Quién es Elvira Nabiúllina, la gobernadora del banco central ruso que ha mantenido a flote la economía rusa a pesar de las sanciones
Sergei Karpukhin/Reuters
- La gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúllina, ha desempeñado un papel clave en la estabilización de la economía rusa, afectada por las sanciones occidentales.
- En su día fue aclamada internacionalmente, pero ahora se la considera cómplice de la guerra de Rusia contra Ucrania.
Se suponía que la economía rusa iba a implosionar y hundirse después de las sanciones de Occidente por su invasión de Ucrania.
Pero no ha sido así.
La continua resistencia económica de Rusia ha irritado a los países occidentales, pero su reacción no se dirige únicamente contra el presidente ruso Vladímir Putin. También va dirigida a la mujer que está detrás de él: Elvira Nabiúllina, gobernadora del Banco Central de Rusia, que desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la economía rusa en tiempos de guerra.
"Nabiúllina ha sido muy eficaz en la estabilización de la economía rusa, a pesar de la enorme presión económica de las sanciones", explica a Business Insider Daniel McDowell, profesor de la Universidad de Siracusa (Nueva York, Estados Unidos), especializado en economía política internacional. En concreto, le atribuye el mérito de haber utilizado los controles de capital y la política monetaria para estabilizar el rublo y de haber apartado a Rusia del uso de divisas occidentales en el comercio internacional.
"Aunque el nivel de vida en Rusia ha disminuido bajo las sanciones, las condiciones serían probablemente mucho peores si no fuera por sus astutas decisiones", añade McDowell. "Creo que es justo decir que ella está escribiendo el manual sobre cómo responder a la presión de las sanciones externas".
Aunque muchos, como McDowell, han dado crédito a Nabiúllina por su papel en el apuntalamiento de la economía rusa, su papel en el apoyo al régimen de Putin es visto como una traición por muchos funcionarios financieros, economistas y analistas occidentales.
Nabiúllina y el banco central ruso no han respondido a las peticiones de comentarios de Business Insider.
Nabiúllina cenó con la élite europea antes de la guerra
Hace sólo unos años, Nabiúllina era vista como una liberal, incluso entre los conocedores del Kremlin. La élite de Bruselas parecía ver a Nabiullina como uno de los suyos. En 2018, Christine Lagarde, entonces directora del Fondo Monetario Internacional, elogió a Nabiúllina —una compañera amante de la ópera— como una responsable política que "puede hacer "cantar" a los bancos centrales".
Hoy, Nabiúllina, de 60 años, es tan paria en Occidente como Putin. Ha sido sancionada por Estados Unidos y el Reino Unido. Muchos de los economistas y analistas que en su día se codearon con ella están dando la espalda a la mujer que está manteniendo viva la economía de Rusia, ayudando así a Putin a asegurar su quinto mandato.
"Es muy inteligente, al igual que la gente que la rodea", resume a BI Richard Portes, profesor de economía de la London Business School. Sin embargo, Portes —que ha participado en paneles junto a Nabiúllina en conferencias internacionales— se muestra "muy decepcionado" con Nabiúllina por apoyar al régimen de Putin.
"A mí personalmente me gustaba", añade Portes, y está claro que no es el único. Como Anders Åslund, economista sueco especializado en la economía rusa, escribió en el Moscow Times en marzo de 2022: "Nunca la he oído levantar la voz. Es difícil que no te caiga bien".
"Los liberales temían que fuera demasiado blanda", añadía entonces Åslund, refiriéndose a su nombramiento como máxima responsable del Banco Central de Rusia. Este es solo un indicio de su improbable ascenso a las altas esferas del gobierno ruso.
Hija de minorías obreras
Nabiullina nació en la ciudad industrial de Ufa, en el centro de Rusia, en el seno de una familia de tártaros, un grupo minoritario en Rusia. Su padre era conductor y su madre trabajaba en una fábrica.
