¿Podría la humanidad evitar su extinción ante la amenaza de un asteroide?

Los asteroides pueden ser una gran amenaza para la vida si estos pasan demasiado cerca de la Tierra por su riesgo de colisión. Fue precisamente un asteroide de al menos 10 kilómetros de diámetro lo que chocó contra el planeta provocando la extinción de los dinosaurios.

Si las magnitudes de ese evento se te escapan, quizás puedas comprender lo peligroso que pueden ser estos cuerpos celestes teniendo en cuenta lo que sucedió hace 10 años, en el conocido bólido de Cheliábinsk.

Un asteroide de hasta 20 metros de diámetro impactó contra la atmósfera terrestre en los cielos de esa misma ciudad rusa. El choque desembocó en una explosión equivalente a 35 veces la energía liberada por la bomba de Hiroshima, según ha recogido The Conversation.

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La cercanía de este suceso, que solo ocurrió a 30 kilómetros de altura, permitió su estudio posteriormente. El asteroide impactó cerca de la ciudad de Cheliábinsk causando no solo daños en edificios sino también heridas leves en centenares de personas, según ABC.

Lo que está claro es que este evento fue un punto de inflexión en lo que a defensa planetaria se refiere. Aunque la monitorización de los cuerpos cercanos a la Tierra (NEO por sus siglas en inglés) se lleva haciendo desde los comienzos de este siglo, fue este suceso lo que puso un gran foco sobre esta amenaza, que por suerte se puede prevenir.

Misiones que pueden suponer la diferencia

A lo largo de esta última década se han creado simuladores para contemplar las posibles consecuencias que podría tener el impacto de un asteroide en diversas partes del mundo. También se han planteado misiones como la NEO Surveyor, un telescopio espacial cuyo objetivo será el de localizar asteroides de 140 metros, y que tiene previsto ser lanzado en 2028.

Más cerca en el tiempo también está la misión DART (Prueba de Redirección de Asteroides Dobles por sus siglas en inglés), que el año pasado envió una nave contra un asteroide para desviarlo, y lo hizo con éxito. Fue todo un ensayo de defensa planetaria, en conjunto con la misión Hera de la ESA, que podría evitar disgustos en el futuro. 

Aún queda mucho trabajo por hacer pero los datos obtenidos de esta última misión serán cruciales en el caso de que una amenaza real se acerque a la Tierra. Las agencias aeroespaciales continúan trabajando de manera conjunta en formas de proteger el planeta.

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Un impacto es poco probable pero tendría graves consecuencias

Las probabilidades de que un asteroide impacte contra la Tierra son bastante bajas. Más aún si encima se trata de un cuerpo celeste de gran tamaño. Aunque esto no significa que sea un hecho imposible. Podría darse una amenaza real.

Por esa misma razón, organizaciones como la NASA continúan trabajando en mejorar los sistemas de defensa planetaria, planificando misiones que den con la clave para poder hacer frente a asteroides de gran tamaño. Especialmente teniendo en cuenta las consecuencias tan devastadoras que tendría para el mundo una colisión de gran magnitud.

Con cada momento que pasa, la humanidad está más preparada para hacer frente a cualquier problema que se ponga en medio, gracias a las investigaciones que se llevan a cabo.