Las sombras de los avances de paridad del Ibex: las mujeres siguen lejos de los sillones de mando

Una mujer atrapada entre unas cuerdas.

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Hay avances pero, ¿son suficientes?

El número de mujeres en los consejos de administración de las empresas del Ibex apenas ha avanzado un 2,3% en el último año, desde el 37,5% al 39,8% según el último informe de la agencia Atrevia y la IESE Business School. Este dato roza el 40% que marca la directiva europea y que recoge la Ley Orgánica de Representación Paritaria y Presencia Equilibrada de Mujeres y Hombres que entrará en vigor el 30 de junio. 

Las cifras dicen que el número de mujeres en los consejos de administración de las mayores cotizadas en España es mayor que nunca: ha pasado de 163 en 2022 a 176 en 2023. De hecho, 21 empresas han superado ese umbral del 40%, y cinco de ellas incluso tienen más mujeres que hombres en sus consejos. 

“Las empresas se están dando cuenta de que esto es un tema de eficacia, tienen que dar igualdad de oportunidades a todo el talento, porque es escaso, y esa ola no deja de crecer”, subraya Nuria Chinchilla, profesora del IESE Business School y experta en liderazgo, una de las autoras del informe. “Tenemos que abrir el ojo femenino para ver mejor, porque de la otra manera, con un ojo tapado, no vemos tanto”, defiende. 

“Es un tema de justicia social, pero también de eficacia. No podemos bajar la guardia, hemos conseguido avances en los consejos de administración de las empresas, pero tenemos que seguir pidiendo paridad”, reflexiona María Asunción Soriano, directora general de la agencia de comunicación Atrevia. 

Ni consejeras dominicales ni ejecutivas

Ocho de cada diez mujeres que se sientan en los consejos de administración del Ibex lo hacen como consejeras independientes. Es un papel importante, pero no el que más capacidad de decisión tiene sobre el negocio o la estrategia de una compañía. 

Como independiente, una consejera no tiene vínculo directo con la empresa, no tiene posiciones importantes en el accionariado y tampoco ejerce un puesto ejecutivo. En otras palabras: su trabajo es participar en la toma de decisiones de forma objetiva desde esa imparcialidad que le da su posición externa y neutral.

Para alcanzar ese 40% de mujeres en los consejos de administración, las empresas del Ibex han ido nombrando en los últimos años, sobre todo, consejeras independientes. De hecho, dentro de esa tipología de consejeros ya hay más mujeres que hombres.

Sin embargo, la situación ha cambiado poco entre otros tipos de consejeras. Es el caso de las dominicales, que representan a accionistas significativos (y a sus intereses) de esa propia compañía y juegan un papel fundamental en la vigilancia directa sobre el equipo directivo. El techo de cristal se sitúa en el 25% y la falta de mujeres parece íntimamente ligado con otra realidad: el mundo de la inversión sigue siendo cosa de hombres.

En cualquier caso, la brecha de género es todavía más evidente entre las consejeras ejecutivas. Representan una minoría aplastante: 4 mujeres frente a 55 hombres. La proporción ni siquiera alcanza el 10%, y apenas ha avanzado dos puntos en los últimos siete años. Solo una mujer —María Elena Sanz, en Mapfre— se ha incorporado a este club en el último año.

Los consejeros ejecutivos desempeñan responsabilidades de gestión dentro de las empresas, por lo que su capacidad de influencia en el día a día suele ser mucho mayor. Son sillones habitualmente reservados a los consejeros delegados (María Dolores Dancausa es la única CEO de todo el Ibex) y a los presidentes, pero no es un requisito imprescindible. De hecho, Marta Ortega es presidenta del consejo de Inditex pero no es presidenta ejecutiva, igual que Beatriz Corredor (Redeia) o Anna Bouverot (Cellnex). Ana Patricia Botín (Santander) es la única presidenta ejecutiva de la lista.

