OpenAI, la desarrolladora de ChatGPT, sopesa fabricar sus propios chips de inteligencia artificial

Ilustración sobre ChatGPT y OpenAI

 REUTERS/Dado Ruvic

  • El boom que está viviendo la inteligencia artificial generativa puede tener como consecuencia que cada vez sea más complicado hacerse con los microchips necesarios para desarrollar esta tecnología. 
  • Ante este posible problema, la desarrolladora a de ChatGPT, OpenAI, estaría valorando la posibilidad de fabricar sus propios chips de IA para no tener que depender de agentes externos como Nvidia. 

Una de las principales consecuencias que ha tenido el auge de la inteligencia artificial generativa ha sido que ha habido empresas que, aun no estando directamente relacionadas con el desarrollo de esta tecnología, se han visto claramente beneficiadas por el despegue que ha experimentado en los últimos meses.

El ejemplo claro es Nvidia. El fabricante de microchips, especialmente reconocido en el sector de los videojuegos por sus tarjetas gráficas (GPU, por sus siglas en inglés), se ha visto claramente beneficiado por el auge de la IA. Son esas mismas tarjetas gráficas las que han sido utilizadas por startups tecnológicas como OpenAI para desarrollar herramientas disruptivas como ChatGPT

Esto ha generado que Nvidia, que se posiciona como compañía líder en el desarrollo de GPU, vea cómo su capitalización bursátil se dispara hasta niveles estratosféricos. Algunos analistas han llegado a decir incluso que el fabricante podría convertirse en "la empresa más importante de la civilización".

Y es que el propio Jensen Huang, CEO de Nvidia, ha asegurado que gigantes como Amazon, Google, Microsoft o Meta podrían llegar a gastarse un billón de euros en los próximos cuatro años en sus chips. Las compañías de inteligencia artificial son conscientes de ese coste y quizá sea por eso por lo que OpenAI quiere apostar por desarrollar sus propios componentes electrónicos. 

Al menos así lo ha recogido Reuters, que ha publicado en exclusiva unas declaraciones de varias personas familiarizadas con la situación que afirman que la desarrolladora de ChatGPT estaría valorando la posibilidad de desarrollar sus propios microchips, llegando incluso a sopesar un posible objetivo de compra.

Aplicación de ChatGPT en móvil.

Al parecer, OpenAI no habría decidido seguir adelante con esos planes, pero la empresa habría estado estudiando desde el año pasado varias opciones para solucionar los problemas de escasez y precios altos de los chips de IA en los que se basa su actividad.

Según Reuters, estas opciones incluirían la fabricación de sus propios microchips, así como la posibilidad de trabajar más estrechamente con otros fabricantes, incluida Nvidia, o diversificar sus proveedores más allá del líder de las tarjetas gráficas. 

Tal y como indica la agencia de noticias británica, el funcionamiento de ChatGPT le cuesta mucho dinero a OpenAI. Según Reuters, Stacy Rasgon, analista de Bernstein, ha indicado que cada consulta al chatbot de inteligencia artificial le cuesta a la desarrolladora unos 4 céntimos. 

En el hipotético caso de que las consultas de ChatGPT alcanzasen una décima parte de las búsquedas de Google, OpenAI necesitaría GPU por valor de 48.100 millones de dólares (unos 45.600 millones de euros al tipo de cambio actual), además de disponer de unos 16.000 millones de chips cada año para poder soportar esa capacidad de procesamiento.

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