Este es el primer coche de Elon Musk: "No tenía dinero para las reparaciones, así que arreglé casi todo con piezas de chatarra"

Elon Musk, la segunda persona más rica del mundo, tiene un patrimonio neto de 180.000 millones de dólares (más de 163.000 millones de euros, al cambio actual), según Bloomberg. A lo largo de su vida, antes incluso de fundar Tesla, ha compartido su pasión por los coches y conducido vehículos de diverso tipo y diferentes marcas, como un deportivo BMW, un Porsche y varios Teslas.

Sin embargo, sus inicios en el mundo del motor fueron más humildes, como recoge CNBC. Su primer coche fue un viejo BMW 320i de 1978, con un precio muy por debajo de los que llegaron después y en una época en la que no podía permitirse derroches, aún ampliamente lejos de tener la fortuna que posee ahora.

Quien 'viajó' al pasado para encontrar recuerdos gráficos de Elon Musk en su primer vehículo es su madre, Maye Musk, que publicó una foto antigua (de 1995) en Twitter el 10 de diciembre de 2019: "Y la gente decía que no sabías nada de coches", bromea.

En la misma red social, de la que ahora es dueño, Elon Musk recogía el 'guante': "No podía permitirme pagar las reparaciones, así que arreglé casi todo en ese automóvil con piezas en el depósito de chatarra. Irónicamente, ese soy yo reemplazando el vidrio roto de la ventana lateral. El círculo está completo ja, ja, ja".

Con esa última frase, el multimillonario hacía referencia a la entonces reciente sorpresa acontecida durante la presentación del Cybertruck. Musk se puso a ensalzar su carrocería Exoskeleton, una estructura de acero inoxidable laminado en frío 30X Ultra-Hard que aguantaba golpes y corrosión, y las ‘Tesla Armor Glass’, fabricadas en un vidrio multicapa resistente a los impactos.

Sin embargo, cuando probó estas últimas lanzando una bola de acero contra ellas (de la misma forma que se había hecho muchas veces antes durante el proceso de desarrollo), se agrietaron, dejando una icónica imagen de Musk junto a las ventanas 'irrompibles' rotas.

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A partir de esta breve conversación madre-hijo, surgen en Twitter miles de retuits, decenas de 'me gusta' y cientos de comentarios. Entre estos, los usuarios le preguntan qué paso con la ventana. 

"Rompieron la ventana para robar la radio, que valía unos 20 dólares [18 euros, ahora]. Conseguí un reemplazo del depósito de chatarra. Por cierto, ¡excelentes ofertas disponibles en los depósitos de chatarra! Es bastante divertido arreglar/mejorar autos", responde el también fundador de SpaceX, entre otras empresas.

Se trata de un BMW "1978 320i que compré en el '93 por $1.400 [1.270 euros]. Lo probé interfiriendo en una transmisión de 5 velocidades de un modelo posterior que encontré en un depósito de chatarra de Filadelfia [EEUU] cuando falló la transmisión de 4 velocidades", añade más adelante, en el mismo hilo.

Previamente, en un vídeo publicado por Forbes en 2012, Musk contó que lo había comprado en 1994 y que lo tuvo durante dos años hasta que una de las ruedas se cayó, incidente que ocurrió cuando lo conducía uno de los internos de su primera compañía, Zip2, a quien se lo había dejado para ir a comprar algo.

"Me llama y dice: 'La rueda se ha salido del coche. Podías ver como gran rasguño en la carretera" dejado por el eje, en lo que parecía haber ocurrido cuando estaba girando con el vehículo", explica Musk al medio.

En los siguientes años, su evolución en los negocios —ha llegado a ser la persona más rica del mundo hasta recientemente; ahora solo tiene por delante a Bernard Arnault— lo ha llevado a querer (y estas veces sí, poder permitirse) comprar y conducir otros automóviles.

Entre la colección de coches que ha tenido Elon Musk a lo largo de su vida se encuentran modelos antiguos, vehículos deportivos, caprichos de coleccionista y autos de marca Tesla. 

Por ejemplo, en cuanto recibió un bono de bienvenida de 37.000 euros se compró un Jaguar E-Type de 1967, acabó destrozando un McLaren F1 de unos 900.000 euros de valor, pagó 850.000 euros en una subasta por el Lotus Esprit que aparece en la película de James Bond La espía que me amó, ha tenido un deportivo Hamann BMW M5 y un Porsche 911, le han regalado un Ford Model T y ha conducido sus propios vehículos Tesla, incluido el Cybertruck.