MG apunta a España para instalar una fábrica europea en su carrera por destronar a Toyota

MG ha sido, sin duda, la gran sorpresa de 2023. El ZS se convirtió en uno de los modelos más vendidos en España durante el año pasado, lo que le ha dado alas a la marcha china, propiedad del grupo SAIC Motor, para seguir invirtiendo aquí para tratar de hacerse fuerte.

De hecho, este es un objetivo que no pierden. En una entrevista realizada por Cinco Días, el vicepresidente de SAIC Motor España, Pedro García, explica que, con los siete modelos que tienen actualmente en el mercado, cubren el 40% del mercado. Este año, cuando sumarán otros tres más hasta alcanzar los diez modelos, esperan alcanzar el 70%.

"Vamos a lanzar tres híbridos autorrecargables, entre ellos, el MG3 que presentaremos este mes. Con estos tres modelos vamos a romper el monopolio de Toyota en España en los híbridos autorrecargables, con vehículos a un precio asequible, ya que el MG3 estará por debajo de los 20.000 euros", matiza.

Con este avance en su gama de coches, MG pretende alcanzar unas ventas de 35.000 unidades, frente a las 29.000 de 2023. Para ello, en los primeros seis meses de 2024, esperan alcanzar el centenar de concesionarios en España. "Nuestros concesionarios tienen una rentabilidad de más del 3%, lo que supone más del doble que la media del sector", añade.

Otro de los temas que ha tratado Cinco Días es la idea de MG de instalar una fábrica en Europa. Al respecto, García afirma que, para alcanzar el objetivo de 300.000 ventas en el continente, necesitan "tener una fábrica en Europa, sobre todo de vehículos eléctricos. España está bien posicionada y es seria ­candidata, básicamente porque somos el segundo productor de coches de Europa".

Además, dentro de los puntos fuertes de nuestro país, se encuentran unos buenos costes laborales y mano de obra cualificada. "A su vez, los costes y la oferta logística son bastante amplios, tanto portuaria como por carretera y tren. También es importante ­citar que, pese a los vaivenes políticos, somos un país estable frente a otros que a lo mejor están más cerca de conflictos actualmente en marcha", añade.

Además, la compañía abre diferentes vías de cómo proceder con esta fabricación. "Hay posibilidades de empezar de cero, con fábricas nuevas, pero también hay posibilidades de comenzar la actividad y reacondicionar plantas ya existentes tanto en España como en prácticamente toda Europa", explica Pedro García. 

La empresa china conoce muy bien la situación de Europa gracias a la joint venture que tiene con Volkswagen desde hace más de 40 años. Además, no se cierran solo a coches, también se plantean producir baterías. 

Sin embargo, el crecimiento de las marcas chinas es algo que no están encajando especialmente bien los fabricantes europeos. En numerosas ocasiones han pedido que se pongan aranceles a las marcas chinas. Incluso, la Unión Europea abrió hace unos meses una investigación antidumping sobre los coches eléctricos chinos para tratar de evitar un caso como el de las placas solares de 2012.

"Esto ya se vivió antes con las marcas japonesas y coreanas. Nosotros ya estamos pagando un 10% por la importación de los vehículos que se producen en China. Hay igualdad de condiciones. En lo que no hay igualdad es en la inversión en coche eléctrico que han hecho las marcas chinas en comparación con las europeas", concluye.