
Un repartidor de Glovo junto a uno de Uber Eats.
  • Las empresas de reparto de comida a domicilio llevan sumidas en una intensa batalla por la cuestión laboral desde la entrada en vigor de la ley rider.
  • Según ha podido saber Business Insider, Uber buscó protección en los juzgados mercantiles exigiendo que Glovo dejara de usar repartidores autónomos. 
  • En su escrito, la empresa californiana acusaba a Glovo de "competencia desleal" e incluso pedía una compensación de 90 millones de euros.

El cambio del modelo laboral de Uber Eats, que tras meses de advertencias volvía este verano a operar con repartidores autónomos, vino precedido de un hecho que hasta ahora había pasado desapercibido: una batalla en los juzgados mercantiles que la multinacional californiana perdió hace un año contra Glovo en Barcelona.

En octubre de 2021, apenas 2 meses después de la entrada en vigor de la ley rider —una regulación que presume la relación laboral entre plataformas y repartidores— Uber solicitó medidas cautelares previas contra la compañía catalana, a la que acusaba de competencia desleal.

Uber pretendía de esta manera que Glovo, que a pesar de la ley seguía operando con un modelo de autónomos, contratara directamente a sus repartidores y le daba un máximo de 3 meses para hacerlo.

Mediante esta estrategia de solicitar medidas cautelares, la empresa californiana buscaba conseguir resultados inmediatos y saltarse el procedimiento judicial que conlleva una demanda, algo que puede durar varios años. 

Pero no lo logró.

Uber Eats reconoce el despido colectivo de más de 4.000 repartidores en agosto de 2021, justo antes de la entrada en vigor de la ley 'rider'

Con la llegada de la ley rider, Glovo modificó su sistema de autónomos e introdujo una serie de parámetros para esquivar la laboralidad que la norma presume. Gracias a seguir con autónomos, la empresa amarilla se ahorra unos importantes costes de la Seguridad Social, lo que le da una gran ventaja competitiva sobre las demás empresas, según han denunciado sus competidoras en varias ocasiones.

De esta manera, la compañía catalana puede destinar ese dinero a impulsar promociones dentro de su app o llevar a cabo agresivas campañas de marketing para captar clientes, fundamental en el sector del delivery.

Por su lado, ante la llegada de la norma, Uber apostó por un sistema de subcontratas. Es decir, recurrió a terceras empresas para externalizar su servicio de reparto, pero seguía sin contratar directamente a sus riders. 

El auto del Juzgado de lo Mercantil número 12 de Barcelona, al que ha tenido acceso Business Insider, recoge que la multinacional estadounidense solicitó medidas cautelares previas contra Glovo por "incumplimiento de la ley rider", "competencia desleal" y pedía 90 millones de euros a la catalana como compensación.

Además, solicitaba que Glovo contratara a sus repartidores en un plazo máximo de 3 meses.

Uber manifestó entonces en esa solicitud que la competencia en el mercado se encontraba gravemente amenazada por la conducta desleal de Glovo, y entendía que la ley obliga de facto a las plataformas a laboralizar a sus repartidores y asumir los costes laborales.

Sin embargo, la magistrada Mª Isabel López Montañez, subraya que la ley rider, que no deja de ser una modificación del Estatuto de los Trabajadores, no obliga a las empresas a contratar a los repartidores, sino que establece una presunción de laboralidad que a su vez admite prueba en contra.

Esto significa que si la compañía es incapaz de demostrar que sus repartidores son verdaderamente trabajadores autónomos, automáticamente pasan a ser trabajadores por cuenta ajena. 

 

La magistrada del Juzgado de lo Mercantil, que no entra en la cuestión de fondo acerca de la norma laboral, desestimó finalmente imponer medidas cautelares contra Glovo.

Un portavoz de Uber ha rechazado hacer declaraciones a Business Insider sobre esta cuestión. La empresa no ha querido desvelar si finalmente demandó a Glovo por competencia desleal o si continuó el procedimiento judicial, ya que podía recurrir este auto a la Audiencia Provincial de Barcelona. A día de hoy no existe ninguna sentencia sobre este asunto. 

Apenas un mes más tarde de la decisión del tribunal, Uber apostó por recurrir a la batalla mediática y acuso públicamente a Glovo de saltarse la ley.

Courtney Tims, directora general de Uber en España, envío una carta dirigida a Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, además de a la prensa, lanzando unas duras acusaciones contra Glovo y abriendo la posibilidad de volver al sistema de autónomos. 

Finalmente, la californiana cumplió sus amenazas e imitó a la empresa amarilla, a pesar de haberla acusado solo unos meses antes de competencia desleal. Ahora, ambas operan con un modelo de repartidores autónomos.

Hasta la fecha, ningún órgano judicial ha dictaminado que el actual modelo laboral de Glovo o de Uber se salte la ley, aunque desde hace varios meses, el sector del delivery, está en el punto de mira del Ministerio de Trabajo, especialmente Glovo.

Fernando Roan Gómez, presidente de la asociación de riders AUR y la primera persona que ha sacado este asunto entre Glovo y Uber a la luz después de un año, señala a Business Insider que esta vuelta de Uber a los autónomos supone "una represalia" tras haber perdido el litigio por competencia desleal.

"La cuestión es hasta cuándo y cuánto tiempo van a seguir operando con autónomos en vista del cambio del código penal, que se introdujo en noviembre del 2022", subraya. "Las políticas de Uber de incorporación masiva de riders sin control contribuyen a una competencia desleal entre nosotros".

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