Productividad lenta: los beneficios de este modelo de trabajo que cada vez proponen más profesionales

Enrique Luque de Gregorio
Productividad lenta: ¿puede la calidad ser una prioridad en los tiempos actuales?
  • Por mucho que el estrés parezca inevitable en los tiempos actuales, cada vez más profesionales proponen alternativas más prácticas al trabajo vertiginoso. 
  • En su libro, "Slowly productivity" ("Productividad lenta"), el profesor Cal Newport pone de manifiesto que menos casi siempre acostumbra a ser más.  

¿Alguna vez has sentido que tu ritmo de trabajo resulta demasiado vertiginoso? Por desgracia, es algo bastante común en los tiempos que corren. Mucha gente pierde una enorme cantidad de energía diariamente en responder correos, consultar las redes, asistir a reuniones, hacer videoconferenciasy no siempre esta rutina aumenta precisamente la productividad.

Por eso cada día es más habitual que surjan métodos de trabajo que de alguna forma apuestan por propuestas más sostenibles, eficaces y que, por encima de todo, que ayuden a reducir el estrés y encontrarte mejor, que al fin y al cabo es lo más importante. Uno de los más llamativos es el bautizado como “productividad lenta” o “slowly productivity” en inglés.

Productividad lenta: cuando menos es más

Definida en el libro Slow productivity por el escritor y profesor Cal Newport, la productividad lenta consiste en tener presente la importancia de identificar y priorizar las tareas que verdaderamente con importantes y que ayudan a conseguir tus objetivos personales o profesionales. Para ello, conviene dejar de lado muchas ocupaciones secundarias sin valor. 

Por ejemplo, Newport hace hincapié en lo positivo que puede resultar eliminar distracciones como las redes sociales, muchos correos o incluso el ruido en el puesto de trabajo: encontrar un sitio tranquilo y agradable resulta fundamental. Todo con un fin claro: anteponer calidad a cantidad, concentrarte en pocas tareas, pero hacerlas de la mejor forma posible.

Otra de las claves sobre la que se construye la productividad lenta pasa por una rutina organizada. Es decir, intentar siempre establecer unos límites claros en cuanto al tiempo y la energía dedicados al trabajo. Algo que puede basarse en definir horas específicas para trabajar y también dedicar tiempo a actividades de descanso y ocio con el fin de evitar el agotamiento (sobre todo mental).

En la opinión de Newport, es sumamente importante no obsesionarse con los resultados finales. Más bien todo lo contrario: la productividad lenta se centra en el proceso de trabajo en sí mismo. Esto significa disfrutar del proceso de creación y encontrar satisfacción en el trabajo, aspectos que, para él, terminan siendo positivos para el empleado y la propia empresa

Beneficios de la productividad lenta

Al contrario de lo que muchas veces se piensa, estar ocupado en un sinfín de tareas no quiere decir que se trabaje más. De hecho, es bastante habitual que al intentar abarcar mucho, finalmente no se llegue a casi nada. Para Carl Newport, esta es uno de los principales problemas del mundo profesional actual súper conectado y demasiado rápido. 

La productividad lenta, además de en teoría mejorar los resultados, logra que los trabajadores tengan menos estrés. Y no alberga dudas al respecto: cuando estos están más felices, también se obtienen mejores rendimientos. Porque, si tal como decía el filósofo Antonio Escohotado, el trabajo dignifica, pocas cosas son tan gratificantes como una responsabilidad bien hecha

Pero para alcanzar esa satisfacción personal y profesional, es imprescindible tomarse el tiempo necesario en el proyecto, con las menos interferencias posibles y preocupándose por los detalles. Retos que, en el mundo actual, no son lo que se dice sencillos de lograr. 

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.