Hay un sinfín de trucos relacionados con los huevos. 

Puedes comprobar si uno está malo en un par de segundos con varias técnicas, meterlos en el microondas para un huevo frito sin tanto aceite o incluso hay alternativas muy interesantes para personas veganas o alérgicas. 

Como has podido leer, todo está relacionado con la comida, lógicamente, pero ¿Qué pasa si te digo que es bueno que metas cáscaras de huevo en la lavadora?

Puede sonar absurdo o incluso surrealista, pero utilizarlas, previamente limpiadas por dentro, pueden ayudarte en tareas de limpieza en algunos tipos de prendas concretas. 

¿El motivo? Las propiedades de la cáscara del huevo. Primero por su alto contenido en calcio, que ayuda en labores de limpieza. Segundo, por su morfología capaz de ser un material agresivo en la lavadora. Y tercero, porque es capaz de blanquear las prendas durante el proceso de centrifugado de la lavadora. 

Como es lógico, no vale con echar las cáscaras de huevo a la lavadora a las primeras de cambio, sino que requiere de un procedimiento previo. 

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Lo primero es limpiar las cáscaras de manera concienzuda para que no haya ningún elemento que, más que limpiar, ensucie la ropa. 

A continuación, debes triturar esas cáscaras para que se queden en cientos de trozos minúsculos. A este punto puedes sumarle el añadir a las cáscaras algo de bicarbonato de sodio o vinagre para mejorar los resultados. 

Por último, mete esa mezcla en una bolsa o cualquier otro tipo de elemento donde no puedan salirse durante el ciclo de lavado, échalo a la lavadora y pon el programa que te parezca con la cantidad de detergente y suavizante correspondiente. 

Cuando saques las prendas de la lavadora verás como muchas prendas han recuperado color y presencia gracias a las cáscaras de huevo. Ten en cuenta, eso sí, que no funciona muy bien con ropa delicada o muy manchada.