Tras muchos meses de rumores y filtraciones, Apple presentó de manera oficial el iPhone 15 y al resto de modelos de la familia. Es decir, al iPhone 15, iPhone 15 Plus, iPhone 15 Pro y iPhone 15 Pro Max.

Durante el evento Wonderlust, la firma de Cupertino también dedicó espacio al Apple Watch Series 9 y al Apple Watch Ultra 2, pero, como es lógico, todas las miradas se fueron principalmente al nuevo buque insignia de Apple. 

Un buque insignia que ha llegado con muchísimas novedades como la Dynamic Island en todos los modelos o el Action Button en los modelos Pro, que deja de lado el clásico switch que lleva acompañando a iPhone desde tiempos inmemoriales. 

Lo más relevante, eso sí, ha sido la inclusión del USB-C en el iPhone 15 —tanto que incluso Apple ha sacado un adaptador para la ocasión— después de que la Unión Europea le haya obligado a cambiarlo. 

Ahora bien, hay un motivo oculto de peso por el que Apple ha decidido incluir el USB-C y no tiene nada que ver con adaptarse a la regulación europea. 

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Un analista del que se hace eco BBC News tiene claro que la falta de actualizaciones "que acaparen titulares" de Apple este año decepcionaría a muchos. 

"No es una sorpresa, dada la madurez del iPhone y el Watch", apunta Ben Wood, de CCS Insight. "Refleja lo refinados que son los dispositivos iPhone y Watch y lo difícil que se ha vuelto ofrecer actualizaciones verdaderamente disruptivas cada año", añade.

Para ser más claros: sí, ha habido evolución respecto a anteriores generaciones, pero no se ve un salto absoluto entre una y otra. 

La inclusión del USB-C, por tanto, se ha llevado casi todos los titulares y parece una actualización de peso que puede valer por sí misma para comprar el dispositivo, aunque tengas el de la anterior generación.