13 productos muy comunes que no sabías que son tremendamente adictivos

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Productos adictivos
  • Cuando se piensa en sustancias adictivas, es normal referirse a drogas, alcohol o tabaco. Pero algunos productos legales y muy comunes pueden generar cierta adicción.
  • En algunos casos se trata de alimentos que activan partes del cerebro similares a las de algunas drogas, como pasa con el queso o los refrescos, en otros no se debe a sustancia alguna sino a conductas compulsivas relacionadas con su mal uso, como en el caso del bálsamo labial o los juguetes eróticos.
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Cuando se piensa en sustancias adictivas lo normal es recurrir a drogas ilegales, el alcohol o incluso el tabaco. Pero no tiene que ser siempre así.

La adicción tiene que ver con una recompensa cerebral, por la cual algo activa las estructuras de recompensa del cerebro, se registra en la memoria y cada vez demanda más. 

Y aquí entran tanto drogas ilegales como legales e incluso conductas. De ahí que exista la adicción al alcohol, el trabajo, los sedantes o comer compulsivamente.

Más allá de las sustancias que normalmente podemos asociar con este tipo de conductas adictivas, existen otros productos bastante comunes que en muchas personas derivan en verdadero enganche.

En algunos de estos casos se trata de alimentos habituales, que al ingerirlos parecen despertar en el cerebro respuestas similares a las que generan algunas drogas.

En otros casos no se trata tanto de una adicción como tal, sino de un mal uso de un producto que termina degenerando en un abuso del mismo.

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A continuación se recogen 13 productos bastantes comunes que podrían generar una conducta adictiva. 

Espray nasal

mujer utilizando spray nasal

Getty Images

Los aerosoles nasales para las alergias suelen contener ciertos principios activos como nafazolina, la fenilefrinao la oximetazolina, que ayudan a reducir los tejidos del interior de la nariz aliviando la hinchazón de la zona.

Sin embargo se trata de un tratamiento temporal, que si se alargas más del tiempo indicado puede generar un efecto de congestión rebote o algo parecido a una adicción.

No es algo extraño, en una entrada deReddit , son varios los usuarios que reconocen haber experimentado durante años unaadicción a este tipo de productos nasales contra la alergia.

Esto se debe a que con el tiempo el medicamento empieza a ser útil por periodos de tiempo cada vez más cortos. Por ello, puede tenderse a hacer un uso del aerosol cada vez más frecuente, y alargarse más allá de lo que aconseja el prospecto, lo que podría terminar dando la sensación de enganche a los espray nasal.Aunque en realidad detrás de este fenómeno no se esconde una sustancia adictiva.

"Utilizar estos aerosoles por un periodo prolongado, de meses a años, puede llevar a algo más peligroso llamado rinitis atrófica", advierte la doctora Zara Patel, profesora asistente de otolaringología en la Universidad de Stanford y Presidente del Comité de Educación para la Sociedad Estadounidense de Rinología a Consumer Report.

Este uso abusivo puede hacer que el propio fármaco termine conduciendo a una rinitis crónica. Por ello nunca deberías utilizarlo más del tiempo indicado por el prospecto o el especialista.

Bálsamo labial

mujer dándose bálsamo labial

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Nunca está lejos de ti, te encanta la sensación que produce en tus labios. No dejas de pasarte la lengua por ellos, podría decirse que incluso te lo comes. 

Sí, la adicción al bálsamo labial puede que no está registrada por la comunidad médica como tal, pero son numerosos los casos que de personas que afirman experimentarla. En la red desde hace tiempo abundan los foros sobre este tema, incluso existe una comunidad Lip Balm Anonymous en la que hablan de ello.

Aunque la realidad es que no existe, como tal, una adicción al producto. Pues entre los ingredientes que se utilizan para su fabricación no se incluye ninguno que sea adictivo.

Más bien se trata de nuevo de una conducta obsesiva. 

Es posible que te encante ese frescor y hormigueo que genera el bálsamo en tus labios, o incluso que sea algo que te relaje, y que termines haciéndolo casi como un acto reflejo.

Asimismo, al aplicarte este producto estás alterando la forma natural en la que tu cuerpo (en este caso labios) se adaptan al medio alterando un nivel de hidratación correcto, según explica a Health Joshua Zeichner, MD, director de investigación cosmética y clínica en dermatología en el Hospital Mount Sinai (EEUU).

