Meta te cobrará por usar Instagram sin extraer tus datos, pero quizá ella ya te deba dinero: las autoridades tendrán la última palabra

Mark Zuckerberg, CEO de Meta.
Mark Zuckerberg, CEO de Meta.

REUTERS/Carlos Barria

  • Meta introduce este mes planes de pago para usar Facebook e Instagram a cambio de no mostrarte publicidad personalizada ni usar tus datos personales para ello.
  • La forma en la que la compañía extrajo tus datos durante años no se ajustó a la ley, anuncia esas suscripciones sin hablar de compensaciones o indemnizaciones.
  • La autoridad irlandesa de protección de datos ya ha confirmado que todavía no se ha pronunciado sobre si estas suscripciones serán válidas para cumplir con el RGPD.

Meta confirmó esta semana que desde ya los usuarios de la Unión Europea, el Espacio Económico Europeo y Suiza podrán pagar una suscripción de entre 10 y 13 euros para poder acceder a sus plataformas —Facebook o Instagram— sin tener que ver anuncios personalizados.

En el comunicado oficial, la compañía que dirige Mark Zuckerberg insistió en que sigue apostando por un internet gratuito financiado con publicidad, pero que tomaba esa decisión para cumplir con el nuevo entorno regulatorio de la Unión Europea.

Aludía, más concretamente, a una sentencia de este verano del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), a una resolución del Comité Europeo de Protección de Datos (EDPB) de principios de año y a la entrada en aplicación del Reglamento de Servicios Digitales (DSA), que sucederá en marzo del año que viene.

Sin embargo, el comunicado no dejaba muy claro que en realidad esta medida tiene también que ver con la manera en la que durante años Meta ha justificado por qué y para qué recopila y usa tus datos personales, en especial desde mayo de 2018, cuando el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) entró en vigor.

Una manera que primero el EDPB —y después el TJUE— declararon inválida este año. Cuando el RGPD entró en vigor en mayo de 2018, las compañías que recopilan y tratan datos personales tuvieron que aclarar con qué base de legitimidad extraen esa información de sus usuarios.

Es decir, seleccionar una de las opciones que prevé el RGPD. Por ejemplo, las plataformas pueden optar por una base de consentimiento, es decir: piden permiso explícitamente a sus usuarios. O por una base de contrato: la empresa acuerda con el usuario extraer su información personal para prestarle el servicio que el usuario quiere contratar.

Meta, dos años después de prometer la conquista del metaverso: la tecnología recorre el "abismo de la desilusión"... pero ese 'muerto' está muy vivo

Cuando el RGPD entró en vigor, Meta actualizó sus políticas de privacidad y, para evitar tener que pedirle ese permiso a los usuarios, dijo que su base de legitimidad sería el del interés legítimo. Esa base es la que usan plataformas que aseguran que deben extraer datos personales de sus usuarios para que su servicio funcione correctamente.

Lo que pasa es que Meta no necesita extraer los datos personales de sus usuarios para que Facebook o Instagram funcionen: necesita extraer los datos personales para servirles publicidad personalizada a sus usuarios, que es su principal modelo de negocio. Tras varias denuncias, finalmente se ha sentenciado que esa base de legitimidad no era válida.

Por eso Meta, al anunciar estos planes de pago para usar Facebook e Instagram, ha destacado también que cambia su modelo al del consentimiento, como anticipó en agosto. Sin embargo, las autoridades de protección de datos podrían poner freno a las aspiraciones de la compañía.

Sobre todo, porque el consentimiento que está ofreciendo está viciado. No es lo mismo pedir permiso para recopilar tus datos personales que pedirlo teniendo en cuenta que si te niegas, la alternativa que te queda solo es pagar. Es lo que algunos expertos han bautizado como el pay or okay, o pagas o tragas.

Por qué Meta ha adelantado la puesta en marcha de estas suscripciones de pago

Cuando comenzó a rumorearse que Meta lanzaría un plan de suscripciones de pago para acceder a Facebook o a Instagram sin tener que ver publicidad personalizada, lo que se esperaba es que estos llegasen como muy pronto en 2024, coincidiendo con la entrada en aplicación del Reglamento de Servicios Digitales.

Por esa razón, que estas suscripciones ya estén en marcha —desde noviembre de 2023— ha cogido por sorpresa a todo el mundo.

