Occidente quiere estrangular los ingresos de Putin por el petróleo y el gas, pero Rusia no lo aceptará

Los suministros de energía, sobre todo, están financiando la guerra de agresión rusa en Ucrania. Ahora la Unión Europea (UE), los principales países industrializados occidentales (G7) y Australia quieren reducir notablemente los ingresos del presidente Vladímir Putin. 

Quieren dictar a Rusia a qué precio puede vender su petróleo en el mercado mundial: no más de 60 dólares estadounidenses (57 euros) por barril (159 litros).

Así es como se supone que funciona: en cuanto a los transportes y los servicios necesarios, como los seguros, las navieras europeas solo pueden aceptar transportes a terceros países, como China e India, si el precio no supera el tope. Se calcula que las compañías navieras de la UE operan más de la mitad de los buques cisterna de todo el mundo.

Más de 9 meses después del inicio de la guerra, el embargo petrolero de la UE contra Rusia entrará gradualmente en vigor a partir de este lunes 5. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, duda que las medidas tengan suficiente efecto —el límite de precios es demasiado alto, ha criticado en su discurso diario por vídeo del sábado— y ha pedido sanciones más duras para los dirigentes de Moscú.

A la puesta en marcha del embargo y la limitación de precios de la UE le siguen otras 2 medidas: después de suspender las importaciones marítimas, Alemania también quiere interrumpir las entregas de petróleo ruso a través del oleoducto Druzhba (Amistad) para finales de año.

Las distorsiones en los mercados energéticos mundiales también las sufren los consumidores. Según los planes del gobierno federal, el freno a los precios del gas y la electricidad pondrá fin a las subidas injustificadas de las tarifas.

Los aumentos de precios estarán prohibidos hasta finales de 2023, a menos que el proveedor pueda demostrar que "el aumento está objetivamente justificado", según los proyectos de freno de precios que se han presentado en el Bundestag (parlamento federal alemán).

El precio del petróleo sube tras el anuncio de la OPEP de que mantendrá sus objetivos actuales de producción y la relajación de las restricciones en China

Rusia contraataca

Rusia, sin embargo, no quiere aceptar las medidas y ha amenazado con contramedidas. El país considera que el instrumento no está basado en el mercado y desarrollará un mecanismo para prohibir el uso del tope, ha declarado este domingo 4 el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, en la televisión estatal de Moscú. 

No ha dado detalles. Sin embargo, Novak afirma que la empresa energética está dispuesta a reducir su producción de petróleo si los países querían aplicar el tope.

Según Nowak, el mercado del petróleo se encuentra hoy en mejores condiciones que hace 2 meses. Sin embargo, siguen existiendo imponderables por la elevada inflación y también por los brotes de coronavirus en China, por ejemplo.