La Luna contiene oxígeno suficiente para la humanidad y la NASA ya busca la forma de poder extraerlo de las rocas de su superficie

La Luna ha estado siempre a simple vista para la humanidad. De hecho, tiene sus implicaciones en el ser humano y en la naturaleza, como si fuera una pareja alejada de la Tierra que aún sigue influyendo sobre esta.

Ahora bien, el satélite y el planeta azul no se parecen mucho. La Luna, por ejemplo, tiene un atmósfera extremadamente delgada, por lo que no hay oxígeno, sino que se compone principalmente de hidrógeno, neón y argón.

Aun así, no hay oxígeno en su atmósfera, como ocurre en la de la Tierra, pero sí que alberga gran cantidad de este, aunque no en forma de gas. En este sentido, el oxígeno se encuentra en una especie de cárcel de regolito, una capa de roca y polvo fino que recubre la superficie lunar.

Es decir, que los materiales del regolito lunar son totalmente originarios, compuestos en su mayoría por sílice, aluminio y óxidos de hierro, procedentes de choques constante de meteoritos. Por lo que, aunque contengan oxígeno, el ser humano no puede respirarlo.

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Es parecido al suelo originario que componía la Tierra, aunque al planeta azul lo hicieron respirable las diferentes formas de vida que albergan el suelo, los cuales permitieron el desarrollo de oxígeno.

Sin embargo, como explica en un artículo de Science Alert el profesor especialista del suelo John Grant, de la Universidad Southern Cross, en Sidney (Australia), el regolito lunar alberga hasta un 45% de oxígeno. Por tanto, habría que estudiar cómo extraerlo.

Las colonias lunares que permitirán extraer el regolito lunar

En octubre de este mismo año y, con el objetivo de lograr conseguir oxígeno para las futuras colonias humanas presentes en la Luna, Australia y la NASA firmaron acuerdo para lanzar un rover al satélite.

Este rover australiano podrá establecer una comunicación directa con el sistema ISRU de la NASA, es decir, que la recolección de los materiales será casi instantánea. Su desembarco lunar tendrá lugar en 2026.

"El suelo contiene oxígeno en forma de compuestos químicos con elementos como hierro y silicio", explicó la NASA en un comunicado. "La demostración de tecnología a pequeña escala ayudará en el diseño de unidades más grandes y capaces en el futuro (las cuales) podrían permitir a los astronautas usar recursos en la Luna para crear combustible para cohetes y otros consumibles de la misión".

Todo ello en el marco de la misión Artemis de la NASA, la encargada de la exploración lunar y que va de la mano de SpaceX, de Elon Musk.

"De cara al futuro, la NASA está planeando al menos 10 alunizajes en la Luna en el futuro, y la agencia necesita aumentos significativos en los fondos para la competencia futura de módulos de aterrizaje, comenzando con el presupuesto de 2023", explicó en otro comunicado Bill Nelson, administrador de la NASA.

En resumen, este rover será el encargado de preparar al satélite para las residencias humanas permanentes, algo que repercutirá inevitablemente en la supervivencia de las mismas.