En su comunicado, Meta no detalló por qué esta prisa. Pero el abogado Jorge García Herrero tiene una sospecha: una resolución de la autoridad noruega de protección de datos de este verano que se sumaba a las resoluciones anteriores y además amenazaba con una multa diaria de 90.000 euros a la tecnológica hasta que no usara la base de legitimidad adecuada.

Esa resolución de la autoridad noruega se vio refrendada en una reunión del EDPB de hace días, el máximo órgano europeo en protección de datos —y en el que se ven representadas las autoridades nacionales de los 27, como la AEPD española, la CNIL francesa o el Garante italiano—.

En Europa, es la autoridad de protección de datos irlandesa la encargada de velar porque Meta cumpla el RGPD. Esto es así porque el reglamento tiene un mecanismo de ventanilla única que lo que hace es que sean los organismos nacionales del país en el que la compañía tiene su matriz europea los que tengan que atender a esas cuestiones.

Meta, al igual que otras tantas grandes tecnológicas, tienen su principal sede fiscal europea en Irlanda.

Sin embargo, la relación de la DPC irlandesa con el cumplimiento de Facebook o Instagram del RGPD han tenido varias desavenencias. El Comité Europeo de Protección de Datos tuvo que retorcerle el brazo a la DPC a principios de este año zanjando que Meta estaba incumpliendo el RGPD al no tener una base de legitimidad adecuada, imponiéndole una multa millonaria.

Meta comunicó a finales de julio a la DPC irlandesa que introduciría estas suscripciones de pago en marzo de 2024. En un nuevo comunicado que el organismo irlandés remitió a TechCrunch, este también aclaraba que no habían tomado ninguna decisión acerca de si estas suscripciones y la nueva base de legitimidad serían suficientes para cumplir con el RGPD.

Las 6 palabras de una sentencia a las que Meta se aferra para justificar esta medida

En resumen, Meta, propietaria de Facebook e Instagram, ha adelantado el cambio de la base de legitimidad con la que, ante el RGPD, extrae datos personales de sus usuarios en Europa. Esa base, la del consentimiento, hará que los usuarios puedan decidir no consentir que Meta recoja ni trate sus datos, pero a cambio, esos usuarios tendrán que pagar para usar las redes sociales de Meta.

¿Es esto legal?

Lo habitual en otras plataformas es que los usuarios puedan decidir libremente si aceptan o no recibir publicidad personalizada en función del uso que la compañía prestadora haga de sus datos personales. Pero que la alternativa sea pagar no es algo que esté tan extendido.

Meta se ampara en 6 palabras que incluía la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que enjuiciaba precisamente el hecho de que Meta esgrimiera el interés legítimo como base para recopilar datos. Un párrafo de ese fallo, que se conoció en verano, exponía que los usuarios podían oponerse a que se recopilen sus datos en plataformas de Meta.

Las 6 palabras con las que Meta puede defender un Instagram 'de pago' en Europa, abriendo un nuevo debate en torno a los límites del RGPD

Y destacaba literalmente que si se oponían no tenían por qué verse obligados "a renunciar íntegramente" a usar Facebook o Instagram". "Lo que implica que se ofrezca a dichos usuarios, en su caso a cambio de una remuneración adecuada, una alternativa equivalente no acompañada de tales operaciones de tratamientos de dato".

Meta encontró en esas 6 palabras —de una sentencia judicial de miles— el argumento para poner en marcha este mecanismo como alternativa a la posibilidad de tener usuarios europeos pudiendo usar su plataforma sin, sencillamente, ver su privacidad afectada.

Max Schrems es un activista austriaco por la privacidad digital que dirige Noyb, una plataforma que ha puesto a Meta contra las cuerdas en más de una ocasión. Precisamente sus denuncias hicieron que el EDPB se pronunciara a principios de año invalidando el enfoque con el que Meta pretendió cumplir el RGPD en un principio, con esa base de interés legítimo para extraer datos.

Cuando se empezó a hablar de que la compañía de Mark Zuckerberg iba a implementar una suscripción de pago, Schrems denunció que este sería un ejemplo de "o pagas o tragas", que viciaba el consentimiento —que ya no sería tan "libre"— y que sería un ejemplo de pagar para gozar derechos.

Schrems no es el único.

Te quieren cobrar para no extraer tus datos, pero... ¿qué pasa con los datos que ya te extrajeron sin preguntar?

Mark Zuckerberg, CEO y fundador de Meta.
Mark Zuckerberg, CEO y fundador de Meta.

