Las redes sociales están en el punto de mira. 

Los expertos denuncian que estas plataformas son cada vez más peligrosas. Prueba de ello, por ejemplo, está siendo el conflicto entre Israel y Palestina, en el que se están difundiendo miles de vídeos falsos en redes sociales como X —anteriormente conocida como Twitter— que buscan generar la mayor desinformación posible para ganar la guerra por el relato.

Esto ha llevado a instituciones como la Unión Europea a investigar qué están haciendo los gigantes tecnológicos que gestionan estas plataformas para lidiar con este tipo de problemas. 

El auge de la desinformación es solo uno de los muchos retos a los que se enfrentan las redes sociales. Otro de los más acuciantes tiene que ver con el uso que hacen los adolescentes de plataformas como Facebook, Instagram o WhatsApp, especialmente después de haberse conocido casos como el de los deepfakes de abusos sexuales a menores generados por inteligencia artificial.

La responsabilidad de afrontar estos problemas recae en buena medida sobre las compañías que gestionan las redes sociales y, en el caso de esas tres últimas plataformas, se trata de Meta, la empresa fundada y dirigida por Mark Zuckerberg. 

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Sin embargo, el cofundador de Facebook podría no estar prestándole mucha atención a estas problemáticas. Al menos eso ha dado a entender Arturo Béjar, antiguo director de Ingeniería de Meta, durante una comisión de investigación coordinada por el Congreso de Estados Unidos, en unas declaraciones que han sido recogidas por Engadget.

Tal y como indica el medio de comunicación especializado, el mismo día en que Frances Haugen le explicó al Congreso estadounidense cómo Meta podía solucionar algunos de sus problemas en materia de seguridad, Béjar les envió un correo electrónico a Zuckerberg y a otros ejecutivos sobre los daños que los jóvenes podían sufrir al utilizar los productos de la empresa.

El exdirector de ingeniería de Protect and Care en Facebook asegura ahora que se ha dado cuenta de que, desde que envió ese correo, nada ha cambiado en la compañía. 

"Meta sigue tergiversando públicamente el nivel y la frecuencia del daño que los usuarios, especialmente los niños, experimentan en la plataforma", ha afirmado Béjar, que añadido que la matriz de Facebook "todavía tiene que establecer un objetivo para reducir realmente esos daños y proteger a los niños".

"Ya es hora de que la sociedad y los padres entiendan el verdadero nivel de daño que suponen estos 'productos' y de que los jóvenes usuarios tengan las herramientas para denunciar y eliminar los abusos online", ha reivindicado el exdirectivo. 

Béjar fue director de ingeniería en Meta entre 2009 y 2015, un periodo en el que se encargó de proteger a los usuarios de Facebook, dando apoyo a un equipo que trabajaba en "herramientas de acoso para adolescentes, prevención del suicidio, seguridad infantil y otros momentos difíciles por los que pasa la gente", explica en su perfil de LinkedIn.

Según Engadget, el antiguo director de Ingeniería ha declarado ante el Congreso que al principio dejó Meta sintiéndose "bien por haber creado numerosos sistemas que hacían más fácil y seguro" el uso de sus redes sociales. Sin embargo, ha relatado que, desde que tenían 14 años, su hija y sus amigas "se enfrentaron repetidamente a insinuaciones sexuales no deseadas, misoginia y acoso" en Instagram.

Eso le llevó a regresar a la compañía en 2019, para trabajar con el equipo de bienestar de Instagram. "No fue una buena experiencia. Casi todo el trabajo que mis compañeros y yo habíamos hecho durante mi anterior etapa en Facebook hasta 2015 había desaparecido", ha relatado Béjar durante su testimonio.

"Las herramientas que habíamos creado para que los adolescentes obtuviesen apoyo cuando sufrían acoso o intimidación ya no estaban a su disposición", ha explicado. "La gente de la empresa tenía poca o ninguna memoria de las lecciones que habíamos aprendido antes".

En última instancia el exdirectivo de Meta ha señalado que la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp tiene que cambiar su enfoque a la hora de moderar sus plataformas. Según Béjar, esto, requeriría que Meta pusiese un mayor empeño en abordar el acoso, las insinuaciones sexuales no deseadas y otras cuestiones que no infringen necesariamente sus normas actuales.