Si a esto se le suma que tiendes a lamerte mucho los labios, lo que también afecta a la zona, terminarás por agrietarlos más, por lo cual cada vez tendrás que ponerte más bálsamo, lo que puede generar la sensación de adicción. 

Juguetes eróticos

juguetes eróticos

Unsplash /Dainis Graveris

Tu juguete erótico está pensado para darte placer. E igual que existe una adicción al sexo, es posible que puedan desarrollar una conducta compulsiva hacia este.

Cómo explican desde Planetamelón, el riesgo de que termines desarrollando una adicción a tu consolador puede residir en el motivo por el cual decides adquirir el juguete sexual

"Si me compro un juguete porque no sé tocarme o no sé llegar al orgasmo por mí mismo, delegaré toda la responsabilidad de mi placer a un objeto y, potencialmente, no sabré desengancharme de ese objeto que me da placer sin esfuerzos", puntualizan las especialistas.

Como toda adicción, si su uso se vuelve compulsivo,  invalidante y compromete tu vida diaria, es posible que estés desarrollando un problema.

"Es decir, si nuestra vida empieza a cambiar condicionada por el juguete sexual: no salgo de casa para pasarme el día con el succionador, no quiero tener sexo con otras personas porque el succionador me lo hace todo, llego tarde al trabajo porque estoy con el vibrador..." ejemplifican.

Comer vidrio, pelo u otras sustancias no nutritivas

cristales rotos

Unplash

La pica se define  como la ingesta persistente de sustancias no nutritivas durante un período de al menos 1 mes a una edad en la que este comportamiento es inadecuado para el desarrollo. 

Es decir, no se incluye aquí que tu hijo pequeño coma arena, sino más bien que tú te comas el pelo. Y sí aunque suene raro hay gente que lo hace y puede resultar un acto compulsivo.

Esta adicción a comer sustancias no aptas para comer  puede llevar a ingerir rocas (geofagia), sangre (hematofagia o vampirismo) e incluso orina o cenizas. Aunque entre las más habituales, dentro de esta rareza está el consumo de vidrio, conocido como hialofagia, o el de cabello denominado tricofagia.

Aunque en realidad, más que de adicciones raras, se trata de trastornos alimenticios y psicológicos, que pueden suponer serios riesgos para la salud.

Comida basura

Patatas fritas de bolsa.

Si crees que tienes un enganche a los Doritos, a las patas fritas de bolsa o a las chucherías, la realidad es que podría ser. Esto puede deberse a que estos alimentos producen una sensación en tu cerebro parecida a la que generan el tabaco o la cocaína.

Y no es exageración. Una investigación en 2015 encontró que los ultraprocesados eran capaz de llevar a las personas hacia un comportamiento adictivo similar al que producen las drogas. 

Tras realizar dos estudios sobre más de 500 pacientes, los investigadores llegaron a la conclusión de que cierto tipo de productos activaban zonas del placer del cerebro. 

No solo eso, también eran capaces de generar conductas "parecidas a la adicción", que incluyen: antojos muy fuertes, pérdida de control y un fuerte deseo de comerlos.

Ahora sabes lo que se esconde detrás del "Cuando haces pop ya no hay stop".

La Coca- Cola y cualquier otro refresco

mujer comprando bebida máquina, refrescos

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"El primer día que pasé sin beber Coca-Cola pensaba que no sería tan grave si bebía un poco, pero me resistí. En el segundo día, soñé que habían inventado una nueva lata de 530 ml, pequeña, gorda y hermosa. ¿Porqué soñé una cantidad tan específica de Coca-Cola? Al tercer día la falta de cafeína me estaba volviendo loco, tartamudeaba al hablar, no me concentré en el trabajo y olvidé las llaves del coche. Entonces me di cuenta cuán grave era mi adicción. Esto no iba a ser fácil", son las palabras en Vice de una persona enganchada a esta bebida que probó a dejarla durante un mes.

No es el único. Saturnino Martínez, un empresario español de 41 años,reconocía a la Agencia Sinc hace años, beber ocho litros diarios de Coca-Cola, declarándose totalmente adicto a esta bebida.