Reuters

A Jorge García Herrero, abogado especialista en protección de datos, premiado por la Agencia Española de Protección de Datos en 2019, todo lo que está haciendo Meta con sus nuevos planes de pago le está indignando. En su blog profesional ya ha dedicado cuatro entradas al asunto, y en la última pormenoriza algunas razones con las que rechazar la idea de la tecnológica.

Realmente, a Meta le ha funcionado durante años lo que llegó a intentar TikTok en 2022, cuando de la noche a la mañana intentó cambiar su base de legitimidad para justificar ante las autoridades que recopilaba datos personales de sus usuarios por su interés legítimo para funcionar como plataforma —cuando siempre había pedido permiso primero—.

La plataforma de origen chino dio marcha atrás a su plan después de que las autoridades nacionales de protección de datos avisaran de que investigarían ese posible cambio en las políticas de privacidad.

Meta recorre el camino inverso. En 2018 usó el argumento del interés legítimo y en enero de 2023, después de que el Comité Europeo de Protección de Datos resolviera una causa cuya respuesta se vio refrendada este verano con la sentencia del TJUE antes mencionada.

Por eso a García Herrero le sorprende que ahora la tecnológica trate de salirse con la suya exigiendo pagar una cuota mensual a aquellos que no quieran ser rastreados. En su último post, el abogado es sucinto: Meta te está pidiendo que pagues para dejar de violar tus derechos, cuando ni por sí misma genera contenido —lo generan sus usuarios— o prometió que siempre sería gratis.

Pero el abogado, en conversación con Business Insider España, explora un camino más allá. Meta te está pidiendo que pagues para no recibir publicidad personalizada —y a cambio de no extraer tus datos personales a lo bruto, como impide el RGPD—. Pero, ¿qué pasa con toda la información que extrajo de tu perfil de forma ilícita hasta enero de este 2023?

¿A ti quién te paga eso?

Este abogado español cree que hay caso para, como mínimo, exigir compensaciones al gigante tecnológico

Aunque en países como EEUU son habituales, las demandas colectivas en la Unión Europea no se prodigan tanto. La legislación de varios de sus países miembros no las amparan, ya que por ejemplo en España es necesario que una entidad que decida denunciar a una compañía primero recabe precisamente la legitimidad contactando con todos los afectados.

Es virtualmente imposible conocer, contactar y convencer a los millones de españoles potencialmente afectados por, por ejemplo, esa extracción de datos personales en la que habría incurrido a Meta en Facebook e Instagram, que habría sido ilícita a tenor de las últimas resoluciones y sentencias. Al menos entre mayo de 2018 y enero de 2023.

En lugares como Países Bajos este tipo de denuncias colectivas están empezando a ser más comunes gracias a una reforma legislativa que permite a las asociaciones de consumidores a actuar como representantes legítimas cuando tienen cierta implantación, como sucede en España con los sindicatos mayoritarios en el ámbito del derecho laboral.

Un segundo obstáculo a la hora de preparar una denuncia así contra Meta sería el de evaluar cuál podría ser el valor de los datos personales que se han extraído irregularmente. "No sabemos si valen 50 céntimos, 2 euros, o 700", explica Jorge García Herrero.

Bloquearon mi perfil de Facebook, y me alegro: al principio sentí FOMO, pero después mi salud mental mejoró

Pero ahora se sabe, al menos, el valor que le da Meta a esa extracción de datos personales. El precio lo ha fijado ella. Los usuarios que no quieran ver cómo la tecnológica utiliza su información personal para servirle publicidad personalizada tendrán que pagar, como mínimo, 10 euros al mes.

Cuando se produjo el dieselgate, el escándalo de los motores trucados, el Grupo Volkswagen tuvo que reparar gratuitamente los vehículos de los usuarios afectados. 

Sabiendo eso, es de sentido común, o al menos así lo entiende García Herrero al teléfono con este medio, que Meta tenga que, como mínimo, verse obligada a garantizar compensaciones a los usuarios que se han visto afectados por estos tratamientos de datos irregulares.

Por lo menos pudiendo disfrutar de Facebook o Instagram sin anuncios durante el mismo tiempo que utilizaron esas plataformas sin tener la opción de pagar para no comprometer su privacidad.

"Una propuesta de reparación equitativa y obvia por parte de Meta sería ofrecer la versión premium a tooodos sus usuarios cuyos derechos ha vulnerado, y durante el mismo tiempo. Esta versión tendría que ser libre de publicidad y ojo, también de espionaje", deslizaba en su web. 

"¿Sería la quiebra de Facebook e Instagram? No digo que no. ¿Sería justo? Sin duda".

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.