Qué le pediría Ignacio Gallego, CEO de Nokia, a Pedro Sánchez: "Una mejor regulación para poder competir en innovación a nivel internacional"

Ignacio Gallego, CEO de Nokia España.
Ignacio Gallego, CEO de Nokia España.

Nokia

Ignacio Gallego lleva toda una vida al frente de las tecnológicas. Empezó su trayectoria en Philips en 1990, de ahí pasó a Siemens —donde estuvo 8 años—, y después llegó a Nokia, una empresa donde lleva trabajando más de 22 años.

Actualmente dirige la compañía en España y tiene una gran responsabilidad por delante: hacer que nuestro país sea líder en el negocio de redes y telecomunicaciones. Pero eso tiene un binomio un tanto peculiar, ya que su negocio depende tanto de sus clientes privados como de la Administración Pública.

Por eso, si tuviera a Pedro Sánchez delante, tiene claro qué es lo que le gustaría pedirle: una buena regulación. "Este tema es clave para que un mercado tenga salud, ya que los jugadores que juegan en ella deben tener, por un lado, el compromiso con la sociedad para hacer las inversiones que hay que hacer, pero también debe haber unas condiciones que les permitan competir y poder invertir".

"En España se crea mucho más valor del que se extrae", defiende este experto español en innovación que pasó por Silicon Valley y ahora es embajador del área de proyectos secretos de Google

El directivo matiza que no solo se lo pediría al presidente del Gobierno, sino también a los reguladores europeos. "Yo creo que hay que pedirles un poco más de altura de miras y no solo pensar en la obsesión por bajar la factura a fin de mes de los consumidores —que es un objetivo que, por supuesto, hay que vigilar—, pero en nuestro continente necesitamos que haya también otra meta, que es conseguir que la industria sea capaz de invertir en innovación y sea capaz de competir en un entorno globalizado como el que tenemos", comenta.

Gallego cree que Europa se está quedando cada día más atrás en capacidad de innovación porque, simplemente, se pierde "contexto competitivo" debido a la regulación que existe en cada país. "Al final los grandes operadores no son capaces de ganar las economías de escala que necesitan para realmente llevar a Europa a un nivel más alto", continúa.

Ahora, por ejemplo, en España, se habla mucho de posible consolidación. "Todos los operadores, sin excepción, están demandando que las condiciones que haya para que ese tipo de operaciones se produzca sea favorable. La regulación tiene mucho que ver. Y tenemos que tener cuidado de que una operación de ese estilo no provoque una reacción con los remedios que normalmente suele haber en este tipo de operaciones, que prolonguen en una situación de hipercompetitividad, con un mercado de bajo coste que tenemos, que nos puede nos puede impedir tener ese liderazgo a medio plazo".

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