La brecha se extiende a las comisiones

Un escalón por debajo del consejo de administración, en las comisiones encargadas de ejecutar las directrices que vienen del consejo, la historia se repite. En algunas sí que hay paridad o se está muy cerca de alcanzarla, pero en otras los hombres siguen ocupando la gran mayoría de los sillones.

Solo una de cada cinco personas que se sientan en las comisiones ejecutivas o delegadas es una mujer, lo que viene a constatar la falta de representación femenina en los puestos más decisorios. Tampoco alcanzan el umbral del 40% en las comisiones de innovación, tecnología y seguridad. Y, sin embargo, ganan por goleada en las comisiones de sostenibilidad.

“Podemos decir que ha habido una mejora, sí, pero es que no estamos ni siquiera en el mínimo que nos está exigiendo la directiva europea”, sentencia Helena Ripolles, consultora técnica en igualdad de género. Se refiere a la que entró en vigor a finales de 2022 con el objetivo de lograr antes de 2026 que las empresas cotizadas tengan un mínimo del 40% de representación femenina en sus consejos de administración, o en su defecto, que haya un mínimo del 33% de mujeres entre todos los puestos de consejero. 

A partir de esta directiva, los países pueden legislar y tomar medidas más ambiciosas, como está haciendo España, que tiene hasta diciembre de 2024 para trasponer la directiva a su ordenamiento legal. En 2023 se aprobó una ley al respecto que entrará en vigor el 30 de junio de este año, y da un margen de un año a las empresas con una capitalización bursátil superior a 500 millones de euros (y dos años para las que estén por debajo) para conseguir ese 40%.

“Podemos mirar con un enfoque positivo los datos, pero no estamos bien”, reitera Ripolles, que pide más medidas además de la cuota. “Es una medida muy concreta, pero tiene que venir acompañada de muchas otras acciones, como las normas de conciliación en esa empresa entre la familia y el trabajo, porque a lo mejor por eso muchas mujeres no se postulan para ese tipo de puestos de más alta dirección”, sobre todo cuando “partimos de la base de que son las mujeres las que tienen que conciliar”. 

A nivel europeo, eso sí, España está casi a la cabeza en igualdad. Está por encima de la media (39,40% frente a 33,80%) y es el quinto país en nivel de paridad, solo por detrás de Francia, Italia, Dinamarca y Países Bajos. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. Hay seis empresas cotizadas dentro y fuera del Ibex que no tienen representación femenina en sus consejos (Berkley Energia LTD, Borges Bain, Nextil, Nyesa, Pescanova y Urbas) y hay tres empresas del Ibex que no llegan ni al 30% (Sacyr, Naturgy y Fluidra). 

“En muchas ocasiones son hombres, amigos entre sí, cómodos en su situación, y creen que no necesitan ninguna diversidad. Es una visión muy masculina de la realidad”, aporta Chinchilla hacia el final de la presentación del informe. “Pero no podemos seguir así, hay que salir de los estereotipos y las creencias que nos arrastra y nos aplastan”, sentencia Soriano. 

Lejos de la paridad también fuera del consejo

Existe otro dato revelador sobre la brecha de género en las grandes cotizadas españolas. Las mujeres apenas ocupan puestos de la alta dirección que reporta directamente al consejo o al primer ejecutivo de la compañía. La media, en ese caso, apenas supera el 26% según un análisis de Business Insider España a partir de los datos enviados por las propias compañías a la CNMV en sus informes anuales de gobierno corporativo.

Se trata de puestos de altísima responsabilidad, que suelen concentrar buena parte de la operativa del negocio o de sus principales divisiones, y que en muchos casos figuran entre los empleados mejor pagados de las compañías. Solo una empresa (Aena) tiene en este apartado a más mujeres que hombres y en la mayoría de los casos el porcentaje se queda por debajo (o muy por debajo) de ese 40% que se va a exigir a las empresas en su consejo de administración.

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