Como narra el reportaje, tomar un vaso de este refresco es lo primero que hace al levantarse y lo último antes de acostarse. Así desde hace 18 años. "Confiesa no beber por sed; su consumo se ha convertido en un acto mecánico. Pero por sus riñones ya se han filtrado unos 52.000 litros de cola", 

En cuanto a la respuesta a por qué los refrescos pueden ser tan adictivos parece residir en sus ingredientes.

Según explicó a Cnn Gary Wenk, director de programas de pregrado en neurociencia de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU) todo está en el diseño de la bebida. "Con la cantidad justa de edulcorante, cafeína y carbonatación para que siempre quieras tomarla".

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El azúcar puede considerarse una sustancia bastante adictiva. Esto se debe a que su consumo activa los receptores de opiáceos en nuestro cerebro y afecta el centro de recompensa, lo que conduce a un comportamiento compulsivo. Es decir cada vez que tomas un producto azucarado programas a tu cerebro para que quiera más.

De hecho, una investigación en ratas del Connecticut College encontró que las galletas Oreo activaban más neuronas en el centro de placer del cerebro que en los de las ratas que habían consumido cocaína.

Y por supuesto los refrescos están cargados de azúcar.

Aunque, la adicción incluso se mantienen con aquellos libres de azúcar.

Aquí parece entrar en juego el papel poco conocido hasta ahora de los edulcorantes. Aunque se cree que estas sustancias podrían engañar al cerebro para que piense que realmente está tomando azúcar, por lo cual los efectos serían similares.

El chocolate

mujer comiendo chocolate

Unplash/Andriyko Podilnyk

Está delicioso y además, cuando es rico en cacao, aporta beneficios a tu salud. Pero, según la ciencia, el chocolate también podría generar cierta adicción.

Una vez más se trata de una respuesta placentera que este alimento genera en tu organismo. Tu cerebro se acostumbra y quiere más. De ahí que realmente sientas un antojo o "mono" de chocolate.

La causa parece residir en la conocida como anandamidas, sustancia química que produce una sensación relajante similar a la que se genera cuando se consume cannabis (marihuana).

Así lo determina un estudio publicado en Current Biology, según el cual tanto el chocolate como el opiáceo parecen activar la misma parte del cerebro. Aunque la realidad es que el estudio fue evaluado en animales.

El queso

Una mujer huele un queso durante una degustación.

El queso es delicioso, y también uno de los ingredientes de algunas de las comidas más populares del mundo desde la pizza a la pasta.

Además, el queso es otro de esos alimentos que parece tener un efecto en tu cerebro similar al que podrían tener ciertas drogas o el alcohol.

Según encontró un pequeño estudio de la universidad de Michigan este potencial adictivo se debe a una proteína llamada caseína que tiene unos efectos similares a los de los opiáceos durante su digestión. Esta libera casomorfinas en tu cuerpo que conllevan a una grata sensación de bienestar, que por supuesto le encanta a tu cerebro.

Aunque esta proteína se encuentra en todos los productos lácteos, es mayor en el queso, donde su valor se multiplica por diez. Según el estudio, cuanto más procesado y graso es el queso, mayor es la adicción que genera en las personas.

Ciertos medicamentos

Hombre con botes de pastillas.

Getty

Ciertos medicamentos puede derivar en una adicción. 

Esto suele ocurrir cuando el fármaco se toma en mayor cantidad, con más frecuencia de la establecida o con fines diferentes a aquellos para lo que fue prescrito.

Cuando se trata de medicamentos con receta, el paciente puede exagerar sus síntomas para intentar obtener nuevas recetas. O incluso buscar en el mercado negro.

Es frecuente que se de con analgésicos o pastillas para dormir. El paciente se habitúa a tomarlas para sentirse bien o descansar y esto le lleva a degenerar en un uso abusivo del medicamento.

En España, según el informe de 2018 del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA), los medicamentos de abuso más consumidos (con o sin receta) fueron los hipnosedantes, tranquilizantes y somníferos. 

Esteroides anabólicos

hombre pinchándose esteroides

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Los esteroides anabólicos son compuestos sintéticos similares a la hormona masculina testosterona. Son utilizados médicamente para tratar problemas hormonales, retraso de la pubertad y pérdida muscular por algunas enfermedades, en hombres.

