No es solo Telefónica: así se prepara Arabia Saudí para la vida después del petróleo

Beatrice Nolan,Hasan Chowdhury
| Traducido por: 
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman.
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman.

Bandar Algaloud/Cortesía de la Corte Real saudí via REUTERS

  • Arabia Saudí se está reinventando: el reino del Golfo busca transformarse para seguir siendo relevante hasta bien entrado el siglo XXI.
  • La entrada en Telefónica de STC Group, controlada por el fondo soberano saudí, es solo el último movimiento de una lista cada vez más larga.

Arabia Saudí se encuentra inmersa en un proceso de transformación único en su historia, que podría convertirse en un rotundo éxito o en un completo fracaso para el reino más poderoso del golfo Pérsico.

Después de haber estado casi 100 años explotando sus recursos petrolíferos, el país se ha puesto manos a la obra para poner en marcha un gran plan que pretende nada más y nada menos que transformar toda su economía y allanar el camino hacia el futuro a una nación de jóvenes hambrientos de oportunidades.

El plan, conocido como Visión 2030, está dirigido por el ambicioso príncipe heredero Mohammed Bin Salman, de 38 años, líder de facto de Arabia Saudí que intenta consolidar tanto su legado como el lugar que ocupa su país a escala mundial (todo ello para finales de esta década).

Pero esta reforma radical no ha estado exenta de polémica.

El reino saudí ha estado bajo una lupa cada vez mayor desde que el príncipe heredero ascendió al trono en el año 2017. Arabia Saudí desató la indignación internacional en 2018, tras el asesinato de Jamal Khashoggi, columnista del Washington Post, que tuvo lugar en su consulado de Estambul (Turquía) y que se sumó a las diversas acusaciones de violaciones de los derechos humanos que afronta el país.

A pesar de ello, poco ha podido impedir que Arabia Saudí ejerza un poder cada vez mayor en la escena internacional. La nación ha abierto sus arcas para destinar miles de millones de euros a todo tipo de actividades, desde deportes hasta medios de comunicación y entretenimiento, en el marco de una oleada de inversiones que tienen el objetivo de diversificar su economía más allá del petróleo.

Todo ello hace de Arabia Saudí un país más relevante que nunca. Aquí puedes ver un análisis más detallado que va desde la composición de su PIB hasta la situación del empleo en el Reino del Golfo.

Una economía en auge

NEOM se construirá en el noroeste de Arabia Saudí.
NEOM se construirá en el noroeste de Arabia Saudí.

GettyImages/Unsplash/Neom

Como sucedió en muchos países, la economía de Arabia Saudí se resintió cuando llegó la pandemia en el 2020, pero desde entonces las gráficas no han parado de crecer.

El año pasado, el producto interior bruto de esta nación superó por primera vez el billón de dólares (unos 930.000 millones de euros al tipo de cambio actual), mientras que la renta per cápita se situó en 28.320 euros, lo que supone un incremento de casi el 50% en sólo dos años, según datos del Banco Mundial.

Imagen conceptual de 'The Line', una parte de la megaciudad saudí de NEOM desarrollada por el príncipe heredero Mohammed bin Salman.

El Fondo Monetario Internacional indica que esta fase de crecimiento, que aseguró al reino el puesto de economía de más rápido crecimiento del G20 el año pasado, se ha visto impulsada por la subida de los precios mundiales de la energía, así como por un crecimiento del PIB que no tiene ver con el petróleo del 4,8% gracias al auge de sectores como la construcción o el transporte.

El petróleo sigue siendo el rey

Arabia Saudí intenta reducir su dependencia económica del petróleo.
Arabia Saudí intenta reducir su dependencia económica del petróleo.

Ahmed Jadallah/Reuters

Como parte del plan Visión 2030, Arabia Saudí puede estar intentando reducir su dependencia económica del crudo para convertirse en una economía más diversificada, pero está claro que el petróleo sigue llevando la voz cantante para el principal exportador del mundo.

El crecimiento económico del 8,7% el año pasado se vio impulsado por la subida de los precios del petróleo. Saudi Aramco, la principal compañía petrolera del país que recaudó 23.800 millones de euros en una oferta pública de venta en el 2019, de propiedad mayoritariamente estatal, obtuvo un beneficio récord de 150.000 millones de euros el año pasado (frente a los 102.000 millones de 2021).

