¿Debería importarles a los jefes que sus empleados tengan dos trabajos?: Un exvicepresidente de Microsoft aconseja "superarlo"

Normalizar que la gente tenga dos trabajos.

Romy Arroyo Fernandez/NurPhoto via Getty Images

Chris Williams,

| Traducido por: 
  • Cada vez es más común que los que mantienen un trabajo a distancia, lo hagan para dos empresas diferentes. 
  • El exvicepresidente de Recursos Humanos de Microsoft aconseja a los jefes "superar" y normalizar esta práctica, y preguntar a sus empleados cómo están rindiendo cuando descubren que tienen dos trabajos. 

Cuando el mundo se vio abruptamente obligado a trabajar desde casa al comienzo de la pandemia, los jefes perdieron parte del poder que ejercían sobre sus empleados.

En mis más de 40 años de experiencia en gestión y dirección de personal como vicepresidente de Recursos Humanos en Microsoft, pude comprobar que la pandemia supondría un cambio de juego para los jefes, porque de repente perdían el control que siempre habían tenido.

Los jefes perdieron el control

Los empleados que empezaron a trabajar desde casa se vieron liberados de los desplazamientos, las distracciones de la oficina y el ojo avizor de sus jefes. La mayoría hizo bien la transición y muchos prosperaron. Pero algunos se aprovecharon de su nueva libertad.

Los jefes se retorcían de horror ante la falta de control. Compartían historias de empleados que se pasaban el día jugando a videojuegos, trabajando desde la playa o el mayor de los horrores: trabajando para dos empresas a jornada completa.

En otoño del año pasado, varios medios de comunicación publicaron sorprendentes historias de programadores de Silicon Valley que ganaban más de medio millón de dólares al año con varios trabajos, haciendo malabarismos entre llamadas de Zoom y plazos de entrega para "engañar" al sistema.

Los gestores se llevaron una sorpresa y la impresión de que los empleados estaban haciendo lo que les daba la gana.

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El pluriempleo es una práctica habitual

Un tercio del mercado laboral en Estados Unidos tiene más de un trabajo. 

Por ejemplo, un cajero de Target también puede ser conductor de Uber por las noches, o un profesor que limpia oficinas los fines de semana, o un cocinero de McDonald's que atiende otro bar por la noche.

El pluriempleo forma parte del tejido natural del mundo laboral, tan común que son parte de las historias de muchas personas de éxito. Quién no ha escuchado alguna vez: "Mi madre tuvo dos trabajos para que pudiéramos ir a la universidad".

La independencia que supuso trabajar desde casa abrió la puerta de esta opción a otro tipo de trabajadores. Incluso surgió una comunidad online en Overemployed.com con artículos y personas que compartían consejos sobre cómo trabajar en varios empleos a distancia.

Con 168 horas a la semana, un empleado con ganas de trabajar o con dificultades económicas considera que un solo trabajo de 40 horas no es suficiente. No es realista que solo el 25% de su semana para llegar a fin de mes o salir adelante.

Tan poco realista como que los gestores piensen que el tiempo de sus empleados les es exclusivo.

Empresarios, el mensaje es claro: la vida de vuestros trabajadores no es vuestra. Lo que decidan hacer cuando no trabajan para la empresa no es asunto vuestro.

Cómo deben actuar los jefes ante el pluriempleo de sus trabajadores

La reacción de los jefes ante el conocimiento de que alguno de sus trabajadores tiene otro empleo es crucial para el buen funcionamiento de los equipos. Hay muchas maneras de actuar, y las reacciones de los jefes varían mucho.

Por supuesto, existen problemas de competencia. Un empleado que trabaja para un competidor, o peor aún, que aprovecha información confidencial, es un verdadero problema y un motivo incluso de despido. 

Aunque los managers no son dueños del tiempo de sus empleados, tienen algunos derechos para hacer cumplir las restricciones de no competencia y confidencialidad (aunque varían según el estado o el país y se complican por los acuerdos a distancia).

Un repartidor de Glovo trabajando en España.

Pero aparte de eso, el hecho de que un trabajador utilice su tiempo o sus habilidades para obtener ingresos adicionales se reduce a una simple pregunta por parte de sus responsables. 

¿Cuál es su rendimiento?

La cuestión clave que aplica a los trabajadores que trabajan para varias empresas, es una cuestión que los jefes deben tener siempre en cuenta: ¿cuál es el rendimiento del empleado? ¿Está haciendo bien su trabajo?

Si el empleado está rindiendo por debajo de sus habilidades, hay que abordar el déficit. El jefe debe hacerle responsable de sus resultados y animándole para aportar el valor por el que además se le paga. Se trata de abordar esta situación de pluriempleo como cualquier otro aspecto del rendimiento. 