El problema es que a veces se hace un mal uso de estos, o se consumen por personas sanas que tan solo buscan una vía más rápida de mejorar su musculatura. Y este abuso puede resultar adictivo.

Alguien que es adicto a los esteroides puede empezar simplemente a utilizarlos porque quiere mejorar su apariencia o su desempeño. Y con el tiempo, se vuelve más dependiente, ya que se siente mejor cuando los utiliza que cuando no.

Los esteroides no llevan sustancias adictivas capaces de provocarte estados de euforia, pero aun así alteran las sustancias químicas del cerebro. 

Lo cual puede derivar en síntomas de abstinencias cuando dejas de tomarlos, entre los que se incluyen problemas para dormir, cansancio, agitación o incluso depresión.

Internet

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El uso compulsivo de internet es un fenómeno creciente de nuestro tiempo que se da, sobre todo, en los grupos más jóvenes. 

Según la última encuesta de Sanidad,entre 2019 y 2020, un 3,7%, de la población de 15 a 64 años ha realizado un posible uso compulsivo del internet, lo que supone una cifraestimada de aproximadamente 1.139.000 personas. 

La prevalencia es superior entre los más jóvenes (11,3% en el grupo de 15-24 años), patrón que se mantiene en las sucesivas ediciones de la encuesta, aunque no se dan diferencias por sexo.

Aunque puedes llamarlo adición a internet, al móvil, las pantallas o las redes sociales. Y se engloba dentro de lo conocido como adicciones sin sustancia, es decir las que tienen que ver con una "conducta excesiva".

"En las personas que presentan dependencia a las nuevas tecnologías se han observado cambios estructurales y/o funcionales en regiones cerebrales como la corteza prefrontal, cingular, orbitofrontal y el sistema límbico. Estas zonas alteradas están implicadas en el procesamiento de fenómenos como la recompensa, la motivación o el control de impulsos", explica un artículo al respecto en The Conversation.

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Es un problema del control de los impulsos. Es decir, esta adicción a internet se caracteriza por la incapacidad de moderar el uso a la red, hasta el punto de interferir en la vida diaria.

Sin embargo, por el momento la comunidad médica no ha identificado como enfermedad o patología este "enganche" a internet, como sí ha sucedido en el caso de los videojuego.

El café

El café puede dañar los dientes

La cafeína es la sustancia psicoactiva más consumida en el mundo, y es posible que generes una adicción a esta.

La abstinencia de cafeína es un diagnóstico médico reconocido y puede afectar a cualquier persona que la consuma con regularidad.

¿Algunas vez has dejado de tomar café y has sentido que no podías con la vida? Pues ahí lo tienes.

La cafeína estimula tu sistema nervioso central, haciendo que estés más despierto y alerta. Si la consumes de manera frecuente, cuando la eliminas tu cuerpo puede sufrir síntomas de abstinencia, entre 12 y 24 horas después de dejar de tomarla.

"Las últimas investigaciones demuestran, sin embargo, que cuando las personas no reciben su dosis habitual, pueden sufrir una variedad de síntomas de abstinencia, que incluyen dolor de cabeza, fatiga, dificultad para concentrarse. Incluso pueden sentir que tienen gripe con náuseas y dolor muscular", explica Roland Griffiths, profesor de psiquiatría y neurociencia en Johns Hopkins y autor principal de una investigación al respecto.

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Aunque se tienda a vincular cafeína con café, lo cierto es que esta sustancia se encuentra presente en muchos otros productos, que pueden ir desde el té a tu bebida de cacao preferida.

Los rayos ultravioleta

hombre en cabina de rayos UVA

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Si eres de los que disfruta estando moreno incluso en invierno, cuidado, esto podría convertirse en una obsesión.

Como explica  el blog de Sanitas, la tanorexia consiste en tomar el sol o someterse a sesiones en cabinas de rayos UVA de manera persistente y compulsiva. 

Como sucede con otros trastornos relacionados con la apariencia física, en este caso la persona que lo padece tiene el objetivo de alcanzar el bronceado perfecto, pero nunca perciben que lo hayan alcanzado.

Esta obsesión patológica puede originarse por problemas de autoestima. El riesgo es que a la larga, esta adicción a los rayos UVA puede conllevar riesgos en la piel como quemaduras o melanomas.

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