Objetivo Boston: así se prepara el sector biomédico español para convertirse en referencia mundial

Investigadora científica
  • El sector biomédico español toma posiciones a nivel internacional con Cataluña al frente.
  • Los expertos reclaman un marco fiscal más atractivo para los inversores. Si bien la calidad académica es buena, España falla en transferencia al mercado.
  • Barcelona, como principal polo biomédico en España, mira a Suecia y Dinarmarca, Alemania, Canadá y Tel Aviv como principales competidores y referentes.

España toma posiciones en la escena biomédica a nivel mundial y lo hace a golpe de innovación. El sector biomédico se hace mayor y proliferan el número de empresas mientras aumenta su peso sobre la economía española.

Como indicador, la contribución de las empresas especializadas en biotecnología superó los 8.200 millones de euros en 2015 con 130.000 empleados. De esta forma, el sector tuvo un impacto de un 0,8% del PIB nacional según consta en el informe Asebio 2016. 

"Se trata de un sector, todavía, emergente, con veinte años escasos de vida", apunta el director general de la patronal biotecnológica Asebio, Ion Arocena, en una entrevista con Business Insider España. "Ahora comienza a tomar un peso relevante en la economía española".

Si bien cada Comunidad Autónoma ha hecho su particular apuesta por el sector, Cataluña lidera sobre el resto del país. El territorio catalán, y muy especialmente el polo barcelonés, avanza en la carrera por posicionarse como hub internacional biomédico. De hecho, suma los ratios más elevados de empresas biotecnológicas con hasta el 17,3% del total de España. En la lista le sigue Andalucía, con un 14,7% y País Vasco, que concentra el 8,5% de las biotechs. 

En los últimos tres años, se está produciendo un fenómeno interesante y es que el sector biomédico atrae la mirada de los inversores internacionales. Así lo constata Arocena que señala dos operaciones: la licencia de dos patentes la catalana Oryzon Genomics con la farmacéutica suiza Roche en 2015, por valor de 21 millones de euros (pese a la trayectoria que tomó más tarde esta operación). Otro ejemplo es el acuerdo de licencia que firmó Palobiofarma con Novartis, que desembolsó un pago inicial de 15 millones de euros en 2015 para desarrollar y comercializar una inmunoterapia contra el cáncer.

La lista engorda según avanzan los años, con más ejemplos que suscriben la tendencia. Crece, por tanto el interés de los inversores extranjeros en el sector biomédico en España y Cataluña trata de posicionarse como referente internacional. Según el último informe de CataloniaBio &HealthTech y EY, las empresas biomédicas catalanas atrajeron un volumen de inversión de 102 millones de euros el pasado año, sin embargo, supone una caída del 33,3% respecto al ejercicio anterior, cuando se alcanzó la cifra récord de 153 millones de euros. 

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La patronal atribuye tal declive a una falta de rondas de financiación en fase B, y pese a ello, Barcelona no cesa de fijarse en el extranjero en aras de compararse con otros polos relevantes como Canadá, Alemania, Suecia y Dinamarca e Israel. Deja a un lado, según aclara el presidente de CataloniaBio-HT, Jaume Amat, otros importantes núcleos empresariales del sector como Boston o Silicon Valley por manejar cifras de financiación que superan los 10.000 millones de dólares, en el caso de Boston. Desorbitadas en cualquier caso para un ecosistema local cuya financiación se sitúa en 102 millones de euros y concentra 160 empresas. 

Así es como Cataluña se pone la marca para competir con Suecia y Dinamarca, cuyo clúster, Medicon Valley Alliance,  atrae 779 millones de euros  y suma 440 compañías que destacan en el área de salud digital. También con Alemania, que atrae 665 millones de euros en capital en su hub BioMunich, compuesto por más de 360 empresas que despuntan en el área cardiovascular. 

Ya fuera del Viejo Continente, el principal hub biomédico español mira también a Canadá  y a su clúster TO Health configurado por 1.100 empresas biomédicas, con una mayor especialización en medicina regenerativa y células madre, que concentran 947 millones de euros de financiación. Y, de la misma forma, a Tel Aviv, cuyo clúster AITI concentra 1.350 empresas del sector biomédico y cuenta con 597 millones de euros. 

Principales 'hubs' biomédicos en términos de financiación
Principales 'hubs' biomédicos en términos de financiación

En este sentido, el director general de Biocat, no deja escapar la oportunidad para destacar: "En avances científicos quizás estamos a la altura de Israel pero ellos tienen un acceso al capital que nosotros no tenemos, además de la tremenda influencia estadounidense". 

Objetivo Boston

Entonces, al final, ¿qué es lo que le falta al sector biomédico en España para poder llegar a compararse con su máximo exponente: Boston? John Collins, director de operaciones del CIMIT —en Boston—, lo tiene claro y la ventaja competitiva que ha hecho de Boston lo que es hoy son las instituciones, como el MIT o Harvard. Por su parte, si bien el director general de Asebio apunta que "compararse con Boston es odioso porque pone los dientes largos a cualquiera", incide sobre la idea de que el hub estadounidense parte con veinte años de ventaja sobre el español.

Collins, uno de las 200 personalidades más destacadas en transformación tecnológica al otro lado del charco y que visitó Barcelona como ponente invitado por Biocat, apuntó en una entrevista con Business Insider España: "Boston se ha nutrido de una larga cultura biomédica. Los principales ingredientes que han hecho de este hub lo que es hoy parte de unas instituciones académicas fuertes y es algo que sí tiene Barcelona. Los elementos más importantes están ahí". 

Sin embargo, Collins advierte de que el camino que falta por andar viene de la mano de la comercialización y la innovación. "En Boston hay una gran cantidad de firmas de capital riesgo, lo que se traduce en dinero en busca de crecimiento empresarial. Esto es lo que alimenta el ecosistema de start ups", razona. En este sentido, Collins apunta cómo el de Boston es un ecosistema muy dinámico, en donde muchos inversores han experimentado en sus carnes todo el proceso: han sido investigadores y emprendedores, algo que, encuentra, falta en Barcelona.

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En un análisis, Arocena marca la lista de deberes pendientes de España: "Hay deficiencias diagnosticadas como el marco de ayudas al sector. Mientras en otros hubs se conceden subvenciones públicas, aquí el capital se articula como deuda", señala. Aroncena continúa su lista y también se refiere a una gestión extremadamente burocrática que dificulta el acceso a la financiación y la falta de un marco fiscal que incentive las deducciones a la I+D+i. "Necesitamos un marco fiscal que atraiga a los inversores", señala.  

De la misma manera, el clúster catalán, CataloniaBio-HT apunta como principales retos el de atraer financiación, así como lograr acuerdos con partners estratégicos y demostrar el valor económico de la innovación. Su presidente, Amat, considera que "no hay que ponerse nerviosos" en posicionarse a niveles de Boston. "Tenemos que darnos tiempo. Hay cosas por mejorar, como las sinergias".

En opinión del estadounidense, Collins, la tendencia es hacia una concentración de los núcleos biomédicos en localizaciones concretas.  "La escala de Boston respecto a España es mucho mayor. La actividad en España todavía está en crecimiento. Ha aumentado significativamente en los últimos años y veremos grandes mejoras de forma rápida, en un corto período de tiempo", augura.

Arocena tiene claro que el sector en España todavía "atraviesa la adolescencia". Ahora, "tenemos que ser capaces de consolidar la tendencia con visión a largo plazo y marcos fiscales, jurídicos y legislativos estables para que se pueda consolidar y desarrollarse como adulto". 

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