La presencia femenina en los escalones más altos del mundo empresarial cae un punto porcentual con respecto a 2023 y no consigue recuperar valores de 2008, justo antes del inicio de la crisis financiera, según revela el último informe presentado por ICSA Grupo y EADA Business School. 

La presencia de mujeres entre directivos de empresas ha caído desde el 19,5% que alcanzó en 2008 hasta el 15,6% registrado en lo que llevamos de 2024. Esta cifra también es inferior al 16,6% que se registró el año pasado. 

Indry Canchila, ingeniera industrial, socia directiva de consultoría de ICSA Grupo y una de las presentadoras del informe, hace un diagnóstico gris de la situación. "A mayor nivel de responsabilidad empresarial, menor presencia de mujeres directivas", asegura. 

Para resolver esta disparidad hace falta un "cambio en la estructura de las organizaciones y un rediseño en las formas de trabajar". 

El informe se ha elaborado con datos salariales de más de 80.000 individuos empleados por cuenta ajena en España, conseguidos a través de encuestas directas y plataformas tecnológicas. 

El fenómeno es más pronunciado entre las pequeñas y medianas empresas, pero las más grandes no son ajenas a esta disparidad. 

El número de mujeres en los consejos de administración de las empresas del Ibex apenas ha avanzado un 2,3% en el año 2023 con respecto a 2022, desde el 37,5% hasta el 39,8%, según un informe de la agencia Atrevia y la IESE Business School publicado en marzo. El dato roza el 40% que marca la directiva europea, pero todavía no lo alcanza. 

Hablando de cifras absolutas, la retribución media actual de un directivo hombre alcanza los 93.030 euros, mientras que la de su compañera mujer se queda en los 83.663 euros. La brecha es de algo más del 11%. Esta cifra ha descendido desde 2017, cuando la brecha salarial entre retribuciones medias era del 18%. 

Sin embargo, este avance es demasiado lento. Canchila asegura que "a este ritmo tardaremos unos 20 años más en lograr una igualdad salarial entre hombres y mujeres directivas. Esto sigue siendo inaceptable y es necesario trabajar en ello". 

Para cerrar esta brecha y reducir las diferencias, Aline Masuda, investigadora y profesora de EADA Business School, defiende que las empresas deben "rediseñar los cargos de dirección que mejoren realmente la conciliación laboral y familiar. Los puestos que fomentan la presencialidad y las horas extras, también conocidos como trabajos codiciosos, contribuyen a la desigualdad, porque la sociedad sigue esperando que las mujeres sean las principales responsables del cuidado de la familia". 

Las mujeres solo alcanzan el 9% de las directoras generales en España, una cifra que está estancada desde hace años. Por sectores, destacan las directivas en aquellos con niveles de salarios más bajos: dirección de comunicación (39%), dirección de marketing (30,5%) y dirección de recursos humanos (33%). Esas cifras revelan una desigualdad, pero no es tan pronunciada como en otros sectores: dirección en empresas tecnológicas (5,2%), dirección general (9%) y dirección de empresas de producción (5,8%). 

Canchila concluye que para lidiar con estas diferencias hace falta cambios estructurales, de la cultura de las organizaciones que promocionan las horas extra y el sacrificio absoluto por el trabajo para ascender. 

"Hace falta ser creativo a la hora de reducir la carga de trabajo y crear equipos que puedan reducir el tiempo que los directivos pasan en la oficina. Los hombres y las mujeres ya no quieren dejar su vida ahí, no se quieren sacrificar".