Pero lo que los trabajadores hagan fuera de su horario laboral que pueda estar causando un problema de rendimiento no es, de nuevo, asunto de los jefes. La respuesta debe ser: "Espero y pago por estos resultados y no los estás dando, resolvamos el problema".

Sin embargo, si el empleado lo está haciendo bien, e incluso sobresaliendo, estas pueden ser algunas de las reacciones:

1. Enfadarse y montar un pollo

Muchos jefes reaccionan de forma exagerada: insisten en que el empleado deje de hacer cualquier otro trabajo. Se indignan por la deslealtad, se escandalizan por la arrogancia e incluso se ofenden personalmente.

Esto no acaba bien. Si el empleado hace bien su trabajo y no está en la competencia, está en su derecho de hacer lo que quiera. Una reacción exagerada destruye cualquier relación que se pueda tener, y probablemente acabe desmotivándoles por completo.

De repente, una reacción así convierte a un empleado de alto rendimiento en el enemigo, alguien que casi con toda seguridad acabará buscando la salida.

2. Aumentar la carga de trabajo del trabajador

Otros managers reaccionan aumentando el trabajo. "Si tienes tiempo para trabajar para otra persona, puedes hacer más para mí".

Aumentar su carga de trabajo probablemente reducirá el rendimiento del trabajador. Y, desde luego, acabará con una buena actitud, sobre todo si no va acompañado de un aumento de sueldo.

También en este caso, la reacción del jefe pone en su contra a una persona de alto rendimiento, empeorado una buena situación.

Además, esta clase de reacción anima a los trabajadores a buscar otra cosa. Si han encontrado un segundo trabajo, probablemente no les resultará muy difícil conseguir otro.

3. Celebrar el éxito del empleado

El enfoque más maduro que un jefe puede tener cuando un empleado le anuncia que tiene otro trabajo es celebrar su éxito. Esta reacción es además esperable si el rendimiento de ese trabajador es muy alto.

Reconocer su segundo trabajo es el siguiente paso.

Si se recompensa el éxito de este empleado, incluso aumentándole el sueldo, es probable que incluso mejore su rendimiento, ya que se sentirá reconocido y apoyado. En este sentido, el jefe dará una imagen de líder, que sabe reconocer algo bueno cuando lo tiene.

Este enfoque aumentará el aprecio del empleado por su trabajo y su liderazgo. Esta reacción podría incluso hacerle reconsiderar su segundo trabajo, porque ahora es innecesario.

4. Compartir la riqueza

Además, siempre se pueden aprender lecciones de estos trabajadores que superan sus expectativas. Si su rendimiento es excepcional, sería interesante averigüe por qué.

Muchos de estos trabajadores pluriempleados son modelos a estudiar. Se las ingenian para hacer el trabajo de una semana en tres días. No les molestan las prioridades complejas que compiten entre sí. Son, por necesidad, multitarea y expertos en eficiencia laboral.

La reacción nunca debería ser: "Genial, vamos a darte cinco días de trabajo", como he señalado más arriba. Más bien debería ser: "¿Puedes enseñarnos a todos cómo lo estás haciendo?".

Imaginarse tener a todo un equipo de personas que pudieran rendir a ese nivel es difícil: que fueran más eficientes, que pudieran hacer malabarismos con prioridades contrapuestas, que no se vieran afectadas por las distracciones... Podría aumentar el rendimiento individual y la producción de todo el equipo.

En lugar de reprender al pluriempleado, se debe celebrar su innovación, reconocer su creatividad y usarle de motivación para el resto del equipo. 

Tu reacción es clave

Si eres manager y descubres que un empleado tiene otro trabajo extra, tu reacción es clave. Tanto si es trabajo desde casa como si no, lo que importa es su rendimiento.

Si no está cumpliendo las expectativas, busca la manera de resolver el problema. Y no, que deje su segundo trabajo no es la principal solución.

Por el contrario, si están cumpliendo las expectativas, incluso sobresaliendo en su trabajo, tu reacción marcará la diferencia. Tienes un empleado haciendo un buen trabajo y recibiendo una remuneración justa por ello. No lo estropees con tu reacción.

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Si lo está haciendo bien, dígaselo. Si lo está haciendo increíblemente bien, pídele que se lo trasmita a todos los demás. Tú, el equipo y el empleado saldrán ganando si lo manejas con inteligencia y apoyo.

Recuerda que estás participando en un intercambio justo: ellos te dan su tiempo y tú obtienes sus resultados. Lo que ocurra después no es asunto tuyo. Un líder inteligente reconoce la situación e intenta que funcione bien para todos.

Chris Williams fue vicepresidente de Recursos Humanos de Microsoft y ahora es asesor de liderazgo, podcaster, creador de contenidos TikTok y autor.

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