Dentro de muy poco tiempo, las lentillas podrían no destinarse solamente a la mejora de los problemas de visión, sino entregar datos directamente a los ojos, ayudar en múltiples tareas cotidianas gracias a la realidad aumentada, o ser útiles dispositivos médicos para diagnosticar enfermedades como el cáncer. 

Un grupo de investigadores del Instituto Terasaki para la Innovación Biomédica en California está apostando precisamente por esto último, desarrollando lentes de contacto que funcionan como una técnica no invasiva para detectar tumores a través de las lágrimas. Su proyecto está detallado en un estudio publicadoen la revista Advanced Functional Materials.

Aunque solamente se ha probado hasta el momento en células de laboratorio, "es bastante emocionante en comparación con las otras técnicas actuales en este campo", destaca el ingeniero biomédico Yangzhi Zhu, y principal autor del estudio. 

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El funcionamiento de este prometedor dispositivo es muy sencillo: las lentillas para detectar el cáncer detectan subproductos celulares en las lágrimas llamados exosomas, que apuntan al crecimiento de un tumor en alguna parte del cuerpo. 

Estas lentes de contacto especiales cuentan con un anticuerpo que puede detectar y adherirse a otro anticuerpo que se encuentra en estos exosomas. Cuando ambos se juntan, se vuelven de color rojo, lo que indicaría la presencia de células tumorales. Los científicos destacan que los resultados son tan potentes que pueden apreciarse a simple vista.

Las lentillas brindan su resultado en solamente media hora

De resultar seguro y confiable en humanos, esta técnica sería mucho  más rápida, cómoda e indolora que las pruebas de detección del cáncer usadas en la actualidad. No harían falta incisiones ni cirugía. 

La velocidad es especialmente llamativa: mientras que los análisis de sangre estándar, las biopsias o las tomografías computarizadas tardan días o semanas, estas lentillas brindan su resultado en solo 30 minutos.

Los responsables ya trabajan en un estudio para probar el dispositivo en conejos. El siguiente paso sería lograr la aprobación para llevar a cabo los experimentos en humanos. 

Si sale adelante, las lentillas podrían expandir su poder mucho más allá del cáncer y contribuir a la detección de otras afecciones, como determinadas enfermedades autoinmunes. Otra de sus potenciales aplicaciones sería la administración de medicamentos y vacunas. Pasarían de ser un sensor a un dispositivo terapéutico realmente versátil.