El planeta más brillante conocido de la Vía Láctea tiene nubes metálicas que hacen llover titanio: los astrónomos creen que "no debería existir"
Ricardo Ramírez Reyes (Universidad de Chile)
- Se ha descubierto que un planeta de un tamaño cinco veces el de la Tierra es el más brillante fuera del Sistema Solar.
- Su capa de nubes, similar a un espejo, está impregnada de un titanio abrasador que precipita sobre la superficie.
- Este planeta ultracaliente "no debería existir" tal como es; podría ser una nueva clase de planeta.
Los astrónomos han descubierto el planeta más brillante conocido de la Vía Láctea. Tiene nubes metálicas que parecen precipitar gotas de titanio. El exoplaneta LTT9779 b, que orbita alrededor de una estrella situada a unos 262 años luz de la Tierra, es tan reflectante que actúa como un espejo, según ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA) en un comunicado de prensa.
La atmósfera metálica caliente de este cuerpo celeste está desafiando las reglas de los astrónomos sobre cómo deberían comportarse los planetas de este tamaño. "Es un planeta que no debería existir", ha afirmado Vivien Parmentier, investigadora del Observatorio de la Costa Azul.
Nubes calientes de titanio fundido
NASA
El exoplaneta LTT9779 b fue avistado por primera vez en 2020, pero no ha sido hasta hace poco cuando la ESA ha descubierto lo brillante que es en realidad. Gracias al satélite CHEOPS, que estudia los exoplanetas, los científicos han descubierto que el planeta refleja alrededor del 80% de la luz que recibe.
En comparación, la Tierra, que es bastante reflectante, solo devuelve el 30% de la luz solar. Venus, el planeta más brillante del Sistema Solar, refleja el 75% de la luz solar. Los científicos creen que la calidad de espejo del planeta se debe a la composición de su atmósfera.
Según la ESA, las nubes metálicas que rodean el planeta están compuestas en su mayor parte por silicatos —el material que compone la arena y el vidrio— y metales como el titanio. Es precisamente esta extraña atmósfera la que está fascinando a los científicos.
"Imagina un mundo en llamas, cerca de su estrella, con nubes pesadas compuestas por metales, y que hacen llover gotas de titanio", ha explicado James Jenkins, coautor del estudio y astrónomo de la Universidad Diego Portales y CATA. Los resultados han sido publicados en la revista Astronomy & Astrophysics.
Un planeta similar a Neptuno con una atmósfera que no debería existir
El exoplaneta LTT9779 b está muy cerca de su estrella (tanto que la orbita en poco menos de un día). También es muy grande y posee unas temperaturas muy elevadas, unos 1.982 grados centígrados, lo que significa que es similar a Neptuno.
Y ahí radica el enigma. Neptuno está muy lejos del Sol. Cada vez que se ha encontrado un planeta orbitando tan cerca de su estrella, ha sido un enorme gigante gaseoso, similar a Júpiter, o un estéril planeta de roca diminuta más pequeño que la Tierra.
"Es de esperar que la atmósfera de este tipo de planetas sea arrastrada por su estrella, dejando tras de sí rocas desnudas", ha explicado Parmentier. El secreto puede estar en la composición de las propias nubles.
"Creemos que estas nubes metálicas ayudan al planeta a sobrevivir" en estas condiciones, ha afirmado Sergio-Hoyer, autor del estudio y miembro del Laboratorio de Astrofísica de Marsella. "Las nubes reflejan la luz e impiden que el planeta se caliente demasiado y se evapore. Además, al ser muy metálicas, el planeta y su atmósfera pesan más y son más difíciles de desintegrar".
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