Por qué no baja el importe de tu factura de la luz si ha caído el precio de la electricidad en el mercado mayorista

Un trabajador en una instalación eléctrica
  • El parón de la actividad económica provocó una fuerte caída en la demanda de electricidad y empujó a la baja, a su vez, los precios en el mercado mayorista de electricidad (pool). 
  • Pero, ¿por qué la mayoría de hogares en España no han visto una traslación real entre la bajada de los precios del pool y la factura de la luz?
  • Se estima que el 60% de los consumidores están en el mercado libre de electricidad frente a un 40% que pertenecen al mercado regulado. Estos últimos sí han visto contraerse drásticamente su factura de la luz conforme los precios del pool.
  • Sin embargo, en el mercado libre los clientes contratan una potencia fija, durante un tiempo y a un precio fijo.
  • Los consumidores del mercado libre deberían realizar una renegociación de su potencia contratada regularmente. Algo que no se suele hacer por desconocimiento de la compleja operativa del mercado eléctrico. 
  • El atractivo del mercado libre radica en que abre la puerta a plantear ofertas puntuales para el consumidor, siempre y cuando esté pendiente de renegociarlas. En este marco, el mercado regulado, que "debería articularse como el peor precio posible, se convierte en el mejor precio posible porque el consumidor no está renegociando su tarifa con la comercializadora", explica Juan Antonio Martínez, analista de Grupo ASE.
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La demanda energética se ha desplomado desde que se declaró el estado de alarma el pasado marzo. El parón de la actividad económica, especialmente de la industria, provocó una fuerte caída en la demanda de electricidad y empujó a la baja, a su vez, los precios en el mercado mayorista de electricidad (pool). Pero, ¿por qué la mayoría de hogares en España no han visto una traslación real entre la bajada de los precios del pool y la factura de la luz?

El motivo se encuentra en esa habitual y técnica disyuntiva entre mercado regulado (PVPC) y mercado libre. Lo cierto es que se estima que el 60% de los consumidores están en el mercado libre de electricidad frente a un 40% que pertenecen al mercado regulado. Estos últimos sí han visto contraerse drásticamente su factura de la luz conforme los precios del pool. “La reducción del precio de estas facturas ha sido del orden del 25%”, explica Juan Antonio Martínez, analista de Grupo ASE, en una entrevista con Business Insider.

Pero ¿por qué no desciende la factura del mercado libre si lo hacen los precios del pool? En el mercado libre “los clientes contratan una potencia fija, durante un tiempo y a un precio fijo”, resume el analista de Grupo ASE. Esta coyuntura hace que permanezcan ajenos a la volatilidad del pool, tanto a las subidas como a las bajadas de precio de la electricidad. 

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En el mercado libre, “normalmente las comercializadoras de electricidad establecen un precio fijo por kWh”, explica Victor Momparler, Growth Manager de Ovo Energy en declaraciones para Business Insider. “Este precio cubrirá: costes regulados, el precio mayorista de la energía y el margen de la comercializadora”. Estas tarifas son fijas y muchas veces son revisables cada cierto tiempo o hay cláusulas que permiten a la comercializadora alterar dicho precio.

Y si bien se parte de la base que los consumidores del mercado libre deberían realizar una renegociación de su potencia contratada regularmente “es algo que no se suele hacer”, adelanta Martínez. “El desconocimiento del pequeño consumidor sobre como funciona el sistema eléctrico hace que no conozca las bajadas en el pool y no regule lo que paga”. 

La factura de la luz se descompone en un 50% que se corresponde con la potencia contratada y otros conceptos como impuestos. Y el 50% restante responde al precio de la electricidad en el mercado mayorista. Según la OCU, la mayor parte de los hogares tiene una potencia contratada de entre 3,3 y 4,6 kW (kilowatios). 

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La factura de la luz del mercado regulado varía todos los meses. En este periodo de confinamiento, el coste del recibo ha descendido en respuesta a esos mínimos históricos de 17 euros por megawatio hora (MW/h) que registró el pasado mes de abril el mercado mayorista o los 20,5 euros/MWh de media con los que cerró mayo, lo que supone un descenso del precio del pool del 57% en términos interanuales, según los datos del Grupo ASE. 

Sin embargo, en el mercado libre el consumidor contrata un precio estable por un periodo de tiempo. Este precio estable acostumbra a fijarse en función de la cotización de los futuros de la electricidadque se pueden consultar en OMIE, el Operador del Mercado Ibérico de Electricidad que muestra cómo cotiza el megawatio hora a futuro, es decir, en 2021 o 2022. 

“Cuando el cliente acepta el precio de la comercializadora, lo que hace es cubrir ese precio de los mercados de futuros”, explica Martínez. “La comercializadora está protegida de las oscilaciones del precio del pool con instrumentos similares a los de los mercados financieros. Los índices de precios varían en función de las expectativas, factores como el precio del gas natural o el precio de las emisiones de CO2 alteran las perspectivas de futuro”.

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Así, lo que hacen las comercializadoras es pactar el precio de compra de la energía con instrumentos muy parecidos a los que se emplean en el ámbito financiero, detalla Monparler. “Esto permite a la comercializadora protegerse ante posibles subidas, pero las penaliza si el precio baja (ya que no se pueden permitir bajarlo). A esto hay que añadir que dicho hedging (o protección) suele acarrear un sobrecoste que también acabará absorbiendo el cliente final”. 

En el mercado libre el consumidor está, en cierta manera, obligado a vigilar los precios y a estar pendiente de ofertas para no estar pagando de más por la electricidad que consume. “Esto le sucede a gran parte de los consumidores particulares, que contrataron un precio fijo hace tiempo y no renegociaron las tarifas porque no saben ni qué contrato tienen”, aclara Martínez.

Lo positivo de la tarifa regulada, según apuntan desde Grupo ASE, es que asegura al cliente que el precio de la electricidad es el real, el que marca el mercado. “Te despreocupas de estar vigilando un mercado complejo que el consumidor desconoce”, indica Martínez. “El desconocimiento del mercado eléctrico lleva al consumidor a no aprovechar las bajadas del pool”.

El atractivo del mercado libre radica en que abre la puerta a plantear ofertas puntuales para el consumidor, siempre y cuando esté pendiente de renegociarlas. En este marco, el mercado regulado que "debería articularse como el peor precio posible, se convierte en el mejor precio posible porque el consumidor no está renegociando su tarifa con la comercializadora", sentencia Martínez. 

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