En su infancia, en la década de 1970, estudió francés, le gustaba la música clásica y leía obras clásicas como León Tolstói, Fiódor Dostoyevski y Franz Kafka, según publicó Bloomberg tras hablar con su marido Yaroslav Kuzminov en 2013.
Nabiúllina conoció a Kuzminov —fundador de la Escuela Superior de Economía, una prestigiosa institución— en la década de 1980, cuando él impartía clases en la Universidad Estatal de Moscú, donde ella estudió Economía. Tienen un hijo adulto.
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De personaje secundario a ayudante de Putin
Fue en la Universidad Estatal de Moscú donde Nabiúllina conoció los conceptos económicos occidentales, que le resultarían útiles en la cambiante economía postsoviética.
En 1991, trabajó como economista en el Consejo de la Unión Científica e Industrial de la URSS, según su biografía oficial. En 1994 se incorporó al departamento de reformas del Ministerio de Economía ruso.
Dejó la función pública en 1998 y se reincorporó al gobierno en 2000 como primera adjunta de Herman Gref —actual CEO del gigante bancario ruso Sberbank—, que era entonces ministro de Economía de Rusia. En 2003, dejó el cargo por un think tank, pero Putin la invitó a sustituir a Gref como ministra de Economía en 2007, lo que la sorprendió, según informó Bloomberg en 2013, citando a sus compañeros.
La invitación marcó un punto de inflexión en su carrera. Al fin y al cabo, también estaba acostumbrada a desempeñar un papel secundario.
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Su ascenso a un papel de liderazgo se consolidó en 2013, cuando Putin la nombró jefa del banco central.
"Quiero agradecerles la confianza que depositan en mí con este nombramiento, entendiendo lo responsable, difícil y profesional que es este trabajo", dijo Nabiúllina sobre el nombramiento.
No quiso hacer comentarios a Reuters sobre su nombramiento en ese momento.
Como muchos jefes de bancos centrales de todo el mundo, Nabiúllina es más conocida en los círculos financieros que entre la población en general. También parece mantenerse alejada de los focos a menos que hable de su trabajo.
Estrella internacional de la banca central
El nombramiento de Nabiúllina como máxima responsable del banco central por Putin en 2013 la catapultó al estrellato internacional. Nabiúllina demostró su valía a Putin al año de ocupar el cargo, en 2014, cuando Moscú se anexionó Crimea y Nabiúllina aisló la economía rusa de las sanciones occidentales.
A pesar de las diferencias sobre la anexión —que llevó a Estados Unidos y otras potencias a expulsar a Rusia del G8, que ahora se ha convertido en el G7—, Nabiúllina se ganó el respeto internacional y el reconocimiento entre sus colegas de profesión en los años posteriores por integrar la economía rusa en el sistema global y modernizar el banco central del país.
En 2015, Euromoney, una publicación especializada en finanzas, nombró a Nabiúllina gobernadora de un banco central del año. En 2017, The Banker la nombró banquera central del año en Europa. En 2018, el FMI la invitó a pronunciar su prestigiosa conferencia Michel Camdessus.
Se la ha descrito como eficaz, una profesional pragmática y no ideológica. Los críticos, sin embargo, sostienen que no es más que otra amiguita de Putin. También hay quienes, como el economista sueco Åslund, afirman que su historial como banquera central no es tan bueno.
"Su reputación en cuanto a capacidad es muy alta", dice Portes. "Su reputación de defensora de una sociedad libre es muy baja. Su reputación de no oponerse a una guerra sin principios, insensata y desastrosa es muy baja".
La mejor tecnócrata de Putin
Después de que Rusia lanzara la guerra en Ucrania, Nabiúllina se sintió lo suficientemente agitada como para querer dejar su trabajo, informó Bloomberg el 23 de marzo de 2022, citando a cuatro personas anónimas con conocimiento de las discusiones.
