Mi abuela, de 91 años, todavía viaja al extranjero: cuáles son sus secretos de longevidad

La longevidad es un regalo. He sido muy afortunada de ver a 3 de mis abuelos cumplir 90 años, y aunque 2 ya murieron, pude celebrar el cumpleaños número 91 de mi abuela en septiembre pasado.

Cuando le hablo a la gente sobre mi abuela y su entusiasmo por la vida, siempre la reciben con sorpresa, conmoción y asombro. Viaja, trabaja en el jardín, mantiene una agenda social activa y no muestra signos de desaceleración.

Siempre está haciendo nuevos amigos y hablando por teléfono

A mi abuela de 91 años, a quien cariñosamente llamamos 'Grosi', le encanta charlar. Puede pasar horas hablando por teléfono o charlando con personas que conoce en el aeropuerto, cajeros de Macy's o donde sea. 

Ella siempre está buscando entablar una conversación y encontrar una manera de animar a un extraño. Una vez, estábamos viajando juntas y nuestro vuelo se retrasó, miré a mi alrededor y la encontré sentada junto a una familia, preguntándoles sobre sus vidas y pasando el tiempo conociendo gente.

Recientemente le compramos un móvil para que pueda ser parte del chat grupal familiar, donde usa la función de conversación por texto para enviar mensajes largos a la familia. Ya sea con sus hermanas en Suiza o conmigo un martes por la noche, ella siempre está al teléfono, poniéndose al día y compartiendo historias. Uno de los secretos de su longevidad son estas conexiones. Siempre vive nuevas experiencias, hace nuevos amigos y tiene nuevas historias que contar a lo largo del camino.

Le encanta recibir visitas y trata a todos con amabilidad

Crecí a menos de una hora de Grosi y cada vez que la visitaba, la casa se llenaba de conversación, música y una actitud animada. Durante el verano organiza fiestas y almuerzos en su casa, y constantemente tiene una puerta metafóricamente giratoria de amigos y familiares que vienen a visitarla. Historias, barbacoas y servilletas pasan alrededor de la mesa con Grosi a la cabeza, contando anécdotas de nuestra familia, de veranos pasados y risas.

Tiene la mejor actitud, siempre está de buen humor, le encanta trabajar en el jardín y alimenta a los pájaros que llegan a su casa por las mañanas. Nunca la he oído decir una palabra mala a nadie; trata a todas las personas con las que habla con amabilidad, respeto y humor.

Sigue viajando al extranjero

Además de tener una apretada agenda social local, viaja tanto dentro como fuera del país. Hace poco celebramos su 91 cumpleaños en Las Vegas. Cuando no está en casa hablando por teléfono con sus amigos y familiares, viaja a Austin, Asheville y Las Vegas, y a Suiza para visitar a la familia. Suele estar en movimiento, ampliando sus horizontes y viviendo constantemente nuevas experiencias. Cuando viajamos juntas, veo cuántos amigos hace por el camino.

Ahora que se escribe tanto sobre la epidemia de soledad y su impacto en la población general, mi abuela me sirve de inspiración para mantenerme en contacto con viejos y nuevos amigos. 

Está conectada con todos y con todo, llama a todo el mundo, se mantiene al día con amigos y familiares y les pregunta por sus días. Sus horizontes sólo se amplían, nunca se reducen, y es inspirador observarla, siempre buscando aprender algo nuevo, conocer a un nuevo amigo o tener una nueva experiencia de viaje.