A pesar de la capacidad de resistencia que ha demostrado tener la demanda de petróleo, incluso con el aumento de las energías renovables, Arabia Saudí quiere aumentar la proporción de las exportaciones no petroleras en su producto interior bruto que no esté relacionado con esta actividad del 18,7% al 50%.

El dinero se riega por todas partes

Sergio García jugando un torneo LIV de golf en el complejo King Abdullah Economic City en octubre de 2022.
Sergio García jugando un torneo LIV de golf en el complejo King Abdullah Economic City en octubre de 2022.

Chris Trotman/LIV Golf vía Getty

Tanto dentro como fuera de su país, Arabia Saudí no ha escatimado en invertir grandes cantidades de dinero. Las inversiones están dirigidas principalmente por el Fondo de Inversión Pública, el poderoso fondo soberano del Estado dirigido por MBS y el gobernador del fondo, Yasir Al-Rumayyan.

Es el vehículo de inversión que está detrás de grandes operaciones deportivas, como la adquisición del club de fútbol Newcastle United o la fusión de LIV Golf con el PGA Tour, y el motor de las inversiones nacionales saudíes en gigantescos proyectos como el complejo urbanístico NEOM o el resort turístico del mar Rojo.

En agosto, el fondo estatal reveló que los activos gestionados superaron los 2,23 billones de riyales saudíes (553.000 millones de euros) en 2022, tal y como publicó Reuters. Casi una cuarta parte de esos activos eran internacionales.

Una población joven

La mayoría de la población de Arabia Saudí tiene menos de 30 años.
La mayoría de la población de Arabia Saudí tiene menos de 30 años.

Jasmin Merdan

La población saudí es joven y está creciendo. En mayo alcanzaba los 32,2 millones, con una edad media de 29 años, según la Autoridad General de Estadística de Arabia Saudí.

Según un censo de 2022 recogido por Reuters, la tasa de población ha aumentado un tercio en algo más de 13 años y más de la mitad de los saudíes tienen menos de 30.

Messi, en Arabia Saudí

La elevada proporción de jóvenes que intentan incorporarse a la población activa es uno de los mayores retos del MBS. El príncipe ha intentado diversificar la economía y crear oportunidades para los trabajadores jóvenes.

Un centro de operaciones para ciudadanos extranjeros

Riad, en Arabia Saudí.
Riad, en Arabia Saudí.

Abdullah Al-Eisa

Arabia Saudí, junto con otros países de la región de los Estados árabes, es un destino clave para los ciudadanos extranjeros. Algo más del 40% de la población total del reino no es saudí, apunta Reuters.

Desde hace tiempo, el país depende en gran medida de la mano de obra inmigrante, empleada en sectores como la agricultura o el servicio doméstico. El país se ha enfrentado a críticas de colectivos como Amnistía Internacional por el trato que da a los trabajadores inmigrantes, incluida la exclusión de algunas protecciones de la legislación laboral nacional.

La tasa de desempleo fue del 5,1% en el primer trimestre de este año, según estimaciones basadas en una encuesta oficial sobre la población activa. La tasa media global de ocupación era del 61,7%: 52,4% para los saudíes y 75,2% para los no saudíes.

Las mujeres saudíes también tienen menos probabilidades de trabajar: la tasa de desempleo de las que tienen entre 25 y 54 años es del 15,7%, frente al 3,5% de los hombres del mismo grupo de edad.

Posición en los Estados del Golfo

El ministro de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman al-Saud, llega a una reunión de la OPEP celebrada en Viena en junio.
El ministro de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman al-Saud, llega a una reunión de la OPEP celebrada en Viena en junio.

Joe Klamar/AFP vía Getty

Las economías árabes del golfo Pérsico comparten características similares y todas dependen en gran medida de los ingresos procedentes del petróleo o del gas.

Aunque Arabia Saudí fue la economía del G20 que más creció el año pasado, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), ambos países del Golfo, también registraron un rápido crecimiento.

 

El reino registró el año pasado el mayor PIB global de la Liga Árabe.

Su economía, que alcanzó la cifra récord de un billón de dólares, duplicó con creces la de los EAU. Sin embargo, la renta per cápita del reino cayó por debajo de las cifras registradas en Qatar, EAU y Kuwait, según el FMI.

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