Putin rechazó su dimisión y Nabiúllina se quedó para un nuevo mandato de cinco años. Hasta el momento, parece ser muy eficaz. El PIB de Rusia crecerá un 3,6% en 2023. El FMI prevé que su economía crezca un 2,6% este año. El desempleo ronda un mínimo histórico y los salarios se disparan.
Sin duda, no todo va bien en la economía rusa. Los gastos de guerra —como el gasto militar y las subvenciones del Gobierno— han impulsado gran parte del crecimiento de Rusia en los dos últimos años. El país también sufre escasez de mano de obra debido al reclutamiento militar y a la fuga de cerebros.
Pero hasta ahora Nabiúllina también ha conseguido tirar de varias palancas, como las de los tipos de interés y el control de divisas, a favor de la economía. Para muchos, ahora es cómplice de la guerra de Putin, que utiliza tácticas de línea dura para mantener la economía en marcha.
"Estar en el equipo de Putin significa que compartes sus valores, compartes sus principios y le eres enormemente leal", declaró Sergei Aleksashenko, ex alto cargo del banco central ruso, al Financial Times en diciembre de 2022.
Está claro que Putin confía en Nabiúllina . Funcionarios del Gobierno se han enfrentado a ella por sus políticas, pero el líder ruso se ha mantenido a su lado y la ha respaldado públicamente incluso antes de que empezara la guerra.
Ayuda el hecho de que Nabiúllina no tenga ambiciones políticas, por lo que no supone una amenaza directa para el reinado de Putin, y que se esfuerce por mantener baja la inflación, según declaró Alexei Makarkin, analista del think tank moscovita Centro de Tecnologías Políticas, a The Wall Street Journal en abril de 2022.
Nabiúllina y la guerra en Ucrania
En cuanto a Nabiúllina , una tecnócrata que trabaja en las más altas esferas de uno de los regímenes más opacos del mundo, es difícil saber lo que piensa sobre su papel en el apuntalamiento del régimen de Putin.
Es conocida por transmitir sus pensamientos a través de sus broches y su indumentaria, por lo que algunos analistas interpretan su código de vestimenta "negro fúnebre" días después de la guerra como una señal de tristeza y resistencia personal al conflicto.
En diciembre, el diario económico ruso RBC le preguntó qué opinaba de que Politico Europe la nombrara 'disruptora mundial de 2023' por su papel en la estabilización de la economía rusa, afectada por las sanciones. Nabiúllina se abstuvo de expresar su opinión, diciendo que era difícil comentar la pregunta.
En ocasiones ha sido más sincera que la mayoría de los funcionarios rusos sobre el estado de la economía del país, afectada por las sanciones. En abril de 2022, Nabiúllina afirmó que las reservas rusas no pueden durar eternamente. En diciembre, advirtió de que la economía rusa corría el riesgo de sobrecalentarse.
En un vídeo filtrado y difundido días después de que Rusia invadiera Ucrania, Nabiúllina pidió al personal de su banco central que dejara a un lado la política y se centrara en salvar la economía afectada por las sanciones, según el WSJ.
"Sé que no es fácil, pero de verdad, no entremos en discusiones políticas en el trabajo, en casa, en las redes sociales", dijo la responsable del banco central en el vídeo. "Sólo queman la fuerza que necesitamos para hacer nuestro trabajo".
A pesar de la guerra en curso, la economía que ella ayudó a diseñar parece tener ahora cierta apariencia de normalidad para los rusos de a pie. Nabiúllina ha vuelto a ir a la ópera.
Pero si Nabiullina tenía simpatizantes en los primeros días de la guerra sobre cómo está atrapada en una especie de trampa ya que salvar la economía rusa significa ayudar a Putin, ahora le quedan pocos.
"Ella lo sabe mejor, pero ahí está. Decidió desde el principio que trabajaría con Putin y apoyaría sus políticas", sentencia Portes, profesor de economía.
"Que colabore con el régimen de Putin de la forma en que lo ha hecho, es triste", añadió.
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